Prefacio

Al inicio del siglo XXI en México, por cada nueve hombres víctimas de homicidio doloso se mata a una mujer; en Ciudad Juárez, Chihuahua, en la frontera norte con Estados Unidos, la proporción aumenta a cuatro asesinadas.

De acuerdo con las autoridades, están resueltos en un 80% los más de 300 homicidios contra mujeres en Ciudad Juárez de la última década.

Y los culpables, presos.

El revuelo y la curiosidad de la prensa nacional e internacional son, a su juicio, exagerados e inexplicables, tanto como las denuncias insistentes de las organizaciones civiles desde 1993.

Pero surgen las dudas detrás del criterio oficial.

Se distingue allí el efecto decisivo de las acciones y omisiones de las autoridades: su imposibilidad de hacer cumplir la ley o aplicar la justicia. El fracaso de las promesas en torno de un cambio en México, la zanja entre el país formal y el país real. O la ofensa extrema contra los derechos humanos.

Este libro entrecruza documentos y testimonios múltiples de un suceso que se ubica en el límite de lo delincuencial y el femicidio: entre aquellos crímenes, está detectada la existencia de un centenar de asesinatos en serie.

Una orgía sacrificial de cariz misógino propiciada por las autoridades: los responsables estarían libres, a la sombra de una pirámide corrupta que tiene su base en la ineficacia policíaca y los delitos impunes en un índice de casi ciento por ciento en la República mexicana.

Más allá de las cifras, semejantes crímenes dejan traslucir dos hechos de análoga gravedad ahora y hacia el futuro: la inadvertencia o amnesia global ante un fenómeno extremo de signo anárquico; y el impulso de normalizar la barbarie en las sociedades contemporáneas.

Aquí están las claves para comprender y resolver a fondo los homicidios. En este instante, quizás se consuma otro asesinato más de aquéllos.