Comienza como predicador ante el mundo y termina como un estafador intelectual.
Arthur Schlesinger
(Commentary, diciembre 1969)
En su fanatismo ideológico cambia constantemente sus argumentos y retuerce referencias, citas y hechos, mientras declara su compromiso de encontrar la verdad.
Leopold Labedz
(Encounter, julio 1980)
Incluso en las raras ocasiones, cuando el señor Chomsky está tratando con hechos y no con fantasías, exagera en un factor de, más o menos, cuatro o cinco.
Walter Laqueur
(The New Republic, 24 de marzo de 1982)
Después de muchos años, llegué a la conclusión de que todo lo que dice es falso. Mentirá sólo por el placer de hacerlo. Cada uno de sus argumentos está teñido y codificado con falsedad y pretensión. Era como jugar al ajedrez con piezas adicionales. Todo era falso.
Paul Postal
(The New Yorker, 31 de marzo de 2003)