NOTA DE LA AUTORA

La idea de escribir esta novela surgió durante unas vacaciones en el lago de Como, en el norte de Italia. En un pequeño manual para turistas titulado Lake Como, a Journey into the Emotions, que en sus últimas páginas contenía una selección de textos literarios sobre la región de Lario, encontré una carta fechada en 1819 y firmada por lady Morgan en la que le describía a su hermana, lady Clarke, sus placenteras vivencias en el lago. Entonces yo estaba escribiendo la novela Agua del limonero y decidí rendirle un secreto homenaje a esta divertida dama decimonónica: «[…] un escritorio inglés al que Greta daba el nombre de secreter por conservar aún, en el doble fondo de uno de los cajones, un pedazo de papel con la firma de lady Clarke y la fecha remota de 1812».

Una vez que terminé Agua del limonero, comencé a investigar sobre lady Morgan, de quien hasta entonces no había oído hablar en mi vida. Descubrí que sus memorias y gran parte de su correspondencia privada habían sido publicadas (Lady Morgan’s Memoirs: Autobiography, Diaries, and Correspondence).

Me apasionaron el personaje y sus circunstancias, y empecé a escribir esta novela en la que realidad y fantasía terminaron por mezclarse de un modo tan caprichoso que he sentido la necesidad de dar algunas explicaciones al respecto.

Sydney Owenson, Charles Morgan, Olivia Owenson, Arthur Clarke, Robert Owenson, Molly, los marqueses de Abercorn y el ejército de mártires de Sydney son todos personajes reales cuya auténtica historia aparece detallada en las memorias de lady Morgan.

Es cierto que el matrimonio Morgan viajó a Italia y se alojó en Villa Fontana, hoy rebautizada como Villa Mondolfo. Allí entablaron amistad con la familia que les arrendó la casa. También conocieron a Confalonieri, Porro y Visconti (cuyas hazañas se recogen en el libro Italy, escrito por lady Morgan tras su viaje a Italia). Las tres hermanas King, que pasaban una temporada en el lago, también formaron parte del círculo de amistades de los Morgan durante su estancia en Como.

Del mismo modo, la amistad y la correspondencia entre el doctor Jenner, descubridor de la primera vacuna, y el doctor Morgan es también real.

La teatral figura de Vittoria Peluso es auténtica, lo mismo que las de Calderara y Pino. Villa Garrovo es en la actualidad el hotel Villa D’Esté, de Cernobbio, y estos tres personajes protagonizan parte del relato de su historia. Villa Sommariva fue rebautizada años después con el nombre de Villa Carlotta y hoy en día se puede visitar en Tremezzo.

No tengo constancia de que Vittoria Peluso, el general Pino, Joseph Frank y Scarpa llegaran a conocer personalmente a los Morgan, pero no sería extraño dados sus intereses y gustos comunes. A Volta sí lo visitaron en la Universidad de Pavía.

La trama de intrigas políticas y amorosas, la vieja Abbondia y sus maleficios, el aborto y la viruela, los fantasmas, los vampiros, las aguane y las criaturas del piccolo popolo son producto de mi imaginación, o de la de Claudia… no estoy segura.

De los personajes del siglo XX también hay algunos verdaderos: Gianni Versace fue uno de los diseñadores de moda más famosos de los años ochenta y noventa; Richard Avedon es un fotógrafo de prestigio universal; y Patty Hansen y Janice Dickinson fueron dos top models muy famosas en los años ochenta.

Thomas y Greta Bouvier, Tom Bouvier, Boris Vladimir, Emilio y Bárbara Rivera, las dos Rosa Fe, Norberto, Francesca Ventura, Claudia, Stefano, Margherita, los Cossentino, los Borghetti y Luisa Trebujena forman parte de mi universo inventado. Algunos de ellos aparecen como personajes principales o secundarios en Gafas de sol para días de lluvia y en Agua del limonero, mis dos novelas anteriores.

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