Mariano José Vázquez Alonso
El libro de Daniel
© Mariano José Vázquez Alonso, 1999
© Ediciones Robinbooks S. L. 1999
ISBN 84-226-8325-3
A Daniel, que vendrá
a este mundo en primavera
CARTA AL LECTOR
Querido lector:
Al escoger este libro para tu satisfacción personal, has hecho una elección cuya consecuencia inmediata tal vez te sorprenda. En realidad, es probable que en un principio, al menos, te sientas distanciado de una historia que, a fuer de excepcional, puedas considerar demasiado fantástica. Créeme que mientras la escribía he pensado en la posibilidad de un juicio de esa índole. A pesar de ello, he seguido adelante porque estoy convencido de que la realidad supera en muchos casos la ficción. Además, y tras no pocas dudas, también consideré que mi empeño podía tener utilidad para ti. Un querido amigo mío, muerto hace casi dos siglos, afirmaba: «El que desea y no obra, engendra pestilencia». Sinceramente, creo que tenía mucha razón.
He deseado siempre que la sabiduría que se encierra tanto en la Tradición de Oriente como en la de Occidente, las técnicas y métodos que representan una ayuda para el desarrollo del ser humano, las teorías y prácticas-antiguas o modernas— que permiten un mayor autoconocimiento y, por tanto, una conveniente ampliación de la conciencia personal, lejos de constituir cánones severos y tratados más o menos farragosos, pudieran expresarse de forma amena y accesible para todos. Evidentemente no puedo considerar que mi proyecto sea exclusivo. Otros autores de gran prestigio lo intentaron antes que yo, si bien de forma más o menos encubierta. Por mi parte he querido hacerlo abiertamente y sin tapujos aunque, eso sí, envuelto todo ello en una forma novelada. Y para que pudieras tener una referencia clara de lo que se expone —o se insinúa— en cada capítulo, he dispuesto al final del libro una guía en la que encontrarás las fuentes en donde podrás saciar plenamente tu sed de conocimientos.
Para finalizar ya sólo me resta expresar una aclaración y un deseo. La primera hace referencia a que —como fácilmente comprenderás, lector no ha sido posible exponer en una obra de estas dimensiones todos los temas que, por su importancia, me hubiera gustado tocar; tal vez haya otra ocasión para ello. En cuanto al deseo, es muy sincero y cordial: ojalá tu comprensión sea la piedra de toque que enriquezca mi propósito. Te deseo cordialmente una feliz lectura.
El autor