MARCELA
¿Qué intentan imposibles mis sentidos
contra tanto poder determinados?
Que celos poderosos declarados
harán un desatino resistidos.360
Volved, volved atrás, pasos perdidos,
que corréis a mi fin precipitados.
Árboles son amores desdichados
a quien el yelo marchitó floridos.
Alegraron el alma las colores365
que el tirano dolor cubrió de luto,
que yela ajeno amor muchos amores,
y cuando de esperar daba tributo,
¿qué importa la hermosura de las flores,
si se perdieron esperando el fruto?370
(Sale[n] el CONDE LUDOVICO, viejo, y CAMILO.)
CAMILO
Para tener sucesión
no te queda otro remedio.
LUDOVICO
Hay muchos años en medio
que mis enemigos son,
y aunque tiene esa disculpa375
el casarse en la vejez,
quiere el temor ser jüez
y ha de averiguar la culpa.
Y podría suceder
que sucesión no alcanzase380
y casado me quedase;
y en un viejo una mujer
es en un olmo una yedra,
que aunque con tan varios lazos
la cubre de sus abrazos,385
él se seca y ella medra.
Y tratarme casamientos
es traerme a la memoria,
Camilo, mi antigua historia
y renovar mis tormentos.390
Esperando cada día
con engaños a Teodoro,
veinte años ha que le lloro.
(Sale un PAJE.)
PAJE
Aquí a vuestra señoría
busca un griego mercader.395
(Sale[n] TRISTÁN, vestido de armenio con un turbante, graciosamente, y FURIO con otro.)
LUDOVICO
Di que entre.
TRISTÁN
Dadme esas manos
y los cielos soberanos,
con su divino poder,
os den el mayor consuelo
que esperáis.
LUDOVICO
Bien seáis venido,400
mas ¿qué causa os ha traído
por este remoto suelo?
TRISTÁN
De Constantinopla vine
a Chipre, y della a Venecia,
con una nave cargada405
de ricas telas de Persia.
Acordeme de una historia
que algunos pasos me cuesta,
y con deseo de ver
a Nápoles, ciudad bella,410
mientras allá mis crïados
van despachando las telas,
vine, como veis, aquí,
donde mis ojos confiesan
su grandeza y hermosura.415
LUDOVICO
¿Tiene hermosura y grandeza
Nápoles?
TRISTÁN
Así es verdad.
Mi padre, señor, en Grecia
fue mercader, y en su trato
el de más ganancia era420
comprar y vender esclavos,
y ansí en la feria de Azteclias
compró un niño, el más hermoso
que vio la naturaleza,
por testigo del poder425
que le dio el cielo en la tierra.
Vendíanle algunos turcos
entre otra gente bien puesta
a unas galeras de Malta,
que las de un bajá turquescas430
prendió en la Chafalonia.
LUDOVICO
Camilo, el alma me altera.
TRISTÁN
Aficionado al rapaz,
comprole y llevole a Armenia,
donde se crio conmigo435
y una hermana.
LUDOVICO
Amigo, espera,
espera, que me traspasas
las entrañas.
TRISTÁN
[Aparte.]
¡Qué bien entra!
LUDOVICO
¿Dijo cómo se llamaba?
TRISTÁN
Teodoro.
LUDOVICO
¡Ay cielo, qué fuerza440
tiene la verdad! De oírte
lágrimas mis canas riegan.
TRISTÁN
Serpalitonia, mi hermana,
y este mozo (nunca fuera
tan bello), con la ocasión445
de la crïanza que engendra
el amor que todos saben,
se amaron desde la tierna
edad, y a deciséis años,
de mi padre en cierta ausencia,450
ejecutaron su amor,
y creció de suerte en ella
que se le echaba de ver,
con cuyo temor se ausenta
Teodoro y, para parir,455
a Serpalitonia deja.
Catiborrato, mi padre,
no sintió tanto la ofensa
como el dejarle Teodoro.
Murió, en efeto, de pena460
y bautizamos su hijo,
que aquella parte de Armenia
tiene vuestra misma ley,
aunque es diferente iglesia.
Llamamos al bello niño465
Terimaconio, que queda
un bello rapaz agora
en la ciudad de Tepecas.
Andando en Nápoles yo
mirando cosas diversas,470
saqué un papel en que traje
deste Teodoro las señas
y, preguntando por él,
me dijo una esclava griega
que en mi posada servía:475
«¿Cosa que ese mozo sea
el del conde Ludovico?»
Diome el alma una luz nueva,
y doy en que os he de hablar,
y por entrar en la vuestra,480
entro, según me dijeron,
en casa de la condesa
de Belflor, y al primer hombre
que pregunto…
LUDOVICO
Ya me tiembla
el alma.
TRISTÁN
… veo a Teodoro.485
LUDOVICO
¿A Teodoro?
TRISTÁN
Él bien quisiera
hüirse, pero no pudo.
Dudé un poco, y era fuerza,
porque el estar ya barbado
tiene alguna diferencia.490
Fui tras él, asile en fin,
hablome, aunque con vergüenza,
y dijo que no dijese
a nadie en casa quién era,
porque el haber sido esclavo495
no diese alguna sospecha.
Díjele: «Si yo he sabido
que eres hijo en esta tierra
de un título, ¿por qué tienes
la esclavitud por bajeza?»500
Hizo gran burla de mí
y yo, por ver si concuerda
tu historia con la que digo,
vine a verte, y a que tengas,
si es verdad que este es tu hijo,505
con tu nieto alguna cuenta
o permitas que mi hermana
con él a Nápoles venga,
no para tratar casarse,
aunque le sobra nobleza,510
mas porque Terimaconio
tan ilustre abuelo vea.
LUDOVICO
Dame mil veces tus brazos,
que el alma con sus potencias
que es verdadera tu historia515
en su regocijo muestran.
¡Ay, hijo del alma mía,
tras tantos años de ausencia
hallado para mi bien!
Camilo, ¿qué me aconsejas?520
¿Iré a verle y conocerle?
CAMILO
¿Eso dudas? ¡Parte, vuela,
y añade vida en sus brazos
a los años de tus penas!
LUDOVICO
Amigo, si quieres ir525
conmigo, será más cierta
mi dicha; si descansar,
aquí aguardando te queda
y dente por tanto bien
toda mi casa y hacienda,530
que no puedo detenerme.
TRISTÁN
Yo dejé, puesto que cerca,
ciertos diamantes que traigo
y volveré cuando vuelvas.
Vamos de aquí, Mercaponios.535
FURIO
Vamos, señor.
TRISTÁN
Bien se entrecas
el engañifo.
FURIO
Muy bonis.
TRISTÁN
Andemis.
CAMILO
¡Estraña lengua!
LUDOVICO
Vente, Camilo, tras mí.
(Váyanse el CONDE y CAMILO.)