FABIO
Las que importan he traído,
que las damas no sabrán
lo que deseas, y están155
rindiendo al sueño el sentido.
Las de tu cámara solas
estaban por acostar.
ANARDA
De noche se altera el mar
y se enfurecen las olas.160
FABIO
¿Quieres quedar sola?
DIANA
Sí,
salíos los dos allá.
FABIO
¡Bravo examen!
OTAVIO
Loca está.
FABIO
Y sospechosa de mí.
[Vanse.]
DIANA
Llégate aquí, Dorotea.165
DOROTEA
¿Qué manda vuseñoría?
DIANA
Que me dijeses querría
quién esta calle pasea.
DOROTEA
Señora, el marqués Ricardo,
y algunas veces el conde170
Paris.
DIANA
La verdad responde
de lo que decirte aguardo
si quieres tener remedio.
DOROTEA
¿Qué te puedo yo negar?
DIANA
¿Con quién los has visto hablar?175
DOROTEA
Si me pusieses en medio
de mil llamas, no podré
decir que, fuera de ti,
hablar con nadie los vi
que en aquesta casa esté.180
DIANA
¿No te han dado algún papel?
¿Ningún paje ha entrado aquí?
DOROTEA
Jamás.
DIANA
Apártate allí.
MARCELA
¡Brava inquisición!
ANARDA
Crüel.
DIANA
Oye, Anarda.
ANARDA
¿Qué me mandas?185
DIANA
¿Qué hombre es este que salió?
ANARDA
¿Hombre?
DIANA
Desta sala, y yo
sé los pasos en que andas.
¿Quién le trajo a que me viese?
¿Con quién habla de vosotras?190
ANARDA
No creas tú que en nosotras
tal atrevimiento hubiese.
¿Hombre, para verte a ti,
había de osar traer
crïada tuya, ni hacer195
esa traición contra ti?
No, señora, no lo entiendes.
DIANA
Espera, apártate más,
porque a sospechar me das,
si engañarme no pretendes,200
que por alguna crïada
este hombre ha entrado aquí.
ANARDA
El verte, señora, ansí,
y justamente enojada,
dejada toda cautela205
me obliga a decir verdad,
aunque contra el amistad
que profeso con Marcela.
Ella tiene a un hombre amor
y él se le tiene también,210
mas nunca he sabido quién.
DIANA
Negarlo, Anarda, es error.
Ya que confiesas lo más,
¿para qué [m]e niegas lo menos?
ANARDA
Para secretos ajenos215
mucho tormento me das
sabiendo que soy mujer,
mas basta que hayas sabido
que por Marcela ha venido.
Bien te puedes recoger,220
que es solo conversación
y ha poco que se comienza.
DIANA
¿Hay tan crüel desvergüenza?
¡Buena andará la opinión
de una mujer por casar!225
¡Por el siglo, infame gente,
del Conde mi señor…!
ANARDA
Tente,
y déjame disculpar,
que no es de fuera de casa
el hombre que habla con ella,230
ni para venir a vella
por esos peligros pasa.
DIANA
En efeto ¿es mi crïado?
ANARDA
Sí, señora.
DIANA
¿Quién?
ANARDA
Teodoro.
DIANA
¿El secretario?
ANARDA
Yo ignoro235
lo demás; sé que han hablado.
DIANA
Retírate, Anarda, allí.
ANARDA
Muestra aquí tu entendimiento.
DIANA
Con más templanza me siento
sabiendo que no es por mí.240
¿Marcela?
MARCELA
¿Señora?
DIANA
Escucha.
MARCELA
¿Qué mandas?
([Aparte.]
Temblando llego.)
DIANA
¿Eres tú de quién fïaba
mi honor y mis pensamientos?
MARCELA
Pues ¿qué te han dicho de mí,245
sabiendo tú que profeso
la lealtad que tú mereces?
DIANA
¿Tú lealtad?
MARCELA
¿En qué te ofendo?
DIANA
¿No es ofensa que en mi casa
y dentro de mi aposento250
entre un hombre a hablar contigo?
MARCELA
Está Teodoro tan necio
que dondequiera me dice
dos docenas de requiebros.
DIANA
¿Dos docenas? ¡Bueno, a fe!255
Bendiga el buen año el cielo,
pues se venden por docenas.
MARCELA
Quiero decir que, en saliendo
o entrando, luego a la boca
traslada sus pensamientos.260
DIANA
¿Traslada? ¡Término estraño!
¿Y qué te dice?
MARCELA
No creo
que se me acuerde.
DIANA
Sí hará.
MARCELA
Una vez dice: «Yo pierdo
el alma por esos ojos»;265
otra: «Yo vivo por ellos;
esta noche no he dormido
desvelando mis deseos
en tu hermosura»; otra vez
me pide solo un cabello270
para atarlos, porque estén
en su pensamiento quedos,
mas ¿para qué me preguntas
niñerías?
DIANA
Tú, a lo menos,
bien te huelgas.
MARCELA
No me pesa,275
porque de Teodoro entiendo
que estos amores dirige
a fin tan justo y honesto
como el casarse conmigo.
DIANA
Es el fin del casamiento280
honesto blanco de amor.
¿Quieres que yo trate desto?
MARCELA
¡Qué mayor bien para mí!
Pues ya, señora, que veo
tanta blandura en tu enojo285
y tal nobleza en tu pecho,
te aseguro que le adoro,
porque es el mozo más cuerdo,
más prudente y entendido,
más amoroso y discreto,290
que tiene aquesta ciudad.
DIANA
Ya sé yo su entendimiento
del oficio en que me sirve.
MARCELA
Es diferente el sujeto
de una carta, en que le pruebas295
a dos títulos tus deudos,
o el verle hablar más de cerca,
en estilo dulce y tierno,
razones enamoradas.
DIANA
Marcela, aunque me resuelvo300
a que os caséis cuando sea
para ejecutarlo tiempo,
no puedo dejar de ser
quien soy, como ves que debo
a mi generoso nombre,305
porque no fuera bien hecho
daros lugar en mi casa.
Sustentar mi enojo quiero;
pues que ya todos le saben,
tú podrás con más secreto310
proseguir ese tu amor,
que en la ocasión yo me ofrezco
a ayudaros a los dos,
que Teodoro es hombre cuerdo
y se ha crïado en mi casa315
y a ti, Marcela, te tengo
la obligación que tú sabes,
y no poco parentesco.
MARCELA
A tus pies tienes tu hechura.
DIANA
Vete.
MARCELA
Mil veces los beso.320
DIANA
Dejadme sola.
ANARDA
¿Qué ha sido?
MARCELA
Enojos en mi provecho.
DOROTEA
¿Sabe tus secretos ya?
MARCELA
Sí sabe, y que son honestos.
(Háganle tres reverencias y váyanse.)
DIANA
(Sola.)
Mil veces he advertido en la belleza,325
gracia y entendimiento de Teodoro,
que, a no ser desigual a mi decoro,
estimara su ingenio y gentileza.
Es el amor común naturaleza,
mas yo tengo mi honor por más tesoro,330
que los respetos de quien soy adoro
y aun el pensarlo tengo por bajeza.
La envidia bien sé yo que ha de quedarme,
que, si la suelen dar bienes ajenos,
bien tengo de qué pueda lamentarme,335
porque quisiera yo que, por lo menos,
Teodoro fuera más para igualarme
o yo, para igualarle, fuera menos.