TRISTÁN
¡La Condesa!
TEODORO
¡La Condesa!805
DIANA
Teodoro.
TEODORO
Señora, advierte…
TRISTÁN
[Aparte.]
El cielo a tronar comienza;
no pienso aguardar los rayos.
(Vase TRISTÁN.)
DIANA
Anarda, un bufete llega;
escribirame Teodoro810
una carta de su letra,
pero notándola yo.
TEODORO
[Aparte.]
Todo el corazón me tiembla.
¡Si oyó lo que hablado habemos!
DIANA
[Aparte.]
Bravamente amor despierta815
con los celos a los ojos.
¡Que aqueste amase a Marcela
y que yo no tenga partes
para que también me quiera!
¡Que se burlasen de mí!820
TEODORO
[Aparte.]
Ella murmura y se queja.
Bien digo yo que en palacio,
para que a callar aprenda,
tapices tienen oídos
y paredes tienen lenguas.825
(Sale ANARDA con un bufetillo pequeño y recado de escribir.)
ANARDA
Este pequeño he traído
y tu escribanía.
DIANA
Llega,
Teodoro, y toma la pluma.
TEODORO
[Aparte.]
Hoy me mata o me destierra.
DIANA
Escribe.
TEODORO
Di.
DIANA
No estás bien830
con la rodilla en la tierra.
Ponle, Anarda, una almohada.
TEODORO
Yo estoy bien.
DIANA
Pónsela, necia.
TEODORO
([Aparte.]
No me agrada este favor
sobre enojos y sospechas,835
que quien honra las rodillas
cortar quiere la cabeza.)
Yo aguardo.
DIANA
Yo digo ansí.
TEODORO
[Aparte.]
Mil cruces hacer quisiera.
(Siéntese la CONDESA en una silla alta.)
(Ella diga y él vaya escribiendo.)
[DIANA]
«Cuando una mujer principal se ha declarado con un hombre humilde, es lo mucho el término de volver a hablar con otra, mas quien no estima su fortuna, quédese para necio.»
TEODORO
¿No dices más?
DIANA
Pues ¿qué más?840
El papel, Teodoro, cierra.
ANARDA
[Aparte a DIANA.]
¿Qué es esto que haces, señora?
DIANA
Necedades de amor llenas.
ANARDA
Pues ¿a quién tienes amor?
DIANA
¿Aún no le conoces, bestia?845
Pues yo sé que le murmuran
de mi casa hasta las piedras.
TEODORO
Ya el papel está cerrado.
Solo el sobrescrito resta.
DIANA
Pon, Teodoro, para ti,850
y no lo entienda Marcela,
que quizá le entenderás
cuando de espacio le leas.
(Váya[n]se y quede solo, y entre MARCELA.)
TEODORO
¿Hay confusión tan estraña?
¡Que aquesta mujer me quiera855
con pausas como sangría
y que tenga intercadencias
el pulso de amor tan grandes!
MARCELA
¿Qué te ha dicho la Condesa,
mi bien? Que he estado temblando860
detrás de aquella antepuerta.
TEODORO
Díjome que te quería
casar con Fabio, Marcela,
y este papel que escribí
es que despacha a su tierra865
por los dineros del dote.
MARCELA
¿Qué dices?
TEODORO
Solo que sea
para bien y, pues te casas,
que de burlas ni de veras
tomes mi nombre en tu boca.870
MARCELA
Oye.
TEODORO
Es tarde para quejas.
(Váyase.)
MARCELA
No, no puedo yo creer
que aquesta la ocasión sea.
Favores de aquesta loca
le han hecho dar esta vuelta,875
que él está como arcaduz,
que cuando baja le llena
del agua de su favor
y cuando sube le mengua.
¡Ay de mí, Teodoro ingrato,880
que luego que su grandeza
te toca al arma me olvidas!
Cuando te quiere me dejas,
cuando te deja me quieres,
¿quién ha de tener paciencia?885
(Sale[n] el MARQUÉS y FABIO.)
RICARDO
No pude, Fabio, detenerme un hora.
Por tal merced le besaré las manos.
FABIO
Dile presto, Marcela, a mi señora
que está el Marqués aquí.
MARCELA
Celos tiranos,
celos crüeles, ¿qué queréis agora890
tras tantos locos pensamientos vanos?
FABIO
¿No vas?
MARCELA
Ya voy.
FABIO
Pues dile que ha venido
nuestro nuevo señor y su marido.
(Vase MARCELA.)
RICARDO
Id, Fabio, a mi posada, que mañana
os daré mil escudos y un caballo895
de la casta mejor napolitana.
FABIO
Sabré, si no servillo, celebrallo.
RICARDO
Este es principio solo, que Dïana
os tiene por crïado y por vasallo
y yo por solo amigo.
FABIO
Esos pies beso.900
RICARDO
No pago ansí; la obligación confieso.
(Sale la CONDESA.)
DIANA
¿Vuseñoría aquí?
RICARDO
Pues ¿no era justo
si me enviáis con Fabio tal recado,
y que después de aquel mortal disgusto
me elegís por marido y por crïado?905
Dadme esos pies, que de manera el gusto
de ver mi amor en tan dichoso estado
me vuelve loco, que le tengo en poco
si me contento con volverme loco.
¿Cuándo pensé, señora, mereceros910
ni llegar a más bien que desearos?
DIANA
No acierto, aunque lo intento, a responderos.
¿Yo he enviado a llamaros o es burlaros?
RICARDO
Fabio, ¿qué es esto?
FABIO
¿Pude yo traeros
sin ocasión agora, ni llamaros915
menos que de Teodoro prevenido?
DIANA
Señor Marqués, Teodoro culpa ha sido.
Oyome anteponer a Federico
vuestra persona, con ser primo hermano
y caballero generoso y rico,920
y presumió que os daba ya la mano.
A vuestra señoría le suplico
perdone aquestos necios.
RICARDO
Fuera en vano
dar a Fabio perdón, si no estuviera
a donde vuestra imagen le valiera.925
Bésoos los pies por el favor y espero
que ha de vencer mi amor esta porfía.
(Váyase el MARQUÉS.)
DIANA
¿Paréceos bien aquesto, majadero?
FABIO
¿Por qué me culpa a mí vuseñoría?
DIANA
Llamad luego a Teodoro. ¡Qué ligero930
este cansado pretensor venía
cuando me matan celos de Teodoro!
FABIO
Perdí el caballo y mil escudos de oro.
(Váyase FABIO y quede la CONDESA sola.)
DIANA
¿Qué me quieres amor? ¿Ya no tenía
olvidado a Teodoro? ¿Qué me quieres?935
Pero responderás que tú no eres,
sino tu sombra, que detrás venía.
¡Oh, celos!, ¿qué no hará vuestra porfía?
Malos letrados sois con las mujeres,
pues jamás os pidieron pareceres940
que pudiese el honor guardarse un día.
Yo quiero a un hombre bien, mas se me acuerda
que yo soy mar, y que es humilde barco,
y que es contra razón que el mar se pierda.
En gran peligro, amor, el alma embarco,945
mas si tanto el honor tira la cuerda,
por Dios que temo que se rompa el arco.