Notas
[1] Lugalbanda es una especie de héroe semejante a Hércules, posteriormente divinizado y protagonista de varios poemas de la épica sumeria, como se verá. En las listas de reyes de Sumer aparece como el rey de la tercera dinastía de Uruk. <<
[2] Kalam significa «país», esto es, el país por excelencia y por contraposición a Kur, que designaba genéricamente a los países extranjeros. Los sumerios llamaban por eso a su tierra Kalam. <<
[3] Ni-Inanna es un nombre teóforo, esto es, compuesto con el de un dios o diosa. En este caso, con el nombre de Inanna, la diosa sumeria del amor y la guerra. Los nombres teóforos son frecuentes en Sumer. <<
[4] El país de Ashan se corresponde aproximadamente con el actual Irán. <<
[5] Se enumeran aquí algunas de las hazañas que de este dios compañero de los hombres canta la épica sumeria y que en etapas posteriores del texto se explican más detalladamente. El pueblo de la cabeza negra es un apelativo que los sumerios se aplicaban a sí mismos. <<
[6] La voz dingir significa en sumerio «dioses» y el anónimo autor del texto la ha usado para referirse genéricamente a los dioses. El hecho de que se añada tan a menudo el calificativo inmortales acerca la expresión a la que resulta tan frecuente en Hesíodo de «dioses inmortales» y favorece la teoría de quienes defienden la filiación griega del texto. <<
[7] La palabra Enlil está compuesta de los términos en, «señor», y lil, «aire», «viento», «tempestad». Nació de la unión entre Anu, el cielo macho, y Ki, la tierra hembra. <<
[8] La Upshukina es la mansión donde habitan y deliberan los dioses, a semejanza del Olimpo griego o el Kuntarra hitita. <<
[9] An o Anu significa «cielo» y el signo que lo representa es una estrella. Preside el tercer cielo, el más alto, llamado comúnmente el cielo de Anu. Ocupa formalmente la cabecera del panteón, si bien su misma majestad, lejanía y pasividad lo convirtieron incluso en épocas tempranas en lo que Mircea Eliade ha llamado deus otiosus, y fue sustituido en el gobierno del universo por el más activo Enlil (Mircea Eliade, Traité d’Historie des Religions, Payot, París 1964. Versión castellana: Tratado de Historia de las Religiones, Madrid 1974). La violación de Ninlil a que se refiere el texto es un popular episodio de la mitología sumeria que explica el nacimiento del dios lunar llamado Nanna, de la unión entre Enlil y su diosa paredro Ninlil, «señora aire», que como otras diosas paredro del panteón, carece de relevancia en la mitología y la religión. <<
[10] La Erech de la Biblia. <<
[11] Este epíteto aplicado a Enlil se debe, según Raymond Jestin, a que en Sumer se imaginaba el mundo «como una montaña que se elevaba hacia los cielos. El dios reside en esa montaña y a menudo se lo denomina Gran Monte». (R. Jestin, La religión sumeria, en Historia de las Religiones, Siglo XXI, Madrid 1977). <<
[12] Amontonador de nubes es un sobrenombre del propio Zeus. Si bien es cierto que Enlil viaja en las nubes por ser el dios de la tormenta, esta acusada confusión entre lo sumerio y lo griego es otro argumento a favor de la teoría clásica sobre el origen del manuscrito. <<
[13] Dentro del pesimismo que generalmente se atribuye a la filosofía religiosa sumeria, se inscribe la idea de que la tarea de la Humanidad no es otra más que alimentar a los dioses y trabajar los campos para que ellos no tuvieran que hacerlo. <<
[14] Los cincuenta grandes dioses de Sumer son aquellos que forman la asamblea de los dioses. <<
[15] El nacimiento que aquí se predica es una repetición del antiguo y extendido mitologema del nacimiento del héroe de una madre virgen y de su crianza por una nodriza que lo ha encontrado flotando en una barquilla de mimbre. <<
[16] El zigurat de Uruk, donde se desarrolla la escena, se llamaba e-an-na, «el templo de Anu», y era el principal santuario de Sumer al dios del cielo. <<
[17] Inanna es la diosa que representa al planeta Venus, y como sus correspondencias en otras culturas, Isthar, Astarté, Tanit, Afrodita o Venus, es la inspiradora del amor. En Sumer abarca también un aspecto guerrero, pero quizá no el de hieródula celeste como en la semítica Isthar. <<
[18] Traducción de S. N. Kramer, Mesopotamia, Madrid 1976. <<
[19] El nombre sumerio de la fiesta de año nuevo es a-ki-til, «la fuerza que hace vivir al mundo». <<
[20] Para Frankfort, la voz ishakku es la traducción akadia del título sumerio ensi, término ambiguo que podría designar tanto al funcionario que gobierna una ciudad en nombre del rey como los descendientes de la dinastía nativa de un país conquistado. Ensi significa «gobernador». El lugal o soberano, al retirarse de las tierras conquistadas, podía dejar un ensi para administrar la ciudad (Henri Frankfort, Kingship and the gods, Universidad de Chicago 1948. Versión española, Reyes y Dioses, Madrid 1976). <<
[21] Traducción de S. N. Kramer, Mesopotamia, Madrid 1976. <<
[22] Ya que todos los años nace de nuevo el mundo, éste es creado cíclicamente y para consumar este eterno retorno el representante del dios y la sacerdotisa trasunto de la diosa se unen a fin de que su fuerza genésica sea la de la naturaleza en el año entrante. A este matrimonio sagrado se le llama hierogamia. <<
[23] Traducción de S. N. Kramer, Mesopotamia, Madrid 1976. <<
[24] Entre los pueblos agrícolas que formaron las primeras civilizaciones urbanas es proverbial el cuidado ante los nómadas pastores más atrasados y salvajes. En este caso, las ciudades-estado sumerias eran hostigadas por grupos pastores de origen semita, muchos de los cuales fueron el núcleo de la civilización de Akkad. <<
[25] El kaunakes es una faldilla de piel de cordero que posiblemente se utilizaba con ocasión de ritos como el presente. <<
[26] El significado del término kur es múltiple: a) Designa el lugar de tinieblas donde moran las almas de los muertos, infierno sumerio que gobierna Ereshkigal; b) Designa también un río que hay que cruzar para llegar a la mansión de los muertos de igual manera que se salva un río para acceder al Tártaro griego o al Valhöll germánico; c) En la epopeya titulada lugal-e-ud me-lam-bir nir-gal, «El rey cuyo esplendor y luz son soberanos», aparece un personaje llamado Kur, la montaña cósmica e informe, que mantiene un combate contra los dioses; d) Kur es también un dragón sumerio e) La misma voz se aplica a los países extranjeros en general. <<
[27] En Sumer, el rey es el representante del dios, pero no dios mismo como en Egipto, si bien parece que a su muerte se convierte en un en o señor, y habita junto a los dioses. <<
[28] No es la primera vez que aparece el tambor en los poemas sumerios. Aparte de las genéricas alusiones a «convocar al pueblo mediante el tambor», que aparecen dispersas en la épica, existe un texto en el que Gilgamesh corre en ayuda de Inanna cuando un árbol que ésta ha plantado sufre la invasión de diversos seres indeseables. Finalmente, el árbol acaba convertido en unos instrumentos llamados pikku y mikku, que probablemente designan un tambor y unos palillos y que están hechos a base del tronco y de la copa, respectivamente, del árbol de Inanna. Por otra parte, se sabe que el tambor es muy utilizado en las ceremonias de los chamanes siberianos. <<
[29] El poema akadio de la creación, Enuma Elis, contiene la siguiente estrofa, que hace referencia al resplandor luminoso que envuelve a los dioses:
«El señor levantó el vendaval torrencial, su poderosa arma
subió al carro
el irresistible aterrorizador ciclón
como vestido lleva una armadura que inspiraba terror
su cabeza estaba cubierta de un resplandor aterrador».
Si bien es cierto que no se dice que este resplandor sea azul, como cita nuestro texto, también lo es que el azul era un color sagrado, como lo era la piedra azul de lapislázuli, por evocar el color del cielo. <<
[30] La historia original a que se refiere el personaje está contenida en el largo poema Lugalbanda y Enmerkar, y cuenta que el primero se encontraba prisionero del pájaro Imdugud, que con su palabra pronuncia el destino, en el lejano país de Zabu. Lugalbanda consiguió el agradecimiento del ave cuidando a sus polluelos en su ausencia y por eso fue devuelto a la libertad, pero cuando regresa a Uruk, la encuentra sitiada por los nómadas y ha de marchar a Aratta con un mensaje de socorro para Inanna (S. N. Kramer, Mesopotamia, Madrid 1976). <<
[31] La economía de las ciudades-estado sumerias estaba fuertemente centralizada por el aparato burocrático del templo, y las numerosas tablillas con anotaciones comerciales que se han conservado permiten acreditar lo elevado de los impuestos por operaciones de naturaleza semejante a las que cita el texto. El templo era el gran terrateniente y el gran distribuidor de trabajo. <<
[32] Como ya se ha dicho, el santuario principal de Anu estaba en Uruk. <<
[33] Al ser el jefe de la ciudad la máxima autoridad religiosa, es obligada su participación en un acto religioso de la importancia de la erección de un templo. <<
[34] Puede corroborar este desprecio el siguiente comentario que hace Gilgamesh sobre Huwawa en el poema titulado Gilgamesh y el país de los vivos: «Hasta que yo no le haya dado muerte, aunque sea un dios», actitud sobresaliente en un pueblo piadoso como el sumerio. <<
[35] En la Antigüedad, y hasta la Edad Media, la ordalía se empleó como medio oracular para averiguar la voluntad divina y también para comprobar la veracidad de una declaración, mediante el procedimiento de echar al sujeto al agua: Si no se ahogaba, esto se interpretaba como signo de que los dioses habían extendido sobre él su protección. <<
[36] Una diadema semejante aparece adornando el tocado hallado en las tumbas reales de Ur. <<
[37] Como se ha dicho, los sumerios imaginaban a sus dioses reunidos en una asamblea presidida por un monarca. En primera fila debían encontrarse los cuatro grandes dioses creadores y cerca de ellos los siete dioses supremos, quienes decretaban los destinos, el resto eran los «cincuenta grandes dioses». <<
[38] En toda la mitología antigua aparecen mensajes de los dioses a los hombres bajo la forma de sueños proféticos. <<
[39] Enki es el «señor de la tierra», y tiene una diosa paredro «señora de la tierra» llamada Ninki. A pesar del significado de su nombre, es el dios que representa las aguas dulces y también el patrón de la sabiduría. Su santuario principal estaba en Eridu y se llamaba eabzu, es decir, «templo del Abzu» u océano subterráneo. Enki habló a Ziusudra para prevenirlo del diluvio universal. <<
[40] Aruru es la importantísima diosa madre de Sumer, llamada también Nimah, Ninhursag y Nintu. De ella dice un poema:
«Quiero que la colina que yo, el héroe, he amontonado
tenga por nombre Hursag y que tú seas su reina».
Hursag era la montaña que había hecho Ninurta para evitar que las aguas del Kur invadiesen Sumer. <<
[41] Nergal es una divinidad infernal que aparece en época tardía como esposo de Ereshkigal, la hermana de Inanna que gobierna el mundo de ultratumba. <<
[42] El pensador sumerio estaba, según parece, convencido de que el concepto que tenía de las cosas era absolutamente correcto, y por tanto sabía exactamente cómo había sido creado el universo y cómo funcionaba. <<
[43] En Sumer la religión no prometía una vida agradable después de la muerte y todo parece indicar que los sumerios esperaban pasar al «mundo inferior», donde llevarían una especie de existencia de espectros. <<
[44] Los grandes dioses creadores, Ki, An, Enlil, habían engendrado a los dioses menores, que se fueron multiplicando hasta alcanzar cada detalle de la vida diaria, cuyo patrocinio se atribuía a un dios particular, como por ejemplo, el dios de los ladrillos o el dios del azadón. <<
[45] Los martu son un pueblo de nómadas pastores que aparecen ocasionalmente en la épica sumeria hostigando a las ciudades civilizadas. <<
[46] El país de Sumer es una llanura de aluvión que, a semejanza del valle del Nilo, posee una acuciante y característica sed de árboles que hacían necesarias costosas expediciones para talar la madera de las montañas. <<
[47] En las tablillas mesopotámicas se dice que Gilgamesh y Enkidu sueltan su pelo en el momento de partir. Como se verá, ello puede ser testimonio de su carácter de héroes solares y desde luego tiene que ver con las costumbres guerreras de algunas etnias de la zona, como la tribu hebrea de los nazarenos, quienes soltaban su melena antes de entrar en combate. Quizá no sea ajena a ello la expresión «soltarse el pelo» cuando alguien se conduce con furor. <<
[48] No existe tradición alguna en la épica mesopotámica sobre hombres transformados en piedra. Sí, en cambio, en la antigua mitología griega, lo que puede favorecer la teoría del origen exclusivamente griego del texto. <<
[49] En el mito conocido como «El ganado y el grano» hay un pasaje que dice así:
«Sobre la montaña del Cielo y de la Tierra
Anu engendró a los Annunakis».
Acerca de este pasaje escribe su traductor, S. N. Kramer que «hay motivos para suponer que los sumerios se imaginaban al cielo y la tierra como una montaña cuya base era la sede de la tierra y cuya cima era la cumbre del cielo», afirmando también que cuando la presencia de los dioses no era imprescindible en las diversas partes del universo encargadas a cada uno de ellos, se creía que vivían en la montaña del Cielo y de la Tierra, «allí donde nace el sol». <<
[50] Escribe Juan Amadés que, en las creencias catalanas, las serpientes, al hacerse viejas, pasan de serp a serpent y cambian al sexo masculino, les crece una mata de pelo y dentro de ella guardan un gran diamante que no pueden perder sin morir. La posesión de uno de ellos trae consigo suerte y felicidad y la manera de conseguirlo es ésta: La serpiente sólo se desprende del talismán para beber, dejándolo sobre una piedra. Entones hay que arrebatárselo, pero hay que correr mucho porque la serpiente persigue inmediatamente al ladrón. También poseen virtudes mágicas las piedras sobre las que la víbora escupe su veneno, y las que se encuentran dentro de la cabeza de la serpiente, la serpentina y la cornalina. Asimismo existe el granito llamado «ojo de serpiente», que según la leyenda utilizó Caín para matar a su hermano. Además: La piedra de escorpión, que lleva el escorpión en su cola; la piedra de lagarto, la piedra de dragón (lagartija), que tiene la virtud de hacer visibles los trucos de los prestidigitadores; la piedra de dragón legendario, que hacía a su poseedor invulnerable a las armas de fuego y a los maleficios y hacía invisible a su portador; de sapo, que guardan la siguiente relación indefinible con la aventura que el texto acaba de describir: «Los sapos nacen en el corazón de la roca granítica, donde permanecen más de cien años en incubación. Cuando nacen, siguen viviendo inmóviles dentro de la piedra hasta que la constancia los libera de su prisión». (Juan Amadés, Piedras de virtud, revista de Dialectología y Tradiciones Populares, tomo VII, cua, 1, 1951). <<
[51] En el poema titulado «Gilgamesh y el país de los vivos», Gilgamesh viaja a este país a fin de alcanzar gloria y reúne en Uruk a cincuenta compañeros sin casa ni madre. Del texto se deduce que para llegar al país de los vivos, que debe ser el mismo Bosque de los Cedros, hay que atravesar unas montañas donde viven los demonios. El texto se interrumpe antes de que estos demonios entren en escena, y por lo tanto no sabemos qué sucedió, pero cuando la arcilla vuelve a ser legible es para anunciar que Gilgamesh ha quedado dormido en un profundo sueño del que sus compañeros logran despertarlo sólo con grandes dificultades. Indudablemente esta imagen es muy semejante a la duermevela dentro de la piedra que menciona el anónimo autor de nuestra historia. He aquí, traducido por Kramer, el pasaje en cuestión:
«Lo tocó, pero no se levantaba
le habló, pero no respondía.
Tú que estás yaciendo, tú que estás yaciendo.
Oh, Gilgamesh, señor, hijo de Kullab ¿Cuánto tiempo permanecerás yaciendo?
El país se ha ensombrecido sobre él, se han extendido las sombras.
El crepúsculo se ha llevado su luz
Utu se ha dirigido, alta la cerviz, hacia el seno de su madre, Ninga.
Oh, Gilgamesh ¿Cuánto tiempo permanecerás yaciendo?
No dejes que los hijos de tu ciudad, que te han acompañado
te esperen, erguidos, al pie de la montaña.
No dejes que la madre que te dio el ser sea conducida a la plaza de la ciudad». <<
[52] Este lento transcurrir del tiempo no tiene paradigma en la mitología, pero sí el efecto contrario, esto es, la visita del héroe a determinado lugar donde el tiempo transcurre tan de prisa en relación con el exterior que al salir han desaparecido los lugares y las personas conocidos, efecto habitual de las visitas a los llamados túmulos o colinas de las hadas en el folklore europeo. <<
[53] Lugal significa «rey» y «gran hombre». Frankfort explica que en el momento de la coronación tenía lugar un cambio de nombre para adoptar uno nuevo compuesto con la voz lugal: «Después que hubo rechazado su nombre de insignificancia no hizo mención de su nombre bur-gi sino que nombró su nombre de gobierno». <<
[54] Los Annunakis son siete dioses de aspecto terrible y funciones infernales, que amedrentan a los mismos inmortales. <<
[55] No hay otras referencias a este río del sueño, pero sí al «río del Olvido», que según informes de Estrabón discurre por Galicia y que ningún general romano se atrevía a cruzar por miedo a perder la memoria. <<
[56] El mito del alma o corazón externado es muy frecuente en los cuentos populares. En el capítulo «El alma externada y los cuentos populares» de su Rama Dorada, Frazer proporciona un gran número de ejemplos. Se atiene al concepto primitivo del alma, sustancia de la noche, como un objeto material que hay que depositar en un lugar seguro. Mientas el alma permanezca incólume en el lugar donde fue guardada, el hombre será inmortal. El cuento de este tipo más conocido es «El gigante que no tenía el corazón en su cuerpo». Normalmente el gigante tiene prisionera a una princesa, ésta consigue sonsacarle el secreto de su corazón externado y lo revela al héroe, que se hace con él y de esta manera derrota al gigante (James Frazer, The Golden Bough, Nueva York 1922. Versión en castellano, La rama dorada, México 1944). <<
[57] En todo el oriente antiguo fue muy popular la leyenda del diluvio, conservada en las numerosas variantes que nos han llegado, a saber: Las del héroe sumerio Ziusudra, el acadio Utnapishtim, el armenio Xisuthros, el bíblico Noé y el patriarca posiblemente filisteo Decaulión. <<
[58] Existen otras alusiones a este fenómeno. En el Cabo San Vicente, Leite de Vasconcelos y A. Schulten, según informa J. M. Blázquez, «vieron unos montículos de piedra llamados moledros: las gentes creían que si alguien levantaba una de aquellas piedras, ésta volvería por sí sola a su lugar». (José María Blázquez, Imagen y mito, estudios sobre religiones mediterráneas e ibéricas, Ed. Cristiandad, Madrid 1977). Por otro lado, escribe Juan García Atienza: «La tradición mariana peninsular está repleta de historias (…) en las que la imagen volvía sin la ayuda de nadie al rincón del hallazgo o, según otras versiones, comenzaba a incrementar su peso de manera que no había fuerza, ni humana ni bruta, que lograse moverla de donde había decidido quedarse». (Juan García Atienza, Los lugares mágicos, artículo publicado en Historia 16 n.º 130). <<
[59] Como ya se ha dicho, algunos textos expresan la idea de que al Kur o mundo inferior se accede cruzando un río, también llamado «el río del Kur». Ello viene a constituir un motivo paralelo al cruce de un río que aparece en las narraciones populares para separar el mundo cotidiano donde vive el héroe del mundo donde se desarrolla la aventura y donde el protagonista crece interiormente: Todo ello porque dicha aventura es un proceso de iniciación o aprendizaje, lo mismo que la muerte misma puede ser considerada como una iniciación en la verdadera vida. <<
[60] Arrojar ceniza sobre la cabeza y arrancarse mechones de cabello son formas estereotipadas de expresar el luto en la Antigüedad. <<
[61] En el mundo antiguo, tanto los locos como los que padecían el «mal sagrado». —La epilepsia— eran tenidos por santos y respetados como oráculos vivos por cuyas palabras y gestos los dioses expresaban su voluntad. <<
[62] Ya se ha dicho que el pelo largo es un símbolo de poder y desatarlo y dejarlo ondear, una acción que precede ritualmente al combate. <<
[63] Ziusudra, que en la versión acadia del mito aparece con el nombre de Utnapishtim, figura a un rey prediluvial de Shurupak a quien el dios de la sabiduría, Enki, previene de que la asamblea de los dioses ha decidido enviar un diluvio para castigar a la Humanidad, dándole instrucciones para la construcción de una embarcación donde habría de salvarse con sus parientes. Esta embarcación encalló en el monte Nisir al remitir las aguas, y allí Ziusudra ofreció a los dioses un sacrificio religioso. Los dioses lo aceptaron y renovaron su pacto con los hombres otorgando a Ziusudra el don de la inmortalidad. <<
[64] En la epopeya de Gilgamesh, éste realiza un viaje en busca de Ziusudra aparentemente hacia el oeste y no hacia el norte. Ello se desprende de la referencia que hace el poema a que hasta el momento ese camino sólo había sido cubierto por Utu, el dios solar, de lo que se deduce que se trata de un recorrido de levante a poniente. Veremos qué significado simbólico tiene esta alteración y cómo en la segunda parte el anónimo autor recoge la tradición con más fidelidad y envía a Gilgamesh a navegar por el Mediterráneo rumbo al misterioso occidente donde moran los difuntos. <<
[65] Este sueño de Gilgamesh tiene un paralelo en el cuento galés medieval («mabinogi») llamado El sueño de Maxen, en el que Maxen, emperador de Roma, sueña que hace un viaje muy lejano, a través de mares y ríos, hasta llegar a una isla donde encuentra un castillo en una de cuyas salas tiene la siguiente visión: «Dos jóvenes morenos jugaban al ajedrez sobre un tablero de plata con piezas de oro, tendidos en un lecho. Al pie de una de las columnas de la sala vio a un hombre de cabellos blancos en una cátedra de hueso de elefante. Delante de él había un tablero de oro con sus piezas y en la mano sostenía una vara de oro y resistentes limas con las que tallaba las piezas del juego de ajedrez». También en el mabinogi llamado de Peredur, éste se dirigió al Castillo de los Prodigios, donde encontró un juego de ajedrez con dos grupos de piezas enfrentadas (Mabinogion, relatos galeses, versión castellana de María Victoria Cirlot, Editora Nacional, Madrid 1982). <<
[66] Habitualmente los cuentos populares simbolizan la entrada en el país de los sueños donde se desarrolla la aventura mediante el cruce de un río o algún otro accidente que hace de frontera. Así también, y como ya se ha visto, a menudo aparece en la mitología que para llegar al reino de los muertos había que atravesar un río o laguna. <<
[67] El color rojo aparece en determinadas mitologías como símbolo solar, y según Loomis, en la tradición medieval artúrica aparecen a menudo caballeros que llevan armas rojas cuya fuerza aumenta a mediodía y desaparece al atardecer (Loomis, Arturian tradition, citado por Carlos Alvar, Erec y Enid, Editora Nacional, Madrid 1982). Dicho esto, no es de extrañar que los tres caballeros o heraldos solares aparezcan en el paraje donde el sol se muestra con mayor majestad, en mitad del desierto. El hecho de que el águila sea generalmente tomada como símbolo solar refuerza esta teoría, pues el alma de uno de los guerreros caídos se transforma en águila y asciende al cielo, donde «se confundió con el sol». <<
[68] Escribe S. N. Kramer que, a pesar de su inmortalidad, los dioses tenían que recibir alimentos, podían caer enfermos e incluso morir. <<
[69] Algunas torres del silencio como las que aquí se describen se alzan en Irán. En la actualidad se acepta que fueron construidas por los devotos de la religión zoroástrica, por motivos idénticos a los que el anónimo autor de este relato pone en boca de Sib: Los elementos considerados puros, como el fuego, la tierra y las aguas, no debían ser contaminados por las miasmas procedentes de los cadáveres, que para ello se depositaban en lo alto de las torres a la espera de que los buitres mondaran los huesos. <<
[70] La figura de Issmir arroja paralelos con personajes femeninos del folklore gaélico. Una de ellas es Elen Luyddawk («Elen conductora de ejércitos»), hallada por Maxen, emperador de Roma, en el sueño que se relata en una nota anterior. Ella estaba en la sala del ajedrez, sentada en una cátedra de oro rojo, vestida con una camisa de seda blanca cerrada sobre el pecho con hebillas de oro rojo, un brial de brocado de oro y una copa de la misma tela, cerrada por un broche de oro rojo. Llevaba en la cabeza una diadema de oro rojo con rubíes y gemas que alternaban con perlas y piedras imperiales. Su cinturón era de oro rojo. Esta doncella, al ver al emperador, se dirigió a él y le echó los brazos al cuello, momento en el que aquél despertó del sueño. No obstante, en la vigilia consiguió encontrarla y la hizo emperatriz de Roma.
Por otro lado, el parecido es muy cercano a Blodewed, que aparece en el mabinogi de Math como creada mágicamente de las flores. Ocurrió debido a que el héroe solar Llew Llaw Gyffes había recibido esta maldición: «Juro que este joven está destinado a no tener jamás mujer de la raza que puebla esta tierra». Entonces Math, hijo de Mathonwy, dijo: «Intentemos que de las flores de retama y las flores de la reina de los prados salga una mujer para él», y reunieron «las flores del roble, las flores de la retama y las flores de la reina de los prados y con sus encantos formaron la doncella más bella y más perfecta del mundo. La bautizaron según los ritos y la llamaron Blodewed, que significa aspecto, rostro de flores».<<
[71] Esto recuerda el modo como Arturo se dio a conocer como rey de Bretaña y evoca seguramente un primitivo sistema de elección. <<
[72] Robert Gaves afirma que la tradición europea que habla de palacios de cristal y recintos similares se deriva de la costumbre de cubrir las sepulturas prehistóricas que llamamos túmulos con cristales de cuarzo blanco en honor de la diosa de la luna (Robert Graves, La Diosa Blanca, Madrid 1983). <<
[73] En los cuentos y en el mito es habitual el personaje conocido como el falso héroe, contra el que aún debe competir el héroe una vez consumada su aventura. En las narraciones populares del tipo lucha contra el dragón, un impostor se ha atribuido falsamente la derrota y muerte de aquél mostrando sus siete cabezas cortadas, y ya se están celebrando los banquetes que anuncian su boda con la hija del rey, cuando el héroe aparece con las siete lenguas de las siete cabezas del dragón. Así también, en la Odisea, Ulises ha de acreditar su identidad tensando un arco que sólo se doblega ante sus brazos. Pero en este caso el texto recuerda mucho más al nórdico Heimdall, que guarda el paso a la residencia de los inmortales provisto de un cuerno que sólo él podía tocar. <<
[74] El caballo que vuela es patrimonio cultural del chamanismo. El más famoso es Sleipnir, el caballo de ocho patas de Odín, cuya increíble velocidad lo alzaba en el aire (H. R. Ellis Davidson, Gods and Myths of Northern Europe, Londres 1974). Nótese cómo a medida que Gilgamesh avanza hacia el norte encontramos más y más símbolos propios de las civilizaciones de la zona. <<
[75] Suelen transformarse en águilas a su muerte los héroes solares, como el britanico Llew Llaw Gyffes o el mismo Hércules, cuyo espíritu se transformó en águila mientras su cuerpo ardía en la pira en el monte Eta. <<
[76] Estas doncellas que salen del mar para danzar en círculos a la luz de la luna son típicas del folklore europeo de tradición celta. <<
[77] Una vez más, el texto habla de una deformación del tiempo, en este caso mediante un falseamiento de la percepción obtenido por medios mágicos. <<
[78] Gilgamesh ha viajado ya mucho hacia países septentrionales, por lo tanto este pasillo de piedra por el que circulan los rayos del sol debe estar orientado siguiendo un eje aproximado SO-NE. <<
[79] Se refiere al planeta Venus. <<
[80] El instrumento capaz de tocar sólo es uno de los elementos típicos de los cuentos populares según Vladimir Propp, y suele aparecer en la cabaña del bosque donde tiene lugar la iniciación. A veces incluso se llama a esta casa «la casa de las flautas». El escritor ruso escribe: «Se creía que el sonido del instrumento, cuando es tocado por el héroe, convoca al espíritu». (V. Propp, Las raíces históricas del cuento, Madrid 1974). Quizá aquí el espíritu latente del dios muerto, Aradawc, aún transmitía mensajes a los sacerdotes de su culto. <<
[81] La ceguera del anciano o anciana que dirige la iniciación es otro de los elementos que se repiten en los cuentos populares. Tratando de explicarla, Vladimir Propp relaciona mediante la semántica comparada el concepto de ceguera que aparece en los cuentos con el de invisibilidad y cita a título de ejemplo el doble sentido. —Ceguera activa y ceguera pasiva o invisibilidad— de las expresiones caecus (en latín caeca nox) y el alemán ein blindes Fenstern («una ventana ciega»). De la misma manera que la maga ciega no mira, sino que oye y también ha de olfatear la presencia de un extraño, así la expresión del gigante que regresa a su cubil y habla así a su mujer: «A carne humana me huele, si no me la das te mato», puede indicar la ceguera en el cuento español. De igual manera, en determinada fase de la iniciación, el neófito es ritualmente cegado con una capa de cal u otro agente, para que al quitarle esta máscara pueda afirmar que verdaderamente ha adquirido una verdadera visión. <<
[82] Son muchos los textos cosmogónicos antiguos que se refieren a la creación del mundo mediante música. El tema fue recogido y tratado incluso por Tolkien en los papeles que más tarde fueron publicados bajo el título común de El Simarillion. Este tema volverá a aparecer en la segunda parte. <<
[83] Esta facultad recuerda de nuevo a Heimdall, que tenía el atributo de oír crecer la hierba y la lana de los corderos. <<
[84] Constituye una constante en las culturas primitivas la creencia de que puede dominarse mágicamente al adversario si se conoce su nombre. Por eso todo primitivo oculta el suyo. <<