CHARLES MARIE GEORGES HUYSMANS, más conocido como Joris-Karl Huysmans (París, 5 de febrero de 1848 - ibídem, 12 de mayo de 1907), fue un escritor francés. Los trabajos de Huysmans expresan un disgusto por la vida moderna y un profundo pesimismo, especialmente su obra más conocida, A contrapelo (À rebours, 1884).
Descendiente de una larga línea de pintores flamencos, Huysmans tuvo una juventud dolorosa (su madre se volvió a casar con un hombre de negocios, protestante: Jules Og). Empezó a estudiar leyes, tras ingresar como funcionario del Ministerio del Interior.
Publicó por su cuenta en 1874 un conjunto de poemas titulado Le Drageoir à épices. Sus primeras novelas, como Marta (1876) y Las hermanas Vatard (1879), estaban inspiradas por el Naturalismo de Émile Zola. Acudía a las veladas del grupo de Médan, para el que colaboró con un cuento, La mochila al hombro sobre sus recuerdos militares. El libro colectivo publicado: Las veladas de Médan constituye de hecho el manifiesto del naturalismo.
Empieza a mover su perspectiva. Escribe unos Croquis parisiens de valía. Nuevas obras como En ménage, 1881, y al año siguiente A vau l’eau (A la deriva o Aguas abajo) están llenas de vidas insípidas, muy contemporáneas e implacablemente descritas. Ya resalta su disgusto por un mundo moderno compuesto, dice, por bribones e imbéciles. Le guiaba el pesimismo de Schopenhauer.
En A contrapelo (1884), con distintas traducciones, famosa novela que se convirtió en modelo del decadentismo más exquisito, rompe claramente con la estética naturalista; pues las tendencias al artificio por parte del hiperestésico, descontentadizo e hipercrítico protagonista, Des Esseintes, son otros tantos impulsos hacia un ideal de vida.
Asistió en su lecho de muerte a su admirado Auguste Villiers de l’Isle-Adam (1889) y luego escribió una novela extraña sobre la demonología medieval mezclada con el presente, La bas (1891), que ha tenido diversas traducciones. Es una novela de éxito: Luis Buñuel escribió un guion sobre ella con Jean-Claude Carrière que no llegó a filmarse. El autor mostraba ya cierto desajuste psicológico, pero ese libro llamó la atención.
Muy pronto, en 1892, tras una crisis radical, viró hacia las enseñanzas de la Iglesia Católica, en un ejemplo extremo del misticismo expandido a finales de siglo, y que afectó de modos distintos a figuras como León Tolstoi. Sus novelas En ruta (1895) y La catedral (1898) están dedicadas a narrar esa experiencia religiosa. Finalmente se retiró a un monasterio benedictino y murió tras una enfermedad dolorosa el 12 de mayo de 1907. Está enterrado en el Cementerio de Montparnasse en París.
Por otro lado fue uno de los más importantes descubridores del arte avanzado el siglo, como lo muestra El arte moderno. Al fin de su vida estudió a los primitivos del arte.