Paul Lafargue (1842-1911), yerno de Marx e introductor del marxismo en España. Ejerció una influencia decisiva en la etapa inicial del movimiento socialista español. Morato refiere el gran impacto producido por Lafargue sobre Iglesias. “Contaba Iglesias que muchas veces, en dudas y perplejidades, había preguntado a Lorenzo y a Mora, sin que ninguno de ellos le iluminara como él quería”. En cambio, después de la venida de Lafargue, que poseía “una cultura formidable”, “lo que era oscuro empezó a trocarse en claro”.

“Accésit acordado en el curso de 1874 a 1875 al alumno del Conservatorio de Artes Don Pablo Iglesias y Posse por su aplicación y aprovechamiento en la asignatura de Francés, previa oposición verificada al efecto. Madrid, 31 de mayo de 1875”.

Fotografía de juventud de Pablo Iglesias, obtenida en uno de sus primeros viajes a Asturias. Del Iglesias de aquellos tiempos dibujó Anselmo Lorenzo el siguiente retrato: “Era joven, entusiasta, vehemente… Puntual y exacto en el cumplimiento de los deberes de su cargo, atento con todos, buen amigo…”

Don Francisco Pi y Margall, segundo presidente de la I República, uno de los pocos políticos españoles de su tiempo a quien Iglesias respetó.

Don Benito Pérez Galdós, que fue gran amigo y admirador de Pablo Iglesias. Según Morato, «Galdós oía a Iglesias recogido, y alguna vez le habló de “hacerse socialista”, de entrar en aquella admirable Casa del Pueblo, hogar de democracia, fábrica de voluntades y de hombres conscientes».