Introducción
La verdad es que mi osadía no tiene límites. Los que me conocen saben que no soy un amante de los libros y ni yo mismo sé muy bien cómo me atrevo a escribir uno.
¡A calzón quitado! Siempre he sido un poco irreverente además de tener poca vergüenza... Son cosas de la naturaleza humana, que no tiene explicación para todo. Y ésta es una de ellas. Desde ya pido perdón por mis palabrotas, a los atropellos al diccionario, a la Real Academia de la Lengua y a todo el belén berenjenero.
La idea no es otra que relatar en clave de humor, un hecho trágico. Una puta experiencia que tristemente cada día es más probable que le pase a uno y que me toca vivir en mis propias carnes. El despido.
Mi intención es que mi historia les sirva a otros. Contaros qué me pasó, cómo lo hice, no sé si bien o mal, e intentar ayudar a otros a superar este traguito, que ya puedes vislumbrar que no va a ser fácil.
Lamentablemente está a la orden del día que te hayan echado de algún sitio, bueno, para los más selectos diremos que habéis llegado a un acuerdo la empresa y tú. Ya no necesitan profesionales tan cualificados como tú, además de la situación económica por la que pasa la empresa, el sector, el mercado, el país hace que tengáis que buscar soluciones acordes con el nuevo entorno y, bla, bla, bla…Vamos que el acuerdo consiste en que ellos te echan y tú te vas por la puerta. Josdeputaaa!!!