ESCENA SEGUNDA

TONINO Y EL OGRO.

EL OGRO:

Sí, hombre, sí. ¿Tienes hambre?

TONINO:

Un poquillo. Yo no he almorzado una ternera.

EL OGRO:

Siéntate y come. Yo no soy un avaro. Puedes atracarte a tu gusto… Pero no vaya a darte un torozón.

TONINO:

(Aparte). ¡Huy, cómo me cuida…!

EL OGRO:

Bebe, hombre, bebe. Alégrate… Yo no me como a nadie, como habrás creído antes.

TONINO:

No, no…

EL OGRO:

Es que cuando tengo hambre me pongo de mal humor; pero en cuanto he comido, soy el hombre más alegre. Bebe, hombre, bebe.

TONINO:

(Aparte). ¡Malo! Quiere emborracharme… Para echarme a la cacerola sin que me entere. No, no; gracias. (Aparte). ¡Huy! Este vino se me sube a la cabeza de un modo… Van a guisarme sin sentirlo. Aunque sea mal preguntado: ¿van a ponerme unas patatitas?

EL OGRO:

¡Oh! ¡Patatitas! ¡Comida de pobres…! Te pondremos trufas.

TONINO:

(Aparte). Como a un pavo. ¿Y no teméis que se os indigeste?

EL OGRO:

Nunca he padecido indigestiones.

TONINO:

(Aparte). Pues como yo pueda…

EL OGRO:

(Canta): La vida es alegre,
comer y beber…

TONINO:

¡Qué hermosa voz!

EL OGRO:

¿Verdad que sí?

TONINO:

(Aparte). Le adularemos.

EL OGRO:

La vida es alegre…

TONINO:

(Aparte). Me parece que la ha cogido… Si se emborrachara y pudiera escaparme… ¡Vaya si tenéis buen humor! Al principio no lo parecía…

EL OGRO:

Antes de comer, siempre estoy malhumorado.

TONINO:

Bebed, bebed…

EL OGRO:

Y tú también…

TONINO:

(Aparte). ¡Ay! Que me parece que caigo yo antes…

EL OGRO:

La vida es alegre,
comer y beber…

TONINO:

¡Qué bonita canción!
La vida es alegre…

EL OGRO:

Me parece que el alegre eres tú… Así me gustas.

TONINO:

(Aparte). Le gusto con vino.

EL OGRO:

Vamos… Dime algo gracioso, bufón…

TONINO:

¡Para gracias estoy yo ahora! ¡Tengo unas ganas de llorar! ¡Ah! ¿Qué habrá sido de mi señor? Por supuesto, lo que será de mí… ¡Pobre Príncipe!

EL OGRO:

No, llorona no.

TONINO:

(Aparte). ¡Pobre de mí! ¡Ah! ¡Qué idea…!… ¡Ay, ay…!

EL OGRO:

¿Qué te pasa?

TONINO:

¡Estoy envenenado! ¡Ah…! ¡Estoy envenenado…! ¡Este vino está envenenado…! ¡Tengo un perro rabioso dentro! ¡Ah…! Rabio, muerdo… ¡Estoy envenenado!

EL OGRO:

Estás borracho…

TONINO:

No podéis comerme… Os haría daño… ¡Ay, ay…!

EL OGRO:

La indigestión… Yo no tengo nunca indigestión… ¡Ah…!

TONINO:

Se ha dormido… ¡Me he salvado…! La ogresa parece buena mujer y me dejará escapar… ¡Cómo ronca…! ¿Por dónde puedo salir? Pero antes conviene hacer provisiones… ¡A ja ja…! Con esto ya puede hacerse el camino…