Notas de Cantos
[1] Hijo de Peleo. <<
[2] La voluntad de Zeus, padre de dioses y hombres, es implacable. <<
[3] Se trata de Agamenón, hijo de Atreo. <<
[4] Es el dios Apolo. <<
[5] Calificativo ornamental (epíteto) propio del dios Apolo. El uso de este tipo de atribuciones propias de un personaje obedecía a razones de métrica, que facilitaban la recitación al aedo. <<
[6] Cfr. nota 5. <<
[7] Los aqueos o argivos, pobladores de buena parte del Peloponeso; Dánaos procede de Dánao, el nombre del héroe que refundó la ciudad de Argos, y de ahí argivos. <<
[8] Cfr. nota 5. <<
[9] Cfr. nota 5. <<
[10] En las culturas antiguas el adivino se erige en intérprete de la voluntad divina. <<
[11] Se trata de la esclava Criseida, botín de guerra. <<
[12] Los aqueos crearon una confederación de pueblos griegos para conquistar Troya y así obtener reparo por el agravio que supuso el rapto de Helena de Esparta, legítima esposa del rey Menelao. <<
[13] Aquiles es hijo del mortal Peleo y de la ninfa Tetis, esto es, un héroe o semidiós. <<
[14] Los dioses homéricos a menudo solo se muestran a su protegido. <<
[15] Cfr. nota 5. <<
[16] Cfr. nota 5. <<
[17] La imprecación de Aquiles está muy clara: Agamenón preferiría el pillaje a la batalla. <<
[18] Se impone la prudencia del anciano Néstor. <<
[19] Las hecatombes eran sacrificios de cien bueyes —número ficticio— para obtener los favores de los dioses. El término acaba desplazando su significado para designar a la postre una desgracia o un desastre mayúsculos. <<
[20] Los héroes homéricos presentan una vertiente totalmente humana junto al inmenso coraje propio de todo guerrero. <<
[21] Del mismo modo los dioses sienten como los humanos. <<
[22] Cfr. nota 5. <<
[23] Esto es, un hecatónquiro, un gigante de cien brazos y de cincuenta cabezas. <<
[24] Actitud propia del que implora, a menudo piedad o clemencia, a aquel de quien se reconoce la autoridad. <<
[25] Cfr. nota 21. <<
[26] Las premoniciones advertían el destino de los personajes al público y lo mantenían en vilo mientras el aedo recitaba el poema épico. <<
[27] Las naves eran negras probablemente por el calafateado con brea del casco y de la quilla. <<
[28] Es el nombre de la isla tras la que se esconderían los aqueos antes de proceder al ataque definitivo a Troya. <<
[29] Canto a modo de plegaria dirigido a Apolo y a otros dioses protectores. <<
[30] Cfr. nota 26. <<
[31] La venganza divina o némesis consiste en aplicar justicia de forma retributiva, potestad de los dioses. <<
[32] Cfr. nota 5. <<
[33] Cfr. nota 21. <<
[34] Los propios dioses olímpicos reconocen la autoridad suprema de Zeus. <<
[35] Al ser arrojado del Olimpo, Hefesto se dañó la pierna al caer y eso le causó la cojera que le caracteriza. <<
[36] Cfr. nota 5. <<
[37] Los dioses del Olimpo toman parte a favor de la causa aquea o troyana, según los casos. <<
[38] El aedo, a modo de narrador, se anticipa de nuevo a los hechos que ocurrirán por designio divino. <<
[39] La fiel reproducción de un pasaje ya cantado permitía al aedo ganar tiempo en la recitación y así localizar una nueva escena, que desarrollaría a continuación. <<
[40] La comparación, rasgo característico de la poesía épica, del mismo modo facilita la recitación al aedo por tratarse de un recurso mnemotécnico. <<
[41] De ahí la Ilíada o la historia de Ilión, esto es, de la ciudad de Troya. <<
[42] La imagen parafrasea el paso del tiempo. <<
[43] Cfr. nota 40. <<
[44] Hijo de Laertes. <<
[45] Cfr. nota 39. <<
[46] La persuasión al guerrero homérico se realiza a menudo apelando a su coraje. <<
[47] Cfr. nota 40. <<
[48] Obsérvese la minuciosidad de la descripción, elemento típicamente épico. <<
[49] La virilidad es también una característica del guerrero en una sociedad con roles de género muy marcados. <<
[50] Con una buena oratoria se podía persuadir al interlocutor o al auditorio. <<
[51] Adivino que profetizó la conquista de Troya con la inestimable colaboración de Aquiles. <<
[52] Las parcas o las moiras, divinidades femeninas que determinaban la vida de los hombres hasta su fin. Hilaban el hilo de la vida de cada mortal, hasta que decidían cortarlo, esto es, acabar con su vida. La palabra griega moira designa la parte o porción «de vida» de alguien, y también su parte de un botín, por ejemplo. <<
[53] Cfr. nota 5. <<
[54] Dios de la guerra, Marte en la mitología romana. <<
[55] La amenaza está clara: la cobardía conlleva la muerte y que el cadáver no encuentre el reposo eterno. <<
[56] Viento del sur. <<
[57] En los sacrificios los humanos consumen las vísceras de la víctima, para así dejar las partes más nobles a los dioses, o sea los muslos, los cuales se queman para que el humo llegue a las cumbres del Olimpo, morada de los dioses. <<
[58] Cfr. nota 48. <<
[59] Cfr. nota 40. <<
[60] Cfr. nota 40. <<
[61] Cfr. nota 40. <<
[62] Los héroes homéricos poseen rasgos divinos. <<
[63] Cfr. nota 40. <<
[64] El canto se conoce también como «el catálogo de las naves». En él aparecen los nombres de los jefes de cada ejército aliado, la ciudad o región de origen y el número de naves con que se alistaron. <<
[65] La unión de una divinidad y un mortal da lugar a un héroe o semidiós. Cfr. nota 13. <<
[66] Erecteo o Erictonio, nacido de la tierra fecundada por el esperma de Hefesto al intentar violar a Atenea. Según algunas fuentes fue el primer rey mítico de Atenas. <<
[67] Vanagloriarse de cierta superioridad frente a una divinidad (hybris) comporta inexorablemente un castigo divino, para así poder mantener el orden cósmico que garantiza la jerarquía entre dioses y hombres. <<
[68] Calificativo atribuido al mar (ponto), por el color oscuro de sus aguas debido a su gran profundidad. <<
[69] Según Estrabón se trataría de un pequeño archipiélago de las islas Jónicas en la parte oeste del golfo de Corinto. <<
[70] Era frecuente en época arcaica, después de un periplo por tierra o por mar, colonizar un territorio que ofreciera mejores condiciones de vida a una comunidad, hecho conocido como synoikismós. <<
[71] Descendientes del rey Mirmidón, y este a su vez de Zeus y de la princesa Eurimedusa, a la cual el dios conquistó transformándose en hormiga, myrmex en griego. <<
[72] Filoctetes dispararía con su arco, regalo de Heracles, la flecha que acabaría con la vida de Paris. <<
[73] Como su padre, Asclepio o Esculapio, dios de la medicina y de la curación. <<
[74] El poeta invoca a la musa para que le otorgue la clarividencia necesaria que le permita recordar los hechos. El inicio de la Odisea presenta este mismo rasgo. <<
[75] Cfr. notas 5 y 40. <<
[76] La exageración o hipérbole es un recurso literario de uso muy frecuente en la épica. <<
[77] Eneas, que tras sobrevivir a la caída de Troya en su periplo por el mar, dará lugar al canto épico de la Eneida, cuya autoría debemos al poeta romano Virgilio. Cfr. nota 282. <<
[78] El hijo de Eaco, Peleo, esto es, el padre de Aquiles. <<
[79] Cfr. nota 40. <<
[80] Cfr. nota 48. <<
[81] Cfr. nota 40. <<
[82] Es decir, lo habrían puesto en un sarcófago para enterrarlo. <<
[83] La voluntad divina es irrefutable. <<
[84] Escudo de forma redonda y de grandes dimensiones, como para proteger a un guerrero por completo. <<
[85] Cfr. nota 76. <<
[86] Un castigo divino —aquí la guerra de Troya— puede alcanzar a varias generaciones de hombres. <<
[87] Imprecación contra sí misma: el perro, en general, era considerado un animal innoble en la antigua Grecia. <<
[88] Pueblo de mujeres guerreras, conocidas por protagonizar una clara inversión de roles sexuales. <<
[89] Cástor y Pólux, los Dio scuros o hijos de Zeus convertido en cisne, nacieron de sendos huevos de Leda. <<
[90] Lacedemonia o Esparta. <<
[91] Cfr. nota 48. <<
[92] Es frecuente la intervención de los dioses para poner fin a una situación definitiva, acción que recibe el nombre de deus ex machina y de uso muy común en el drama griego. <<
[93] Además del coraje en la lucha, el favor de los dioses es condición para conseguir la victoria. Cfr. nota 37. <<
[94] Cfr. nota 2. <<
[95] Las palabras «tienen alas» porque las noticias viajan a toda velocidad. <<
[96] Los dioses, a veces con un comportamiento reprochable, se convierten así en motores de la acción. <<
[97] Se emplea como fórmula mnemotécnica el breve excurso que explica el origen de una persona u objeto. <<
[98] Cfr. nota 86. <<
[99] Quirón era un centauro, hijo de Cronos y de la oceánide Fílira, experto en medicina y cirugía, y tutor de Asclepio, Hércules y Ayax, entre otros ilustres personajes. <<
[100] Los antiguos griegos mezclaban el vino con agua, por ser este demasiado fuerte, excepto en las libaciones, en que empleaban el vino puro. Solo los bárbaros dícese que lo bebían sin mezclar. <<
[101] La lanza ligera o dardo era un arma arrojadiza, por esta razón el guerrero normalmente iba provisto de dos de ellas. Para la lucha cuerpo a cuerpo se empleaba la lanza pesada o pica, como en esta escena aconseja Néstor. <<
[102] Referencia al llamado ciclo tebano: grupo de poemas de la épica arcaica entorno a Edipo y a la ciudad de Tebas, asediada por los argivos y tematizada en la tragedia de Esquilo Los siete contra Tebas. <<
[103] El fragor de la batalla describe perfectamente la violencia del choque y el griterío de los contendientes. <<
[104] Despojar de las armas a un guerrero vencido equivalía a obtener un trofeo como premio o botín de guerra. <<
[105] Los hijos se hacían cargo de sus padres cuando estos ya eran ancianos, para devolverles lo que antes ellos habían hecho por aquellos. <<
[106] La venganza es el mejor premio que se puede ofrecer en honor del amigo muerto por un adversario. <<
[107] Cfr. nota 106. <<
[108] Canto conocido como «principalía de Diomedes» debido al protagonismo del guerrero a lo largo del mismo. <<
[109] La intervención de los dioses se debe a veces a sus sentimientos propios de humanos, como la piedad. <<
[110] Cfr. nota 104. <<
[111] Célebre arquero troyano que rompió la tregua con los aqueos al herir con una flecha a Menelao. <<
[112] Normalmente el carro era utilizado por el guerrero para trasladarse al campo de batalla o para huir en caso de graves complicaciones en la lucha. <<
[113] Ganimedes fue un príncipe de origen troyano, que devino amante de Zeus y copero de los dioses. <<
[114] Cuando un mortal atenta contra un dios, comete un pecado de insolencia divina (hybris) al cual la divinidad responde con un castigo (némesis), que restablecerá el orden natural de las cosas (kósmos). <<
[115] Sarpedón, aguerrido combatiente troyano que estuvo al mando de los licios en la guerra de Troya. <<
[116] Cfr. nota 26. <<
[117] Eris es la diosa de la Discordia, la causante del juicio de Paris por haber arrojado una manzana dorada «para la más bella» durante el banquete de Peleo y Tetis, al cual no fue invitada, entre Atenea, Afrodita y Hera. <<
[118] La sagacidad del héroe homérico le permite percatarse de la metamorfosis de un dios y de su protección al adversario. <<
[119] La provocación de un guerrero a otro se da al poner en duda su valentía y al cuestionar su noble origen. <<
[120] El aedo formula una pregunta al público y así prosigue el interés de este en la narración de los hechos. <<
[121] Cfr. nota 48. <<
[122] Atenea nació vistiendo la armadura, de la cabeza de Zeus, aquejado de una fuerte jaqueca. Por esta razón es hábil en el uso de las armas, actividad reservada a los hombres, aunque más corrientemente patrocine la sabiduría, la estrategia y la civilización. <<
[123] Mítico alimento de los dioses, que significa «inmortalidad» y que al parecer justifica esta condición. La bebida divina es el néctar. <<
[124] La imperfección humana reside en el modelo divino, visto que los dioses homéricos tampoco son perfectos en sus actos, como se aprecia en este pasaje. <<
[125] Se trata de la diosa Atenea, protectora del héroe Diomedes. <<
[126] Los titanes, generación de inmortales precedente a los dioses olímpicos, que fueron derrotados por estos bajo el liderazgo del propio Zeus y encarcelados en el Tártaro, episodio conocido como la Titanomaquia. <<
[127] Ninfas que habitan en ámbitos de agua dulce como fuentes y manantiales. Son longevas pero mortales. <<
[128] Es común que el héroe homérico apele a su origen noble o a un linaje divino. <<
[129] La hospitalidad se percibe como un don de gratitud eterno que puede incluso llevar a dos adversarios a cerrar un pacto de no agresión, como muestra aquí la escena. <<
[130] La intervención divina es determinante para el desarrollo de la acción, y no siempre contempla actitudes honestas: aquí, el engaño de Zeus a Glauco. <<
[131] Se trata de Hécuba, esposa de Príamo y madre de Héctor. <<
[132] Comentario premonitorio de Helena, que aunque troyana por la fuerza, era de Esparta. <<
[133] Helena se refiere a los graves hechos que culminarían con la guerra de Troya y de los que el aedo se sirvió como material poético para crear un magno canto épico como la Ilíada. <<
[134] Pasaje considerado de gran lirismo dentro del poema épico: el marido se despide de su mujer e hijo antes de acudir al combate. Obsérvese la ternura de la escena y más adelante la inocente reacción del niño ante su padre, que lleva puesto el casco de guerra con el penacho. <<
[135] Andrómaca prevé perfectamente cuál será la suerte de su esposo Héctor. <<
[136] Los sentimientos y emociones se localizan en puntos físicos concretos del cuerpo humano. <<
[137] Junto al aire y al fuego son los cuatro elementos de la naturaleza. Con agua y tierra, es decir, con arcilla, el dios Hefesto modeló la primera mujer, Pandora, a la cual Zeus infundió vida, y que debería acarrear los males a los hombres, plan de venganza urdido por el propio Zeus, porque previamente el titán Prometeo había robado el fuego a los dioses inmortales. <<
[138] El paso del tiempo contempla la gran experiencia en el combate de un guerrero ya anciano, del rey Néstor, que minuciosamente relata un episodio de lucha vivido en primera persona. <<
[139] El héroe homérico es noble, ante todo. <<
[140] Cfr. nota 76. <<
[141] La lucha siempre tiene lugar a la luz del día; con la noche los dos bandos se retiran a descansar. <<
[142] Cfr. nota 139. <<
[143] Las honras fúnebres por los caídos en combate son preferentes a cualquier otra actividad. <<
[144] Sin duda el comentario anticipa el ardid de Ulises, ingeniero y constructor del caballo de Troya, inspirado por la diosa Atenea, que se le apareció en sueños. <<
[145] Jasón fue el ínclito héroe que junto a los tripulantes de la nave Argos o argonautas, partió hacia la Cólquida en busca del vellocino de oro, prueba que le había impuesto su tío Pelias para devolverle el reino que Jasón le reclamaba. <<
[146] Zeus es omnipotente y padre de dioses y hombres. <<
[147] Cfr. notas 37 y 83. <<
[148] Aunque el dios que gobierna les fenómenos naturales es Poseidón, el rayo de Zeus resulta implacable. <<
[149] Que el enemigo tenga conocimiento de un acto de cobardía es gran deshonor para el guerrero homérico. <<
[150] La mujer, en una sociedad patriarcal antigua, tenía asignadas tareas relativas a la casa, al marido y a los hijos, y en cambio, al varón se le atribuía la guerra, razón que justificaría su virilidad. <<
[151] En la antigüedad grecorromana los caballos recibían grandes cuidados por ser considerados importantes armas de guerra, además de por su utilidad para el transporte y las labores en el ámbito rural. <<
[152] Los héroes poseen armas de extraordinaria belleza y de gran calidad: conseguirlas es un triunfo personal y símbolo de incuestionable prestigio ante los demás. <<
[153] La fama de los héroes era conocida por persona de toda condición. Cfr. nota 120. <<
[154] Divinidad femenina protectora de ámbitos sagrados como los templos: quien la miraba, quedaba petrificado. Una de las gorgonas era Medusa, monstruo con cabellera de serpientes venenosas. <<
[155] Se refiere a Heracles, a quien Euristeo impuso los doce trabajos. <<
[156] El can Cerbero, monstruo de tres cabezas y cola de serpiente que vigilaba la entrada del Hades, y que debía ser apresado y sacado de los infiernos, según se estipulaba en uno de los doce trabajos de Heracles. <<
[157] Obsérvese la premonición. Patroclo era el criado y escudero de Aquiles, quien le profesaba gran estima. <<
[158] Cfr. nota 141. <<
[159] Néstor reprocha a Agamenón que este enojara a Aquiles al arrebatarle su esclava Briseida. <<
[160] Los regalos ofrecidos a Aquiles son cuantiosos por cuanto significa la gran valía del héroe. Cfr. nota 76. <<
[161] Pese a la rivalidad acérrima entre contendientes, la hospitalidad honra a los héroes cuando la practican. <<
[162] Fiel reproducción de las palabras de un jefe en boca de un emisario, en este caso de Ulises. Con el pasaje repetido el aedo se sirve nuevamente de la mnemotecnia y además, se da tiempo para localizar en su mente el siguiente tema a recitar. He aquí una vez más la estrategia de la oralidad empleada en la poesía épica. <<
[163] El engaño de Agamenón, Aquiles lo atribuye a la pérdida de la sensatez, no a la ambición o a la avaricia. <<
[164] Concepción de que al morir, el alma, esto es, la vida, escapaba por la boca. <<
[165] Divinidades femeninas —llamadas Furias en Roma— que perseguían y se vengaban de los criminales y de los autores de determinados delitos morales, como la infidelidad al padre. <<
[166] Hija de Zeus y Deméter, raptada por Hades, gobierna el mundo de los difuntos o inframundo. <<
[167] El consejero recomienda piedad y prudencia a Aquiles enojado, como es propio de un hombre de bien. <<
[168] El excurso de Fénix —padre adoptivo de Aquiles— a modo de flash-back, sitúa por unos momentos al público en otro tiempo y en una famosa historia, conocida por todos, la del jabalí de Calidón (cfr. infra). <<
[169] Los dioses desean recibir culto de parte de los mortales. En caso contrario, actúan en consecuencia. <<
[170] Esto es, los mató. <<
[171] Naves de guerra de navegación rápida, llamadas trirremes por sus tres filas de remeros en bancos. <<
[172] Cfr. nota 136. <<
[173] El debate y el consenso ayudan a la toma de decisiones. Por otra parte, asistimos a menudo a resoluciones de parte de los jefes, porque a ellos corresponde dar las órdenes cuando es necesario. <<
[174] Sin penacho ni cimera para evitar hacer ruido o llamar la atención en su incursión por la noche. <<
[175] No lo cumpliría porque moriría a manos del enemigo: premonición del aedo. Nótese cómo ambos bandos planean la misma estratagema para saber cómo proceder en adelante: una incursión en el campo enemigo. <<
[176] Las armas del guerrero vencido se muestran públicamente como trofeo y sirven para dar ánimo a la tropa. <<
[177] Los sueños son interpretaciones de la realidad futura, por lo tanto tienen un claro valor premonitorio. <<
[178] Es manifiesta la confabulación y la rivalidad existente entre los dioses olímpicos. <<
[179] El lenguaje articulado es propio del hombre a diferencia de los animales, por tanto supone civilización. <<
[180] La belleza y la perfección de las armas se corresponde con la entidad del guerrero que las viste. <<
[181] Se trata de un presagio o señal divina. <<
[182] En ocasiones los dioses se regocijan con la desgracia humana y dejan de intervenir, actuando como meros espectadores. <<
[183] Obsérvese el realismo de la escena en la descripción de la lucha, rasgo típicamente homérico. <<
[184] Zeus gobierna el destino de la batalla y a modo de contrapunto alterna la victoria entre un bando y otro. <<
[185] Las Musas proporcionan al poeta la inspiración divina necesaria para continuar con el relato. Cfr. nota 74. <<
[186] Hasta el siglo VII a. C. no se acuñó moneda, razón por la cual se practicaba el trueque: el buey constituía una unidad de valor. <<
[187] Cfr. nota 120. <<
[188] Obsérvese la eficacia de los héroes en la lucha, así como la crudez de la batalla, no exenta de rasgos hiperbólicos. <<
[189] La fuerza del guerrero homérico reside sobre todo en las rodillas: doblarlas significa morir. <<
[190] El comentario preconiza la inminente muerte de Patroclo. <<
[191] De este episodio recibió Néstor el epíteto de «señor de los carros». <<
[192] Néstor expone una detallada historia de su propia juventud. La autobiografía, con valor de experiencia, así como los consejos de un anciano por su prudencia, deberían ser eficaces argumentos para conmover a Aquiles. Cfr. nota 269. El valor de la amistad y la intervención divina también deberían serlo. <<
[193] El aedo anticipa el final de la guerra, aunque es cosa bien sabida por el auditorio. <<
[194] Habitantes de una región de Tesalia junto al monte Olimpo. La batalla de los lapitas contra los centauros la inmortalizó el escultor italiano Miguel Ángel en un famoso relieve en mármol datado en torno a 1492. <<
[195] El bronce, por su dureza, era de uso frecuente en la antigüedad homérica; menos lo era el hierro. <<
[196] Héctor manifiesta un claro desprecio por el supuesto presagio y la interpretación de Polidamante. <<
[197] Sarpedón fue el primer hijo de Zeus y Europa. Junto a su tío Cílix conquistó Licia y gobernó allí como rey. <<
[198] Obsérvese la concepción del paso del tiempo a través del cual aparecen humanos cada vez «de peor calidad». El poeta Hesíodo se refirió a ello en el mito de las edades en su obra Trabajos y días: la raza de oro, la de plata, la de bronce, la de los héroes y la de los mortales se sucedieron una tras otra en un tiempo mítico. <<
[199] La piel de oveja o vellón constituía un preciado objeto, susceptible de ser usado como medio de pago. <<
[200] El pasaje caracteriza perfectamente al héroe homérico: fuerza, ímpetu, coraje y estrategia. Cfr. nota 265. <<
[201] Poseidón, señor de los mares, gobierna asimismo las fuerzas de la naturaleza, los volcanes, etc. y también a los caballos desbocados. De este modo se le atribuye la invención del freno, que hizo construir a Hefesto en la forja, para poder luego dominarlos y dirigirlos según conveniencia. <<
[202] La venganza por el compañero caído se hace patente, junto a un acto de provocación al enemigo. <<
[203] Deméter es la diosa de la agricultura. Su veneración garantizaba los frutos de la tierra, alimento de los mortales. <<
[204] El valor de la amistad es importante deber de todo buen guerrero homérico. <<
[205] Del mismo modo que en el canto V asistíamos a la principalía de Diomedes, en estos versos el poeta nos muestra el protagonismo de diversos héroes de ambos bandos, cuyas acciones sobresalen especialmente. <<
[206] La prudencia en la batalla consiste en adoptar la mejor estrategia en cada momento, por ejemplo no arriesgar innecesariamente. <<
[207] Paris es consciente de las limitaciones humanas en el combate, y más cuando los dioses se posicionan. <<
[208] Desde tiempo inmemorable, la mujer —aquí la diosa Hera— asume el papel de seductora y se vale de artes y engaños para conseguir sus propósitos: sería el caso de Eva en el Génesis o de Pandora, entre otras. <<
[209] Una tradición antigua consideraba la muerte como un sueño profundo del que uno no despertaba. <<
[210] El recurso persuasivo de la diosa Hera pone sobre la mesa el hecho de que todo es venal, según precio. <<
[211] El Bóreas es un viento del norte. Nótense los efectos naturales para reproducir la crudez del combate. <<
[212] La acción obedece al hecho de minar la moral del adversario mostrando el trofeo conseguido. <<
[213] Cfr. nota 120. <<
[214] Según la concepción homérica el alma se alojaba en las entrañas, es decir, en los intestinos del hombre. <<
[215] Zeus anuncia el funesto destino de Patroclo, Sarpedón y Héctor, gracias a su condición de dios supremo. <<
[216] Temis es la diosa de la justicia y de la equidad. <<
[217] También los dioses olímpicos pueden caer en desgracia y ser víctimas de un destino aciago. <<
[218] En la Teogonía el poeta Hesíodo (siglo VII a. C.) nos habla de la formación del cosmos y de la aparición de las diversas generaciones de dioses. Cfr. nota 198. <<
[219] La amenaza es inherente al carácter duro del dios Poseidón, que incluso se atreve a desafiar a Zeus padre. <<
[220] Nótese la personificación de las flechas y las picas, hechas para herir al enemigo. <<
[221] El público, sin duda, conocía a los principales contendientes de la guerra de Troya, por lo tanto sus rasgos biográficos no eran en modo alguno superfluos, sino que le acercaban más a esa mítica realidad. <<
[222] Atenea, diosa de la sabiduría, proporciona estrategias a los aqueos para resistir al ataque troyano, al igual que se aparecerá más tarde en sueños al ingeniero Ulises y le dará la idea para construir el caballo de Troya. <<
[223] El agotamiento de la guerra hacía pensar que los aqueos acabarían retirándose y huyendo en sus naves. <<
[224] Obsérvese la lapidaria frase de Ayax, exhortando a los suyos. <<
[225] He aquí la razón por la que Zeus protege a Héctor: su vida resultará efímera. Obsérvese la premonición. <<
[226] Aquiles sigue sintiéndose agraviado y su reacción es la de alguien ajeno a lo que ocurre en la batalla. <<
[227] El poeta emplea, de vez en cuando, la invocación; ahora refiriéndose a Patroclo en segunda persona. <<
[228] Véase la hipérbole épica: solo Aquiles puede manejar su espada, igual que el Cid en el poema homónimo. Así, solo Ulises es capaz de tensar su arco en el episodio de la venganza contra los pretendientes en la Odisea. <<
[229] La minuciosa descripción de los actos previos al combate se sitúa en un ritual debido a su trascendencia. <<
[230] Hera persuade a Zeus de que es mejor no oponerse al destino que le espera a su hijo Sarpedón. <<
[231] Pédaso es un caballo especial, razón por la cual es relevante que el poeta refiera cómo murió. <<
[232] Nótese el heroísmo de Sarpedón al morir, alentando a su amigo Glauco a no dejar que lo despojen. <<
[233] Cfr. nota 227. <<
[234] Para el héroe homérico el valor de la amistad constituye un bien superior, incluso sobre la propia familia. <<
[235] Nueva sentencia de tinte lapidario. Cfr. nota 224. <<
[236] La balanza constituye aquí una paradoja, pues no es gobernada imparcialmente, sino a conveniencia. <<
[237] Circunstancialmente, el héroe homérico hace uso de la ironía para con su adversario: he aquí Patroclo. <<
[238] Para proteger y para profanar el cadáver, respectivamente. Cfr. nota 104. <<
[239] Porque las mujeres y los hijos de los derrotados eran esclavizados por los vencedores. <<
[240] La intervención de Apolo es determinante en la medida en que se despoja a Patroclo de sus armas. La de Zeus, por omisión, también. Ese era el destino del héroe. <<
[241] El epíteto probablemente respondería a que los aqueos tendrían rasgos físicos propios de pueblos del norte de Europa (altos, rubios, fuertes y de ojos claros), que habrían llegado a la Hélade en época arcaica. <<
[242] Cfr. nota 235. <<
[243] Es el dios del fuego, patrón de los artesanos que trabajan los metales en la fragua. <<
[244] Se creía que las facultades cognitivas y de raciocinio del hombre se hallaban en el pecho (corazón). <<
[245] Cfr. nota 244. <<
[246] El banquete no era únicamente un rutinario acto social: se trataba de ir renovando un pacto entre aliados. <<
[247] Obsérvese la imagen sensorial gracias a la fuerza de los metales empleados en la lucha. <<
[248] A los hombres mortales corresponde el máximo sufrimiento por designio divino. <<
[249] Cfr. nota 244. <<
[250] Los mensajes del heraldo épico no solamente interesan por su contenido sino también porque mantienen candente el interés del auditorio. <<
[251] Las nereidas, divinidades marinas, solidarias con Tetis, manifiestan su gran pesar por la muerte de Patroclo. La tristeza es total y embarga a todos los seres marinos, acto acorde con la categoría de héroe. <<
[252] El desconsuelo de Aquiles es máximo por la pérdida del amigo. Cfr. nota 234. <<
[253] Tetis profetiza el fatal destino de Héctor. Cfr. nota 157. <<
[254] Se refiere a la oratoria o uso de la palabra con finalidad persuasiva, lo que Aquiles no consiguió con Patroclo, y que en el ágora emplea con acierto desde el comerciante al político. Cfr. nota 50. <<
[255] Cfr. nota 253. <<
[256] Hera goza de una situación privilegiada, razón por la cual oculta la realidad a Zeus y a los dioses. Cuando los humanos actúan de forma parecida, lo justifican aduciendo que lo hacen a semejanza de los dioses. <<
[257] Enialio es un epíteto del dios de la guerra, Ares, y a veces se caracteriza por la arbitrariedad de sus actos. <<
[258] El mito da razón de un acto y justifica un credo: he aquí la gratitud de Hefesto a Tetis, su protectora. <<
[259] Las escenas cotidianas constituyen un acertado contrapunto a las grandes hazañas de los héroes épicos. <<
[260] El mito se refiere a la construcción del laberinto de Creta por parte de Dédalo para recluir al Minotauro, el cual devoraba siete chicos y siete chicas cada nueve años. Teseo mató al monstruo con la ayuda de Ariadna. Otra referencia mítica habla de unas danzas en algunas islas del Egeo, a través de las que los danzantes completaban un recorrido laberíntico cogidos de la mano. <<
[261] Podría tratarse de una referencia velada al propio autor, al aedo, que por ser ciego gozaba de la «mirada interior» y por lo tanto de condición de «divino», al igual que los adivinos o los chamanes de la Antigüedad. <<
[262] Cfr. nota 83. <<
[263] Aquiles vestirá unas armas de creación divina que acrecentarán su poder sobre el enemigo y garantizarán la victoria: se trataría de un antiguo ritual iniciático para la batalla final, que consagraría al héroe como tal. <<
[264] Los dioses no pueden aceptar esta subversión del orden cósmico porque significaría volver al chaos. <<
[265] Los bienes materiales solamente no pagan el favor de Aquiles al reconciliarse con Agamenón; el héroe es ante todo agathós, esto es noble, justo —debe vengar a Patroclo— y fuerte, cualidades inherentes a su condición. <<
[266] Nótese la coincidencia con la tradición judeocristiana, que realiza el acto de la comunión con estas especias, las cuales a su vez representan el cuerpo y la sangre de Cristo. <<
[267] No se trataría de humillar a Agamenón, sino de dar a Aquiles el debido reconocimiento moral y material. <<
[268] Cfr. nota 267. <<
[269] Que la prudencia procede de la experiencia lo retomaría posteriormente Cicerón, orador romano (siglo I a. C.). <<
[270] Cfr. nota 54. Nótese la sinécdoque, consistente en identificar al personaje con la acción que representa. <<
[271] La dura agonía del héroe se traduce en su inapetencia: solo la lucha contra Héctor lo puede saciar. <<
[272] Ni la supuesta muerte del padre o del hijo sería peor para Aquiles que la de su fiel escudero Patroclo. <<
[273] Cfr. nota 21. <<
[274] La ceremonia de investidura de las armas deviene un ritual en cuanto preconiza el sacrificio de Héctor. <<
[275] Cfr. nota 228. <<
[276] Los hechos fantásticos tienen su razón de ser en el canto épico debido a la intervención divina. <<
[277] El combate que se avecinaba sería de tal importancia, que tras convocar Zeus a todas las deidades en el Olimpo, cada una tomaría partido por un bando y se enfrentaría a un rival. Así se explicaría a través del mito este acontecimiento de incalculables consecuencias. <<
[278] Se refiere a los caballos de Eneas, conquistados por Aquiles. <<
[279] Cfr. nota 92. <<
[280] La acotación en el no-tiempo está clara: ni siquiera Troya (Ilión) era entonces conocida. <<
[281] Cfr. nota 113. <<
[282] En el espacio de diez años de guerra en Troya, Eneas tendría a su hijo Ascanio o Iulo, posterior fundador de la dinastía romana Julio-Claudia, de la que procedería Julio César, entre otros. Ambos sobrevivirían a la guerra y conseguirían huir del desastre. Tras una travesía por el Mediterráneo recalarían en las costas de Italia. <<
[283] Cfr. nota 24. <<
[284] Obsérvese el realismo en la descripción de los estragos que causa Aquiles en las filas troyanas. <<
[285] El Escamandro, el Janto, el Axio y otros, personificaciones de ríos divinos, se posicionan en el combate a favor de los troyanos por haber acogido o engendrado a alguno de ellos, como es el caso de Asteropeo. <<
[286] Cfr. nota 285. <<
[287] El linaje sitúa jerárquicamente a los personajes y, eventualmente, emparienta a dioses y hombres. Ahí radica el prestigio de un guerrero al enfrentarse a un héroe o semidiós en la lucha. <<
[288] Cfr. nota 287. <<
[289] Cfr. nota 285. <<
[290] La grandeza del héroe comporta la superación de grandes adversidades, inclusive catástrofes naturales. <<
[291] Cfr. nota 276. <<
[292] Los quehaceres divinos y humanos son intrínsecos: eso explicaría el enfrentamiento entre dioses. <<
[293] Agenor medita una estrategia para alejar a Aquiles y a los aqueos de Troya y así evitar el ataque final. <<
[294] Cfr. nota 92. <<
[295] Nótese la ironía: Aquiles reprocha a Apolo su ayuda a otros guerreros, cuando él mismo recibió ese trato de otros dioses, especialmente de parte de su madre Tetis y del dios Hefesto, quien le fabricó las armas. <<
[296] El consejo de Príamo está claro: si Héctor conserva la vida aún podrá luchar por los troyanos. <<
[297] Héctor sabe en su fuero interno que se presta a su propio sacrificio, habida cuenta que ni la retirada ni la negociación con Aquiles son viables. Es lo propio de un héroe y por eso desoye a sus padres Príamo y Hécuba. <<
[298] Ante una situación irresoluble se hace necesaria la intervención divina, de nuevo motor de la acción. <<
[299] Véanse las antítesis, que remarcarían la posición irreconciliable de Aquiles para con Héctor. <<
[300] Héctor descubre la trampa de Atenea y comprende cuál es su sino, al cual es inútil oponerse. <<
[301] El odio cerval de Aquiles impedirá, excepcionalmente, acceder a esta petición para el reposo del cadáver. <<
[302] Tal como Patroclo antes de morir predijo la muerte de Héctor, este ahora augura la de Aquiles, quien sucumbirá después del final de la Ilíada, herido en su talón por una flecha disparada por Paris Alejandro. <<
[303] Precisamente el único punto vulnerable de su verdugo Aquiles, porque al nacer, su madre, la ninfa Tetis, sumergió su cuerpo en las aguas inmortales de la laguna Estigia, excepto el talón, por donde lo sujetaba. <<
[304] El patetismo de la escena es evidente por cuanto la pérdida supone para Príamo, Hécuba y Andrómaca. <<
[305] El comentario se relaciona con el nombre: Astianacte significa «señor de la ciudad». <<
[306] El río es el Aqueronte, que los difuntos deben cruzar para llegar a la morada del Hades. <<
[307] Cfr. nota 302. <<
[308] Patroclo y Aquiles son un claro ejemplo de profunda amistad en la épica homérica. Peleo acogió a Patroclo, siendo este un niño, al ser desterrado por un homicidio involuntario. <<
[309] Río de la Ftiótide, patria de Aquiles. <<
[310] No era infrecuente el sacrificio de animales y humanos en las ceremonias fúnebres de la Antigüedad. <<
[311] La magistral narración de la carrera pone de manifiesto una vez más la destreza poética del aedo. <<
[312] Cfr. nota 292. <<
[313] El caballo, de caudal importancia para el guerrero, era capaz de sentir y reaccionar en consecuencia. Cfr. nota 151. <<
[314] Para el auriga, la habilidad en el dominio del carro era tan importante como la velocidad de los caballos. <<
[315] Nótese la oposición «prudencia-arrojo» fruto de la edad de los personajes. Cfr. nota 269. <<
[316] La imagen que caracteriza la actitud de Menelao frente a Antíloco es a todas luces de gran carga poética. <<
[317] Cfr. nota 186. <<
[318] Atenea era la protectora de Ulises. Cfr. notas 96 y 144. <<
[319] Asteropeo, a pesar de que disparaba la lanza con ambas manos, desafió e hirió a Aquiles, que a la postre lo venció a orillas del río Escamandro. <<
[320] La nobleza del héroe se hace patente cuando este reconoce el valor de su oponente Diomedes y le cede el premio del combate. <<
[321] El metal por excelencia en los poemas homéricos es el bronce, ya que el hierro en época micénica no se conocía; no obstante, su mención obedece a que los aedos posteriores ya sabrían de su existencia. <<
[322] Cfr. nota 321. <<
[323] La hecatombe, según los casos, podía realizarse asimismo con corderos. Cfr. nota 19. <<
[324] El propio Héctor también había ultrajado el cadáver de Patroclo arrastrándolo. Según una tradición, en la antigua Tesalia se arrastraba al asesino alrededor de la tumba de su víctima. <<
[325] Cfr. nota 37. <<
[326] Cfr. nota 38. <<
[327] Iris, parafaseando las palabras de Zeus, transmite la orden a Príamo. El aedo se servía de este recurso mnemotécnico para localizar el pasaje que recitaría a continuación. Cfr. nota 39. <<
[328] Cfr. nota 52. <<
[329] El doce era considerado un número especial en honor a los doce dioses y diosas del Olimpo. <<
[330] Hermes es el dios mensajero, que protege a los viajeros, a los comerciantes y a los ladrones: es «hermético» por cuanto es «de múltiple ingenio» (polytropos), esto es impredecible, según el himno homérico. <<
[331] La felicidad pertenece a los dioses en primera instancia, en tanto que exentos de preocupaciones. <<
[332] El origen y el linaje denotaban el rango de un mortal o de un héroe, así como la categoría del interlocutor. <<
[333] Cfr. nota 329. <<
[334] Cfr. nota 228. <<
[335] Ate es la diosa de la fatalidad, consecuencia de los actos irreflexivos, que llevan a dioses y a mortales a cometer pecados de hybris (insolencia). Según Hesíodo en la Teogonía, es hija de Eris, la diosa de la discordia. <<
[336] El respeto a los dioses es poder enterrar un cadáver para que viaje al Hades, y honrar a los ancianos. <<
[337] Cfr. nota 331. <<
[338] Aquiles honra a Príamo en calidad de huésped, al ofrecerle asiento o comida, como era costumbre. <<
[339] Atentar contra una divinidad en todas sus formas era considerado un pecado de hybris. Cfr. nota 114. <<
[340] Zeus transformó a los habitantes del lugar en piedras, prolongando así el sufrimiento de Niobe: nadie enterraría a sus hijos, hasta que los mismos dioses lo hicieron al décimo día. Cfr. nota 336. <<
[341] En la mitología griega son frecuentes los episodios de sufrimiento eterno, así como también lo son en la tradición judeocristiana. <<
[342] Cfr. nota 338. <<
[343] La nobleza reside también en el respeto a los funerales por el enemigo caído antes de reanudar la lucha. <<
[344] Cfr. nota 329. <<
[345] Hermana de Héctor y sacerdotisa de Apolo. Fue maldita por este al negarse a mantener relaciones con él después de haberlo pactado, con lo que no gozaría de crédito en sus profecías. Predijo la derrota de Troya. <<
[346] Andrómaca profetiza la muerte fatal de su hijo Astianacte, que fue arrojado desde una torre por el griego Neoptólemo, para que los troyanos supervivientes de la guerra de Troya no lo proclamaran rey. <<
[347] Pasarían diez años entre el rapto de Helena y el inicio de la guerra de Troya. <<
[348] Después de tantas desgracias en el bando troyano, Helena es claramente odiada por sus conciudadanos y considerada fuente de males, que culminarían con la derrota en la guerra y con la destrucción de Troya. <<
[349] Se combinaba la incineración y la inhumación en el rito funerario homérico. Además, erigir un túmulo posibilitaba que los caminantes que pasaban cerca del lugar rindieran culto al célebre personaje enterrado allí. <<