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El breve ayuno de Shinya

Ya he explicado por qué pienso que ayunar es la clave para limpiar la basura dentro de nuestro cuerpo para rejuvenecer, y he comentado que el breve ayuno de Shinya es sencillo y fácil de practicar. Ahora tendrás ocasión de comprobarlo, así como los métodos específicos a seguir para obtener los mejores resultados.

Lo primero que necesitas saber es que el breve ayuno de Shinya es un ayuno matutino. Lo segundo es que este «ayuno matutino» en realidad no empieza por la mañana, sino por la noche. Para reducir la carga impuesta a tu estómago y tus intestinos y para evitar que tu organismo consuma enzimas de manera innecesaria, debes haber terminado de cenar como muy tarde a las nueve de la noche, idealmente a las seis o a las siete de la tarde. Tras la cena debes abstenerte por completo de comer, pero sí debes beber un poco de agua de buena calidad. Yo prefiero el agua Kangen, que por sus características moderadamente alcalinas (recomiendo un pH de 8,5) ayuda a eliminar los radicales libres y a reducir la inflamación corporal.

Al levantarte, a la mañana siguiente, bebe entre 500 y 750 ml de agua a temperatura ambiente a pequeños sorbos. A continuación tómate una porción de fruta fresca de temporada. Esto será tu desayuno. No cocines la fruta. No debes consumir ningún alimento cocinado hasta la hora del almuerzo. Además, recomiendo beber entre 500 y 750 ml adicionales de agua de buena calidad entre el desayuno y el mediodía. Puedes beberla a sorbos pequeños, o bien de una vez treinta minutos antes de la comida. Evita beber agua del grifo; es recomendable que esté filtrada y libre de sustancias potencialmente dañinas. Ya he dicho que yo bebo agua Kangen, y la recomiendo, aunque si no tienes acceso a ella, puedes sustituirla por agua mineral embotellada. Pero no la guardes en el frigorífico, pues enfriaría tu temperatura corporal.

Si comes a las doce del mediodía, habrás ayunado quince horas, suponiendo que la noche anterior cenaras antes de las nueve de la noche.

Como ves con sólo un poco de esfuerzo es posible ayunar de quince a dieciocho horas, lo que supone bastante más de la mitad de un día. Este sencillo y breve ayuno de Shinya que dura medio día basta para detonar la autofagia y desintoxicar las células.

Repetido dos o tres veces por semana, este ciclo revitalizará tus células y las mantendrá libres de «basura» tóxica. Te sorprenderá comprobar la cantidad de energía que notarás, tanto física como mental, una vez libre de células y proteínas dañadas. Además, te sentirás más motivado en el trabajo. Una vez que hayas incorporado el ayuno a tu rutina semanal, hacerlo no te costará demasiado esfuerzo.

Tu planta de reciclaje

Habrá quienes se pregunten si es buena idea consumir frutas ricas en azúcares durante el ayuno. Las frutas son frescas y no se les aplica calor. La razón por la que los alimentos crudos son recomendables durante el ayuno es porque se absorben sin necesidad de enzimas digestivas, por lo cual no representan una carga para el estómago o los intestinos.

Además, las frutas en sí son ricas en enzimas, fuente de energía vital, además de en minerales y vitaminas, que ayudan a éstas a trabajar. Se debe evitar la ingesta excesiva de frutas, pero un consumo moderado mantendrá el efecto del medio día de ayuno iniciado la noche previa. Es posible que sientas hambre, pero esto sería señal de que la autofagia, tu planta de reciclaje intracelular, está en pleno funcionamiento y procediendo a la desintoxicación. Esta hambre de ninguna manera representa un factor negativo para el cuerpo, tan sólo que tú planta de reciclaje particular está cumpliendo la función para la que fue diseñada.

Si tienes la costumbre de comer dulces o chocolates o acostumbras a mascar chicle con frecuencia, debes abstenerte de hacerlo, al menos durante las quince a dieciocho horas de ayuno. Necesitamos aprender a apreciar la sensación de hambre. Si no puedes soportarla, come algo de fruta que sea saciante, como una manzana o un plátano, pero en poca cantidad. Si no te resulta práctico llevar fruta fresca al trabajo, sustitúyela por un tentempié a base de frutos secos, como uvas o ciruelas pasas. Es aceptable, aunque no preferible.

Mastica, mastica, mastica

Durante la comida y la cena debes aumentar el número de veces que masticas los alimentos, pues la digestión empieza en la boca. Masticar ayuda a las funciones digestivas y de absorción de los intestinos. Además, al masticar más, te saciarás con menos cantidad de alimento y tardarás en volver a tener hambre. Si eres de esas personas que se marean o se sienten débiles si no desayunan, entonces necesitas especialmente adoptar el método de masticar más. Tu cuerpo se irá ajustando poco a poco a este nuevo hábito. Cuando empieces a tener una sensación ligeramente placentera de hambre, querrá decir que tu planta de reciclaje ha empezado a funcionar. Una vez te acostumbres al ayuno matutino y a la sensación de ligero apetito, verás cómo empiezas a ir al cuarto de baño por la mañana con regularidad. Por supuesto, la reacción al breve ayuno de Shinya varía de una persona a otra. Habrá quienes expulsen heces duras como piedras, las de otros serán muy voluminosas aunque la cantidad consumida de alimento haya sido pequeña. Si sueles tener la cara o las extremidades hinchadas, es posible que los síntomas desaparezcan, señal de que tu actividad intestinal se ha recargado de energía como consecuencia de la desintoxicación intracelular, impidiendo la acumulación de heces. Es posible que notes que no sólo pierdes peso y grasa corporal, también se equilibrarán tus niveles de colesterol, ácido úrico, glucosa y demás. Al despertar, deberás tener sensación de ligereza. Si rejuveneces tus células de esta manera, estarás más en forma y tendrás mayor vitalidad. Y todo ello sin demasiado esfuerzo.

La señal de que ha empezado el proceso de limpieza en el interior de las células

Como ves, el breve ayuno de Shinya no tiene que ver con hacer dieta o adelgazar, sino con limpiar la basura que hay en nuestras células para que nuestro cuerpo obtenga energía y el colon funcione mejor, lo cual tiene como resultado la eliminación eficiente de heces. Perder peso sólo es una consecuencia de haber mejorado la constitución del cuerpo. Las personas con sobrepeso que sufran síndrome metabólico pueden perder peso reduciendo calorías y haciendo ejercicio, pero mientras no desintoxiquen, sus células estarán expuestas al efecto rebote. Si no se traducen en una mejoría en las deposiciones y en la salud, los esfuerzos por hacer dieta son una pérdida de tiempo y energía.

En cuanto al método del ayuno matutino, existen otras versiones que puedes adoptar según te convenga. Lo importante es recordar que el objetivo del breve ayuno es propiciar un «estado de inanición» para activar la autofagia y que ésta pueda llevar a cabo la desintoxicación celular. Una vez entendido esto, cada uno puede hacer las modificaciones que considere al método Shinya para adaptarlo a su estilo de vida. Desde un punto de vista fisiológico, ayunar por la mañana es lo más viable. Sin embargo, si te resulta más conveniente hacerlo por la noche, y cenar sólo una porción de fruta, entonces puedes tomar un desayuno completo por la mañana. Lo fundamental es hacer quince horas de ayuno y sentir hambre. No tiene por qué ser por la mañana. Cuando te entre el hambre, intenta no ir a por comida. En lugar de ello, interprétalo como una buena señal y piensa: «mis células se están desintoxicando» o «la fuerza limpiadora (la enzima para rejuvenecer) se ha puesto a trabajar». Un aspecto esencial del método de miniayuno de Shinya consiste en ver el hambre como algo positivo.

Cuando tenemos hambre, las células se energizan y nos sentiremos más sanos y motivados.

El ayuno puede contribuir incluso a nuestro desarrollo personal y ayudarnos a prosperar laboralmente, si hemos de creer un conocido aforismo japonés que viene a decir, más o menos, que una buena deposición por la mañana hace que el resto del día vaya sobre ruedas. Y es cierto. Si antes de una reunión importante padeces diarrea o estreñimiento, ¿cómo vas rendir de forma adecuada en la misma? Si quieres mejorar tus competencias y alcanzar metas laborales, concéntrate en mejorar tu salud. En lugar de seguir dietas convencionales que requieren restringir la ingesta de calorías, hazme caso y practica el ayuno sabia y racionalmente. Así lograrás la salud y la energía necesarias para desarrollar al máximo tus capacidades.

A los ratones les funciona

Insisto: el propósito del breve ayuno de Shinya es limpiar tus células para que tu organismo funcione mejor, no restringir la ingesta calórica. Estudios científicos recientes demuestran que ayunar de quince a dieciséis horas, desde el momento en que se termina de cenar hasta el almuerzo del día siguiente, puede reducir la grasa corporal y mitigar problemas metabólicos, incluso si se consume la misma cantidad de calorías que se ingerirían sin ayunar.

En un estudio cuyos resultados se hicieron públicos en la revista digital Cell Metabolism en mayo de 2012, Satchidananda Panda, biólogo en el Salk Institute de La Jolla, y su equipo sometieron a grupos de ratones a dietas distintas durante cien días.

Los animales en ambos grupos recibieron alimentos altos en grasa y calorías. La mitad podía comer cuando quisiera y mordisqueaba intermitentemente durante el día y la noche. Los otros ratones tenían acceso a alimentos sólo durante ocho horas al día, cuando estaban más activos. Para los humanos, activos durante el día y relajados o dormidos durante la noche, esto sería similar al miniayuno que he descrito antes, sólo que sin nada de comida entre las siete de la tarde y las once de la mañana del día siguiente, con todo el consumo de alimentos concentrado en las ocho horas que van entre las once de la mañana y las siete de la tarde.

Los resultados que Panda y su equipo obtuvieron con los ratones del laboratorio fueron espectaculares. Aunque llevaron una dieta alta en grasas y en calorías, los ratones obligados a ayunar durante dieciséis horas adelgazaron casi tanto como los ratones en un grupo de control que recibieron una dieta más nutritiva y equilibrada. En cambio, los ratones a los que se permitió comer alimentos altos en grasa y calorías a cualquier hora terminaron obesos, pese a que consumieron igual cantidad de grasa y calorías en un mismo periodo de veinticuatro horas que los del grupo con restricciones de tiempo.

Y, como era de esperar, el sobrepeso no fue su único problema. Los ratones obesos desarrollaron colesterol alto, niveles elevados de azúcar en sangre, hígado graso y problemas metabólicos. Lo sorprendente fue que los ratones que comieron alimentos grasos y de alto contenido calórico pero se vieron forzados a ayunar durante dieciséis horas al día casi no mostraron señales de inflamación o trastorno hepático, y sus niveles de colesterol y azúcar en la sangre eran virtualmente idénticos a los de ratones que comieron alimentos normales bajos en calorías. Además tenían mayor vitalidad.

Cuando se les colocaba en una rueda para que hicieran ejercicio, mostraban mayor resistencia y mejor control motor que el resto de animales del experimento. Estos datos dieron a entender a Panda y a su equipo exactamente eso a lo que me refiero cuando hablo del ayuno breve y de la desintoxicación celular. Nuestro estómago, nuestro cerebro y nuestros intestinos necesitan interrumpir de vez en cuando la gestión de combustible; de lo contrario, podemos llevarnos a nosotros mismos a un estado de agotamiento metabólico. Esto, combinado con dietas altas en calorías y grasas, desemboca en aumento de peso, hígado graso, acumulación de colesterol en las arterias e hiperglucemia.

En los ratones que ayunaron dieciséis horas al día, las mediciones de hormonas de la digestión, colesterol y glucosa dieron a entender que las enzimas del hígado estaban trabajando intensamente para degradar el colesterol en ácido bílico. Panda informó de que las reservas del cuerpo de «grasa parda», que convierte las calorías adicionales en calor, eran amplias, y que el hígado dejó de producir glucosa. A medida que los ratones quemaban grasa, su temperatura corporal subía.

A pesar de estos resultados obtenidos en ratones, no te estoy sugiriendo que te alimentes exclusivamente de comida basura rica en grasa y en calorías y luego intentes compensar ayunando desde las siete de la tarde y saltándote el desayuno. Lo que comes importa. Si el breve ayuno de Shinya, que presentaré en mi libro El factor microbio se sigue varios días a la semana acompañado de otros hábitos nutricionales que aparecen al final de este libro, conocidos como «las siete reglas de oro para la buena salud», tu cuerpo tendrá un aspecto maravilloso y funcionará a pleno rendimiento.

Es posible liberar fuerzas latentes pasando un poco de hambre, pues el hambre lleva consigo una fuerza vital poderosa de la que no somos conscientes.