Supongo que el principal dilema de la novela de detectives tradicional, clásica, directamente deductiva o de lógica y deducción consiste en que para acercarse en alguna medida a la perfección, exige una combinación de cualidades que no se puede encontrar en el mismo espíritu. El constructor frío no crea siempre al mismo tiempo personajes vivaces, un diálogo agudo, un sentido del ritmo y un penetrante empleo de detalles observados. El torvo lógico obtiene tanto ambiente como el que hay en un tablero de dibujo. El investigador científico tiene un bonito y reluciente laboratorio nuevo, pero lo siento mucho, no puedo recordar su cara. El tipo que puede escribirle a uno una prosa vívida y llena de colorido no se molesta en absoluto con el trabajo de coolie de atacar las coartadas inatacables.
RAYMOND CHANDLER, El simple arte de matar