Notas

[1] «Le 24 février 1848», conferencia pronunciada el 24 de febrero de 1946 en la Sorbona, recogida en 1848 et les Révolutions du XIXe siècle, otoño de 1946, n.º 172, p. 7. <<

[2] Se pueden encontrar datos biográficos sobre Georges Lefebvre, facilitados por él mismo, en los «Annales historiques de la Révolution française», 1946, p. 185, y 1947, p. 188 (Pro Domo). Ver también la breve reseña bibliográfica publicada al comienzo de los Études sur la Révolution française (Paris, 1954, m-8.º, 328 pp.). En esta obra se recogen, con ocasión de su ochenta aniversario, sus artículos más importantes y una lista de «Las principales publicaciones de Georges Lefebvre» (p. VII). En 1963, se llevó a cabo una segunda edición de los Études sur la Révolution française. <<

[3] Pro Domo, art. cit., p. 189. <<

[4] Ibid. <<

[5] Ver lo que escribe Georges Lefebvre sobre el materialismo histórico en sus Notions d’historiographie moderne. (Les cours de la Sorbonne, Centre de documentation universitaire. Paris, s. f.), p. 237. <<

[6] Pro Domo, art. cit., p. 189. <<

[7] Ver la Introducción a los Paysans du Nord, p. V. <<

[8] Ver «Annales historiques de la Révolution française», 1946, p. 185. <<

[9] Études sur ta Révolution française, op. cit. 1.ª ed. Datos biográficos, p. V. <<

[10] Lille, 1914; in-8.º, CXXIV-670 pp. El segundo tomo apareció en 1921 (Lille, 1921; in-8.º, 704 pp.). Este estudio fue completado por el artículo: La réquisition de Van VII dans le ci-devant district de Bergues, «Revue du Nord», febrero 1920, p. 26. Se trata de documentos precedidos de una introducción. <<

[11] Lille, 1924; in-8.º, XXV-1020 pp. Ver el informe de defensa de Aulard en la revista «La Révolution française», t. LXXVII, 1924, p. 218. Las principales reseñas son las de Albert Mathiez en los «Annales historiques de la Révolution française», 1924, p. 470, de Henri Sée en la «Revue historique», t. CXLVII, 1924, p. 90, de Henri Pirenne en la «Revue belge de philologie et d’histoire», 1926, p. 198. Esta tesis fue impresa por cuenta del autor y se hicieron 300 ejemplares, agotados desde hace tiempo. No se ha hallado ningún editor francés que acepte los gastos de una segunda edición. Esto lo ha hecho el editor italiano Laterza (Bari, 1959; in-8.º, XXVII-923 pp.; prólogo de Armando Saitta y Albert Soboul). <<

[12] Conclusión, p. 882. <<

[13] Estos dos artículos han sido publicados en la «Revue d’histoire moderne» en 1928. Han sido reproducidos en Études sur ta Révolution française (2.ª ed., p. 279 y p. 307). <<

[14] Questions agraires au temps de la Terreur (Strasburgo, 1932; in-8.º, 256 pp. Colección de documentos inéditos sobre la historia económica de la Revolución francesa). Segunda edición revisada y aumentada (La Roche-sur-Yon, 1954; in-8.º, 274 pp., de la misma colección). Traducción rusa (Moscú, 1936).

La Grande Peur de 1789 (Paris, 1932, in-8.º, 272 pp.; 2.ª ed. Paris, s. f. (1956); in-8.º, 272 pp.). (Â esta segunda edición se le ha incorporado un Addendum, paginado de 1 a 6, que ofrece una bibliografía crítica de los trabajos aparecidos sobre el tema después de 1932). Sobre La Grande Peur, ver en particular la reseña de Marc Bloch, en los «Annales d’histoire économique et sociale», 1933, p. 301. Traducción italiana (Turin, 1953). <<

[15] Se trata de una comunicación presentada al Centre de Synthèse, con ocasión de la Semana de Síntesis de 1932, consagrada a las masas. El texto fue publicado, junto con las demás, comunicaciones, en un volumen intitulado La Foule (Paris, 1933), bajo el título «Masas históricas, Las masas revolucionarias» (p. 79; ver la discusión, p. 108) y después en los «Annales historiques de la Révolution française», 1934, p. 1. Ha sido recogido en 1954 en los Études sur ta Révolution française, 2.ª ed. p. 371. Georges Lefebvre da un bello ejemplo de análisis de un hecho con voluntad punitiva en su artículo La meurtre du comte de Datnpierre (22 juin 1971), «Revue historique», 1941; recogido en los Études sur la Révolution française, 2.ª ed., p. 393. Este asesinato no fue sólo consecuencia de un paso imprudente del conde al ir a saludar al rey a Sainte-Menehould, de regreso de Varennes; el conde era odiado por sus trabajadores del campo: «… A través del acontecimiento político se trasluce, como ocurre siempre a lo largo de la revolución popular, la agitación social que fue su principal empuje». <<

[16] Se trata de dos conferencias pronunciadas en el Centre d’Études de la Révolution française, en la Sorbona, los días 12 y 14 de diciembre de 1932. El texto fue publicado en los «Annales historiques de la Révolution française», 1933, p. 97, y en los «Cahiers de la Révolution française», 1934, n.º 1, p. 7. Ha sido recogido nuevamente en los Etudes sur la Révolution française, 2.ª ed., p. 338. <<

[17] Questions agraires… 2.ª ed. p. 132. <<

[18] Les Thermidoriens (Paris, 1937; in-16, 220 pp.). Le Directoire (Paris, 1946; in-16, 198 pp.). Estos dos volúmenes han sido traducidos al alemán (1950), al italiano (1952) y al polaco (1959). <<

[19] La Révolution française (París, 1951; in-8.º, 674 pp.). Una tercera edición, revisada y aumentada, ha aparecido en 1963 (698 pp.) con puesta al día bibliográfica por Albert Soboul. Traducción italiana (Turín, 1958). <<

[20] Napoleón (París, 1953; in-8.º, 610 pp.; 5.ª edición revisada y aumentada, 1965, 626 pp., con puesta al día bibliográfica por Albert Soboul). Traducción italiana (Bari, 1960). <<

[21] Quatre-Vingt-Neuf (París, 1939; in-8.º, 252 pp.). Traducción inglesa bajo el título The coming of the French Revolution (Princeton, 1947). Traducción italiana (Turín, 1949). Traducción japonesa (Tokio, 1952), con un prólogo en francés por Georges Lefebvre. Ver la reseña de este libro por L. Febvre, en los «Annales d’histoire sociale», 1940, n.º 2, p. 147. <<

[22] Señalamos aquí las obras de Georges Lefebvre publicadas después de su muerte.

Cherbourg à la fin de l’Ancien Régime et au début de la Révolution (Caen, .1965; in-8.º, 296 pp.): primer trabajo de investigación de Georges Lefebvre; ensayo de juventud; permite precisar el punto de partida de su carrera histórica.

Études orléanaises, t. I, Contribution à l’étude dés structures sociales à la fin du XVIII siècle; t. II, Subsistances et maximum, 1789 an IV (Paris, 1962 y 1963; 2 vol. in-8., 276 y 476 pp.). Acabada en 1944, fue retirada unos años más tarde, estimando Lefebvré necesario hacer primeramente una historia del problema de las subsistencias y el máximum en el departamento del Loiret, y un estudio más reposado de las estructuras sociales de la ciudad y el campo de Orléans. Esta nueva versión, por la exquisitez de su erudición irreprochable, por la amplitud de los problemas abordados y por las nuevas perspectivas que abre a la investigación, supera el marco de una monografía regional: viene a ser como un testamento científico.

Desde Cherbourg a los Études orléanaises, queda trazada la línea de toda una obra y en ella se precisa la lección que nos da Georges Lefebvre: la de una exigencia científica siempre alerta y jamás satisfecha. <<

[23] Citaremos los artículos siguientes: Avenir de l’histoire, «Revue historique», enero-marzo, 1947, p. 55; Recherche et congrès, Ibid, julio-septiembre 1951, p. 1; La synthèse en histoire, «Bulletin de la Société d’histoire moderne», octubre-noviembre 1951, p. 7; Réflexions sur l’histoire, «La Pensée», mayo-junio 1955, p. 27. <<

[24] Reflexions sur l’histoire, art. cit., p. 32. <<

[25] Ibidem, p. 8. <<

[26] Esta es una de las ideas directrices del curso de Georges Lefebvre Notions d’historiographie moderne. Se alza contra el aserto de Fenelón según el cual «la historia no pertenece a ningún tiempo ni a ningún país». Ver también, Réflexions sur l’histoire, art. cit., p. 30. <<

[27] Lefebvre ha subrayado en diversas ocasiones que el historiador escribe para las clases dominantes. En consecuencia, «la historiografía necesariamente ha de reflejar el movimiento general de la historia, pues las clases dominantes cambian, y su mentalidad también». (La Synthèse en histoire, art. cit., p. 9.) <<

[28] La Synthèse eh histoire, art. cit.; p. 9. <<

[29] Ibidem, p. 10. <<

[30] Réflexions sur l’histoire, art. cit., p. 32 y p. 33. <<

[31] La Synthèse en histoire, art. cit., p. 12. Ver también el articulo Quelques réflexions sur l’histoire des civilisations, «Annales historiques de la Révolution française», 1955; p. 97. Sobre Tocqueville, cuya influencia sobre Georges Lefebvre parece decisiva, ver la introducción que éste último escribió al Ancien Régime et la Révolution, t. II de las Obras Completas (París, 1952; in-8.º, 358 pp.) p. 9. Ver también el artículo A propos de Tocqueville, «Annales historiques de la Révolution française», 1955, p. 313. <<

[32] Art. cit., p. 60. <<

[33] Con esta bellísima página termina las Réflexions sur l’histoire, art. Cit., p. 34. Acerca del hombre, hacedor de la historia, ver este mismo artículo, p. 32: «Sometido a la influencia de otros factores», es él el que construye la historia. «Marx encontraba gracioso el hecho de que, siendo la historia creada por el hombre, se pudiera poner en duda el que el hombre participe en ella», art. cit., p. 102; Georges Lefebvre se alza contra «una idea incorrecta» que se hacen muchos del método marxista. «El hombre hace la historia, escribe, y en consecuencia, Marx lo señala, su naturaleza se inscribe entre los factores originales». <<

[34] Ver los dos discursos pronunciados por George Lefebvre, con ocasión de la inauguración del busto de Robespierre en Arras, el 15 de octubre de 1933. «Annales historiques de la Révolution française», 1933, p. 484 y p. 492. <<

[35] Le 24 février 1848, art. cit., p. 16. <<

[36] Qu’est-ce que le capitalisme? (Union française universitaire, Paris, 1946; in-8.º, 18 pp.) p. 17. Conferencia pronunciada por Georges Lefebvre el 16 de febrero de 1946. <<

[37] Ibid., p. 18. <<

[38] Quatre-vingt-neuf, 1.ª ed., p. 245. Ver la reseña de este libro por Lucien Febvre en los «Annales d’histoire sociale», 1940, p. 147. «Palabras recias, escribe Lucien Febvre en su reseña, merecen la pena de ser meditadas y practicadas». (Annales d’histoire sociale, 1940, p. 147). <<

[39] Discours sur Robespierre, art. cit., p. 510. <<

[40] Pro Domo, art. cit., p. 190. «En estos aciagos días, añade Georges Lefebvre, no puedo releer esta página sin una estremecedora emoción». <<

[41] Le 24 février 1848, art. cit., p. 17. Acerca de Georges Lefebvre y de su obra, ver el número especial de los «Annales historiques de la Révolution française». Hommage à Georges Lefebvre, 1960, n.º 1. Ver también en esta misma revista, Georges Lefebvre, pour le dixième anniversaire de sa mort, 1969, n.º 4, en especial el estudio de E. Labrousse. <<

[42] Sesión solemne del parlamento (N. del T.). <<

[43] Recaudación de impuestos. En la Francia del Antiguo Régimen la percepción de los impuestos se arrendaba (fermer) con frecuencia a compañías o a individuos (fermiers). (N. del T.). <<

[44] Feudo alodial, es decir, libre de toda carga señorial. (N. del T.). <<

[45] L’Ancien Régime et la Révolution, libro II, capítulo 1 (editado en 1952, con introducción de G. Lefebvre, p. 99). <<

[46] Le Capital, libro III, cap. 20, «Aperçu historique sur le capital marchand», Editions Sociales, 1957, t. VI, p. 342. (Hay edición castellana en F. C. E., México).

Sobre el problema de la transición del feudalismo al capitalismo, cf. The transition from feudalism to capitalism. A symposium by P. M. Sweezy, M. Dobb, H. K. Takahashi, R. Hilton, C. Hill, London, 1954; R. Hilton: Y eut-il une crise générale de la féodalité?, «Annales, E. S. C.», 1951, núm. 1; G. Procacci, G. Lefebvre, A. Soboul, Une discussion historique: du féodalisme au capitalisme, «La Pensée», 1956, núm. 65. (Hay edición castellana del primero, Editorial Ciencia Nueva, Madrid). <<

[47] Estos son los problemas que destaca G. Lefebvre, La Révolution française dans l’histoire du monde, «Annales, E. S. C.», 1948, retomado en Études sur la Révolution française, 1954; 2.ª ed., 1963, p. 431. <<

[48] La expresión antiguo régimen apareció a finales del año 1789; naturalmente está cargada de un contenido afectivo: en esta conjunción de términos hay una especie de rechazo (F. Brunot: Histoire de la langue française, t. IX, La Révolution et L'Empire, p. 621). La expresión, consagrada por el uso, es históricamente válida; no comprendemos bien las oscuras razones por las que ciertos historiadores tienen actualmente tendencia a rechazarla. <<

[49] Sobre los problemas de la nobleza francesa en el siglo XVIII, nos contentaremos con citar un artículo ya antiguo (M. Bloch, Sur le pasée de la noblesse française: quelques jalons de recherche, «Annales d’Histoire économique et sociale», 1936, p. 366), y un artículo reciente (A. Goodwin, The social structure and economic and political attitudes of the French nobility in the eighteenth century, «Comité international des sciences historiques, XIIe Congrès, Vienne, 1965, Rapports, I. Grands thèmes», p. 356; del mismo autor, General problems and the diversity of European Nobilities in the modern period, ibid., p. 345). Remitimos al esbozo de bibliografía crítica de J. Meyer, La Noblesse bretonne au XVIIIe siècle, Paris, 1966, t. I, p. XXI. <<

[50] Ver R. Mounier, Les idées politiques de Fénelon, «XVIIe siècle», 1951-1952. <<

[51] Boulanvilliers (1658-1722), Histoire de l’ancien gouvernement de la France, avec XIV lettres historiques sur les parlements ou États généraux, 1727, Essai sur la noblesse de France contenant une dissertation sur son origine et son abaissement, 1732. <<

[52] El Judicium Francorum retoma un panfleto antiabsolutista del tiempo de la Fronda, Les véritables maximes du gouvernement de la France justifiées par l’ordre des temps depuis l’établissement de la monarchie jusqu’aux temps présents, 1652. Ver también, en el mismo sentido, un escrito que circuló en copias manuscritas, Essai historique concernant les droits et prérogatives de la Cour des pairs de France. <<

[53] Ver esencialmente el libro XXX. Cf. L. Althusser, Montesquieu. La politique et l’histoire, 1959 (hay edición castellana, en Ciencia Nueva, Madrid, 1968). <<

[54] Sólo podemos remitir aquí a obras generales: J. Aynard, La bourgeoisie française, 1934; B. Groethuysen, Origines de l’esprit bourgeois en France, t. I: L’Eglise et la bourgeoisie, 1927; F. Borkenau, Der Übergang vom feudalen zum bürgerlichen Weltbild. Studien zur Geschichte der Philosophie der Manufakturperiode, 1934; ver las observaciones de L. Febvre, Fondations économiques, superstructure philosophique: une synthèse, «Annales d’histoire économique et sociale», 1934, p. 369. De un preciso interés documental, los estudios relativos a la burguesía en «Assemblée générale de la Commission centrale… 1939» (Commission d’histoire économique et sociale de la Révolution, 1932), t. I, p. 33; P. Léon, Recherches sur la bourgeoisie française de province au XVIIIe siècle, «L’information historique», 1958, núm. 3, p. 101. Sobre la orientación actual de la investigación, E. Labrousse, Voies nouvelles vers une histoire de la bourgeoisie occidentale aux XVIIIe et XIXe siècles, «X Congresso internazionale di scienze storiche… 1955. Relazioni», Florence, 1955, t. IV, p. 365. <<

[55] Sobre el derecho natural, se encontrará una amplia bibliografía en R. Derathé, Jean-Jacques Rousseau et la science politique de son temps, Paris, 1950. El derecho natural fue desarrollado en el siglo XVII por autores protestantes, principalmente juristas, Grotius, Althusius, Hobbes, Pufendorf, algunos de los cuales fueron traducidos inmediatamente y comentados por Barbeyrac y Burlamaqui. Los autores del siglo XVII fueron criticados por Rousseau, que sacó las consecuencias lógicas del derecho natural, formulando la teoría de la soberanía popular inalienable e indivisible. <<

[56] Ver J. Egret, L’aristocratie parlamentaire à la fin de l’Ancien Régime, «Revue historique», julio-septiembre 1952, p. 1. Esencialmente los trabajos de J.-Fr. Bluche, L’Origine des magistrats du Parlement de Paris au XVIIIe siècle, 1956, Les Magistrats du Parlement de Paris au XVIIIe siècle, 1715-1711, 1960. <<

[57] E. Sieyès, Qu’est-ce que le Tiers État? Edición crítica por Ed. Champion, Paris, 1888, p. 35. <<

[58] Oeuvres de Barnave publiées… por M. Bérenguer de la Drôme, 1843, t. I, pp. 12 y 13. L’Introduction à la Révolution française ha sido publicada de nuevo por F. Rude, Paris, 1960. De hecho, este importante texto espera aún su edición crítica.

Habiendo afirmado con fuerza la necesaria correspondencia entre las instituciones políticas y el movimiento de la economía, artes, la industria y el comercio enriquecen a la clase trabajadora del pueblo, empobrecen a los grandes propietarios de tierras y aproximan a las clases por la fortuna; los progresos de la instrucción las aproximan por las costumbres y recuerdan, tras un largo olvido, las ideas primitivas de la igualdad. <<

[59] El importante problema de la redención de los derechos feudales y de su abolición definitiva ha sido abordado por Ph. Sagnac, La Législation civile de la Révolution française, 1898; en un esbozo aún válido, por A. Aulard, La Révolution et la propriété foncière, 1959. Pero sólo monografías locales o regionales permitirían construir un verdadero cuadro de conjunto de la supervivencia parcial, de las vicisitudes y de la desaparición final del régimen feudal durante la revolución: no disponemos más que de dos obras, A. Ferradou, Le Rachat des droits féodaux dans la Gironde. 1790-1793, 1928; J. Millot, L’Abolition des droits seigneuriaux dans le département du Doubs et la région comtoise, 1941. Igualmente, sobre las revueltas agrarias y los motines que, desde el Gran Miedo hasta la abolición definitiva de los derechos feudales (17 de julio de 1793), caracterizaron la historia revolucionaria del campesinado, no disponemos sino de estudios locales fragmentarios. Esta historia está aún por escribir. <<

[60] C.-E. Labrousse, Esquisse du mouvement des prix et des revenus en France au XVIIIe siècle, Paris, 1933, 2 vol. (hay una refundición y traducción al castellano en Fluctuaciones económicas e historia social, Madrid, ed. Tecnos, 1962); La Crise de l’économie française à la fin de l’Ancien Régime et au début de la Révolution, Paris, 1944 (traducción castellana en el mismo volumen). <<

[61] Sobre las aspiraciones sociales de las masas populares, véase A. Soboul, Les sans-culottes parisiens en Van V, Paris, 1958, segunda parte, cap. II. <<

[62] Sobre la cuestión campesina, esencialmente los trabajos de G. Lefebvre, Les Paysans du Nord pendant la Révolution française, 1924, Questions agraires au temps de la Terreur, 1932, La Grand Peur de 1789, 1932, y los artículos puestos al día y reagrupados en Études sur la Révolution française, 1954, 2.ª ed., 1967: Répartition de la propriété et de l’exploitation foncières à la fin de l’Ancien Régime, 1928, p. 279; La vente des biens nationaux, 1928, p. 307; La Révolution française et les paysans, 1932, p. 338. <<

[63] Op. cit., p. 99. «El efecto de la revolución no fue la división de las tierras, sino su liberación por un momento. Todos esos pequeños propietarios estaban, en efecto, muy entorpecidos en la explotación de sus tierras, y soportaban muchas servidumbres de las que no les estaba permitido liberarse» (p. 102). «Si el campesino no tuviera la tierra, hubiera sido insensible a algunas de las cargas que el sistema feudal hacía pesar sobre la propiedad de la tierra. ¿Qué le importa el diezmo al que no es arrendatario, si lo deduce del producto del arriendo?» (p. 105). <<

[64] M. Leymarie, Les redevances foncières seigneuriales en haute Auvergne, «Annales historiques de la Révolution française», 1968, núm. 3. <<

[65] L’Ancien Régimen et la Révolution, op. cit., p. 106. <<

[66] G. Lefebvre, Repartition de la propriété et de l’exploitation foncières à la fin de l’Ancien Régime, citada más arriba p. 260, nota 2. <<

[67] La petición de la sección parisina de los sans-culottes del 2 de septiembre de 1793 pretende no sólo fijar «las ganancias de la industria y los beneficios del comercio» por la tasación general, y limitar la extensión de las explotaciones agrícolas («Que nadie pueda tener en arriendo más tierras de las necesarias para una cantidad determinada de arados»), sino también imponer un máximum a las fortunas. ¿Cuál? La petición no lo precisa, pero deja entender que correspondería a la pequeña propiedad artesanal y comercial: «Que nadie pueda tener más que un taller, más que una tienda». Estas medidas radicales, concluye la sección de los sans-culottes, «harían desaparecer poco a poco la excesiva desigualdad de las riquezas y crecer el número de propietarios». (B. N., Lb 40 2140, imp. in-8.c, 6 p.). <<

[68] L’Ancien Régime et la Révolution, op. cit., p. 96. <<

[69] Desde el punto de vista que aquí nos ocupa, véase esencialmente los trabajos de Ch. Hill, verdadero iniciador de escuela: con M. James y E. Rickword, The English Revolution, 1640, Londres, 1940, reed, parcial, 1949; con E. Dell, The Good Old Cause, Londres, Í949; The Century of Revolution, 1603-1714, Londres, 1961; finalmente Society and Puritanism in pre-revolutionary England, Londres, 1964. Para una visión de conjunto de los problemas actualmente debatidos: M.-L. Agostini, L’Historiographie contemporaine de la Révolution anglaise de 1640, Diplôme d’études supérieures. Faculté des Lettres de Clermont-Ferrand, 1967. <<

[70] Ch. Hill, La Révolution anglaise du XVIIe siècle. Essai d’interprétation, «Revue historique», núm. 449, 1959, pp. 5-32. <<

[71] Ibid., p. 32. <<

[72] Réflexions sur la Révolution française traducidas… por J. d’Anglejean, Paris, 1912, p. 52. Esta obra se convirtió en el evangelio de la contrarrevolución. Burke asignaba un fin a la evolución social: la jerarquía de las clases es el orden divino; la revolución francesa, al arruinar a la aristocracia, es destructiva de todo orden social. Burke discernía así, desde 1790, la parte esencial de la obra de la revolución. <<

[73] Desde el punto de vista que aquí nos ocupa, véase Cii. A. Beard, Economic interpretation of the Constitution, New York, 1913, 2: ed., 1923; F. Jameson, The American Revolution considered as a social movement, Princeton, 1926, 2.ª ed., 1940. <<

[74] De la démocratie en Amérique (1836-1839). <<

[75] Sobre los aspectos teóricos de estos problemas, véase M. Dobb, Studies in the development of capitalism, Londres, 1946 (hay edición castellana en Siglo xxi, B. Aires); H. K. Takahashi, Shimin kakumei-no kozó [Estructura de la revolución burguesa], Tokio, 1951, reseña por Ch. Haguenauer, «Revue historique», núm. 434, 1955, p. 345. <<

[76] Hay que subrayar, sin embargo, los progresos de la economía a lo largo del período napoleónico que se une estrechamente al período revolucionario. Véase E. Labrousse, Le bilan du monde en 1815. Eléments d’un bilan économique: la croissance dans la guerre, «Comité international des sciences historiques, XIIo Congrès, Vienne, 1965. Rapports. I. Grands thèmes», p. 473. <<

[77] A. Cobban, The myth of the French Revolution, Londres, 1955. Del mismo autor y desde el mismo punto de vista: The Social Interpretation of the French Revolution, Cambridge, 1964. Véase G. Lefebvre, Le mythe de la Révolution française, 1956, p. 337. <<

[78] Véase esencialmente J. Letaconnoux, Le Comité des députés extraordinaires des manufactures et du commerce, et l’oeuvre de la Constituante, «Annales révolutionnaires», 1913, pp. 149-208; G. Debien, Les Colons de Saint-Domingue et la Révolution. Essai sur le club Massiac. Août 1789-août 1792, Paris, 1953. <<

[79] J. Godechot, La Grand Nation. L’expansion révolutionnaire de la France dans le monde. 1789-1799, Paris, 1956, 2 vol., t. I, p. 11. Esta concepción de una revolución «occidental» o «atlántica» fue lanzada previamente por R. R. Palmer, The World. Revolution of the west, «Political science quarterly», 1954. Ha sido retomada y desarrollada por J. Godechot y R. R. Palmer, Le problème de VAtlantique du XVIIIe au XXe siècle, «X Congresso internazionale di Scienze storiche. Relazioni», Florencia, 1955, T. V, pp. 175-239; R. R. Palmer, The Age of the Democratic Revolution. A political history of Europe and America. 1760-1800, t. I: The Challenge, Princeton, 1959; J. Godechot, Les Révolutions. 1770-1799, Paris, 1963, «Nouvelle Clio». Exposición de conjunto por 1. Godechot y R. R. Palmer, Révolution française, occidentale au atlantique, «Bulletin de la Société d’Histoire moderne», julio 1960. Bibliografía en J. Godechot, Révolution française ou révolution occidentale?, «L’information historique», 1960, p. 6. Esta concepción ha sido criticada por G. Lefebvre, «Annales historiques de la Révolution française», 1957, p. 272. <<

[80] Adresse présentée à ta Convention nationale au nom de la section des Gravilliers… por J. Roux… (A. N., W 20, d. 1073, imp. in-8.º, 12 p.). <<

[81] Sobre el conjunto de este problema, A. Soboul, De l’Ancien Régime à l’Empire: problème national et réalités sociales, «L’Information historique», 1960, pp. 59-64 y pp. 96 al 104. <<

[82] Moniteur, VI, 239. <<

[83] Véase más arriba, respecto a la obligada comparación entre la revolución francesa de 1830 y la «respetable» revolución inglesa de 1688. Una y otra acabaron reemplazando un rey por otro, sin que la estructura social sufriera ningún ataque. En julio de 1830, se trata de una especie de insurrección legal que castiga la violación de la Carta. Pero hay una diferencia fundamental a la que los anglosajones son especialmente sensibles: mientras que la revolución de 1688 fue «respetable», puesto que fue suscitada por los jefes de la jerarquía social y ejecutada sin la intervención de las masas populares, en Francia, Carlos X no fue expulsado por un Guillermo de Orange, sino por el pueblo de París en armas tras las barricadas. Véase en este sentido la reseña hecha por G. Lefebvre en los «Annales historiques de la Révolution française», 1955, p. 176 del libro de L. Pinkham, William III and the respectable Revolution, Cambridge, Mass., 1954. <<

[84] Véase A. Soboul, Le bilan du monde en 1815. Esquisse d’un bilan social, «Comité international des sciences historiques, XIIe Congrès, Vienne, 1965. Rapports. I. Grands thèmes», p. 517. <<

[85] L’Ancien Régime et la Révolution, libro primero, cap. III. Cómo la revolución francesa fue una revolución política que procedió a la manera de las revoluciones religiosas y por qué (op. cit., p. 87). <<

[86] Sobre el aspecto teórico de los problemas históricos del Risorgimento, ver las páginas referentes al Risorgimento en A. Gramsci, Oeuvres choisies, Paris, 1959; R. Zangheri, La maneota rivoluzione agraria nel Risorgimento e I problemi economici dell’Unità, «Studi gramseiani», Roma, 1958; A. Soboul, Risorgimento e rivoluzione borghese: schema di una direttiva di ricerca, «Problemi dell’Unità d’Italia. Atti del II Convegno di Studi gramseiani», Roma, 1962, p. 801. <<

[87] Acerca de los problemas agrarios, especialmente sobre el reparto de la propiedad de bienes raíces en la época que nos ocupa: en el norte de Italia, H. Marcelli, La crisi económica e sociale di Bologna nel 1796. Le prime Vendita dei beni ecclesiastici. 1797-1800, «Atti e memorie della Deputazione di storia patria per le province Romagna», 1953 y 1954; del mismo autor. La Vendita dei beni a Bologna e nelle Romagne. 1797-1815, Bolonia, 1961; del mismo autor. La Vendita dei beni nazionali nella Repubblica cisalpina, Bolonia, 1967; R. Zangheri; Prime ricerche sulla distribuzione della proprietà fondiaria nella pianura bolognese. 1789-1835, Bolonia, 1957; del mismo autor, La Proprietà terriera e le origini del Rtsorgimento nel Bolognese. T. /., 1789-1804, Bolonia, 1961; M. Berengo, L’Agricoltura veneta della caduta della Repubblica all’Unita, Milán, 1963; G. Porosini, La Proprietà terriera nel comune di Ravenna della metá del secolo XVI ai giomi nostri, Milán, 1963.

Estados pontificios. R. de Felice, La Vendita dei beni nazionali nella Repubblica romana del 1798-1799, Roma, 1960.

Reino de Nápoles, P. Villani, Mezzogiorno tra rifortne e rivoluzione, Bar i, 1962; del mismo autor, La Vendita dei beni dette stato nel regno di Napoli. 1806-1815, Milán, 1964; del mismo autor, Feudalitá, riforme, capitalismo agrario, Barí, 1968. <<

[88] Sobre el conjunto de los problemas abordados aquí a propósito de Polonia, T. Mencel, L’introduction du Code Napoléon dans le duché de Varsovie, «Annales d’histoire du droit», Poznam, 1949, en francés; el conjunto de los artículos publicados en el número especial de los «Annales historiques de la Révolution française», 1964, núm. 3, consagrado a «La Pologne, de l’époque des Lumières au duché de Varsovie»; esencialmente, J. Jedlicki y W. Sobocinskï, Bilan social du duché de Varsovie, 1807-1813, «Acta Poloniae histórica», t. XIV, 1966, en francés. Desde un punto de vista teórico y comparativo, W. Kula, L’origine de l’alliance entre la bourgeoisie et les propriétaires fonciers dans la première moitié du XIX siècle, «La Pologne au Xe Congrès des Sciences historiques à Rome», Roma, 1955, p. 217; S. Kinnipavrcz, La question agraire et la lutte pour la libération nationale en Pologne et en Italie, à l’époque du Printemps des peuples, ibid., p. 235; W. Kula, Secteurs et régions arriérés dans l’économie du capitalisme naissant, «Problemi dell’Unità d’Italia. Atti del II Convegno di studi gramsciani», Roma, 1962, p. 685. <<

[89] Véase A. Soboul, Notes sur les études concernant la Révolution française au Japon, «Annales historiques de la Révolution française», 1968, núm. 2 (con una bibliografía de los estudios en francés por historiadores japoneses, sobre el tema que aquí nos ocupa). <<

[90] Seguimos aquí esencialmente los análisis de H. K. Takahashi, La place de la Révolution de Meiji dans l’histoire agraire du Japon, «Revue historique», octubre-diciembre 1953, pp. 229-270. Véase también S. Toyama, Meiji Ishin [Restauración de Meiji], Tokio, 1951. <<

[91] Artículo citado en la nota precedente, p. 293. <<

[92] «Journal politique national», núm. 19 (finales de agosto de 1789). Los constituyentes «declararon por tanto, ante el universo entero, que todos los hombres nacían y permanecían libres, que un hombre no podría ser más que otro hombre, y cien descubrimientos más de esta naturaleza, que se felicitaban de haber revelado por vez primera en el mundo, burlándose muy filosóficamente de Inglaterra que no había sabido presentarse como ellos, cuando se dio una Constitución en 1688». <<

[93] Moniteur, IX, 143. <<

[94] Moniteur, XV, 705. <<

[95] Moniteur, XXV, 92. «La igualdad absoluta es una quimera —continúa Boissy d’Anglas—; para que pueda existir, sería preciso que existiera una completa igualdad en el espíritu, la virtud, la fuerza física, la educación, la fortuna de todos los hombres». Curiosa continuidad de opiniones desde los girondinos a los termidorianos. <<

[96] Moniteur, XIV, 637. Véase G. Lefebvre, Sur la pensée politique de Robespierre, «Études sur la Révolution française» (2.ª ed.), p. 144, sacado de uno de los dos discursos pronunciados, el 15 de octubre de 1933, con ocasión de la inauguración del busto de Robespierre en el ayuntamiento de Arras, publicados en «Annales historiques de la Révolution française», 1933, p. 484 y p. 492. <<

[97] Hablando en nombre de los comisarios de las asambleas primarias, Félix Lepeletier declaró en la Convención, el 20 de agosto de 1793: «No es suficiente que la república francesa esté fundada en la igualdad; aún es preciso que las leyes, que las costumbres y sus ciudadanos tiendan, mediante un feliz acuerdo, a hacer desaparecer la desigualdad en los goces; es preciso que se asegure una existencia feliz a todos los franceses» («Journal de la Montagne», 21 de agosto de 1793). <<

[98] Véase para este tema J. Belin, La Logique d’une idée-force. L’idée d’utilité sociale pendant la Révolution française. 1789-1792; Paris, 1933, y las observaciones a ese respecto de G. Lefebvre, «Annales historiques de la Révolution française», 1947, p. 381. <<

[99] El balance de los estudios sobre Babeuf se hace en Babeuf (1760-1797). Buonarroti (1761-1837). Pour le deuxième centenaire de leur naissance, publicación de la Société des Études Robespierristes, Nancy, 1961; CL. Mazauric, Babeuf et la Conspiration pour l’Égalité, Paris, 1962; Babeuf et les problèmes du babouvisme, resumen colectivo bajo la dirección de A. Soboul, Paris, 1963; V. M. Daline, Gracchus Babeuf avant et pendant la Révolution française. 1785-1794, Moscú, 1963, en ruso; reseña hecha por A. Soboul, «Revue d’histoire moderne», 1966, p. 166; V. Daline, A. Saitta, A. Soboul, Inventaire des manuscrits et imprimés de Babeuf, Paris, 1966. <<

[100] Última edición, Paris, 1957, con un prefacio de G. Lefebvre. <<