87. De la iglesia mayor vengo

de ver el mundo al revés,

el penitente sentado

y el confesor a sus pies.

 

88. Soy huésped aborrecible

y nadie quiere tenerme,

mas no se acuerdan de mí

sino cuando ya me tienen.

 

89. Delgada, gruesa o mediana,

y con los ojos de un tuerto,

con las mujeres estoy

en la ciudad y en el huerto.

 

90. Palmo, palo y plomo soy,

y soy cosa tan ligera,

que cuando quiero me marcho

sin tocar los pies en tierra.

 

91 Un hombre murió sin culpa

cuya madre no nació,

la abuela quedó doncella

hasta que el nieto murió.

 

92. Soy redonda como el mundo;

clara que eso no se diga,

y me hacen de por fuerza

que mi propio nombre «escriba».

 

93. ¿Cuál será la muy mentada

que se halla al fin de la vida,

no halla en el mundo cabida

ni en el cielo tiene entrada,

que no se encuentra en los meses

y en la semana dos veces?

 

94. En mí trabajan

mujeres y hombres:

ellos me muelen

ellas me escogen; (8)

 

comer un conejo hoy

y que se mate mañana.