PRÓLOGO O JUSTIFICACIÓN

Como me ha sucedido siempre en la vida, la decisión de publicar este libro me ha llegado luego de sufrir interminables oscilaciones.

Estos apuntes fueron escritos, y mayormente dictados a Elvira González Fraga, hace dos años, durante mis viajes por España, en aquel momento en que la Argentina se desplomó después de gobiernos nefastos, dejándola en un estado de miseria, desempleo y destrucción como jamás nadie pudo imaginar.

Algunas páginas han sido largamente elaboradas a mi vuelta o durante esos largos meses en que estuvimos de viaje. Otras permanecen como me salieron, apenas comentarios a la vida cotidiana.

Creo haber expresado algo de lo que siente un hombre al inminente borde de la muerte. Pido perdón a los lectores si no encuentran en ellos más que esbozos, apenas borradores.

El diario parece ser un escrito a mitad de camino entre la ficción y el ensayo.

Cuando me prevalece la paranoia o el pudor o la vergüenza, enarbolo el sentido crítico y corrijo, y trato de alejarme del lado oscuro, nocturno, contradictorio y débil de la existencia. Trato de hacer algo fuerte.

Cuando, como ahora, prevalece mi deseo de poner lo que salga, de confesarme, hablo sin pensar.

Siempre hay máscaras; salvo cuando el dolor, la bronca o la devastadora gratitud nos desnuda el alma.

Tengo otro gran motivo para querer publicar estas páginas: la recuperación de la Argentina, este renacer de las posibilidades que se viven hoy, y que muestran, una vez más, que lo que pareció imposible está encontrando su surco. Que la utopía es el único camino.

ERNESTO SABATO

Santos Lugares,

fines de marzo de 2002 - junio de 2003