Capítulo 17
Dhaka, 12 de abril
historia de la industria textil
El problema mayor que tenía Bangladesh ―según las estadísticas internacionales, el país más pobre del mundo junto con Haití― no es la falta de recursos, sino el control sobre estos recursos. Bangladesh no puede considerarse un país pobre, aunque la inmensa mayoría de sus habitantes lo sea. El problema es que la oligarquía terrateniente ―el 16% de los propietarios de tierra controlan el 60% de toda la tierra―, produce alimentos que exportan a los países llamados desarrollados consolidando una estructura agrícola que provoca un número importante de población misérrima que acaba emigrando del medio rural a las ciudades donde es explotada, en condiciones económicas, laborales y de seguridad penosas, en las distintas manufacturas e industrias urbanas, entre ellas la textil.
El poder político responde únicamente a los intereses de los terratenientes rurales y los empresarios urbanos, sectores que producen según las demandas exteriores sin atender las necesidades de la población de Bangladesh.
La desgracia del Rana Plaza en 2013, ubicado a 29 kilómetros de Dhaka, es uno más de los accidentes que se producen en Bangladesh. Desde 2005 han muerto más de setecientos trabajadores solamente provocados por incendios en fábricas, el último incendio se produjo en la fábrica textil de Tazreen el 24 de noviembre de 2012.
Pocos días después del colapso de la fábrica, 20.000 trabajadores de fábricas cercanas a la que se derrumbó se manifestaron en protesta. Fueron duramente reprimidos.
Hasta aquí esta es la historia que Leah había leído en las noticias acerca de Bangladesh. Otro problema que tenía la industria textil era que estaba deslocalizada de sus países centrales y que siempre buscaba nuevos sitios donde refugiarse, casi siempre en zonas donde las condiciones laborales fueran lo más rentables posibles.
Es uno de los sectores industriales más controvertido, tanto en la definición de tratados comerciales internacionales como por su tradicional incumplimiento de mínimas condiciones laborales y salariales por su deslocalización constante.
Los materiales textiles ―fibras, hilos, telas y ropa― son productos de consumo masivo razón por la que la industria textil y de la confección genera gran cantidad de empleos directos e indirectos, tiene un peso importante en la economía mundial y una fuerte incidencia sobre el empleo y la tasa de desempleo en los países donde se instala.
Leah pensó: “Estoy sola, sola, sola, para siempre, oigo la caída del silencio. Gota tras gota cae el silencio de la fábrica en la medianoche. Debo escapar de aquí ahora”.
Ahíta y repleta se encontraba Leah después de tantas invocaciones, de llamar a las ayudas para que le prestasen algo.
Se veía obligada a ejecutar las payasadas del vivir individual si estaba en occidente, pero si estaba en oriente sentía que la vida era colectiva, que ella no dependía de sí misma y se sentía peor. Se dirigía en sus invocaciones a los hijos de los trabajadores, a los sabañones que tenían sus manos, a los poemas que había escrito, a cualquier cosa que ellos hacían o padecían. Al borde de la tierra y de la noche quería precipitarse para poder extender más y más anchos círculos de comprensión. Por la noche su cama flotaba así en sueños. La luz de la luna no se extinguía. Gota a gota su azul la oprimía como los verdugos actuales, más crueles que antaño no podían ser, y la dejarían caer, algo la consternaba a desaparecer.