CAPÍTULO 14
MORIR ANTES DE MORIR
Voy a empezar este capítulo con una historia estremecedora, una historia que la vida ha querido que experimente a través de otra persona, y esta a su vez la experimenta a través de mí. Refleja perfectamente el título del libro y de lo que estoy desarrollando en él.
Creo que no hace falta decir que oculto nombres y datos relevantes para evitar que algún lector deduzca quién es esta persona. Relato:
Se trata de una mujer de mediana edad que está pasando consulta conmigo desde hace varios años. Su diagnóstico es un cáncer con diferentes metástasis. Tiene dos nacionalidades y es de origen judío.
En un proceso que duró casi un año revelamos todos los secretos de su árbol genealógico. Yo le guiaba en este camino, y el propio trabajo de desentrañar y revelar los tremendos sufrimientos de su clan le llevó a tomar conciencia de que sus abuelos fueron gaseados en un campo de exterminio nazi.
Esta revelación se produjo de la siguiente manera:
Estaban preparándola para hacerle el tratamiento pertinente. Ella iba con la bata reglamentaria y debajo solo tenía sus braguitas. “Me sentía desprotegida, desnuda, impotente frente al tratamiento que iban a realizarme; el ambiente era frío. En este momento la enfermera se acercó a mí y me puso una especie de pegatina con algo escrito encima de la piel, cerca del hombro izquierdo. Tuve un ataque de histeria y grité: ‘Sácame esto de aquí, ¡¡¡sácamelo!!!’ La enfermera así lo hizo, sin comprender muy bien lo que pasaba”.
Ella tomó conciencia. Como un flash, vio y sintió lo que les pasó a sus ancestros judíos —abuelos—, desnudos ante la cámara de gas. Su inconsciente familiar guarda toda la información en forma de engramas: indefensa, casi desnuda, con sensación de frío y ante un tratamiento agresivo —que su creencia hacía aún más agresivo— y que casi representaba la muerte.
Hizo un trabajo de perdón profundo y la vida, el Campo de la Consciencia, le dio la oportunidad de practicarlo. Veamos lo sucedido:
Ella era traductora. Un día se le presentó un señor para que le tradujera ciertos documentos. Al verlos, ella se dio cuenta de que se trataba de recuperar su nombre original. No dijo nada.
En la siguiente visita, ella se atrevió a preguntarle por el motivo de su cambio de nombre. Él le explico que su nombre era alemán y quería recuperarlo. Sus padres le habían puesto otro al huir de Alemania. Le explicó que su abuelo estuvo en un campo de exterminio nazi… Dejo al lector que haga sus interpretaciones, pero mi cliente y yo, sabiendo cómo funciona el Campo Cuántico, enseguida nos dimos cuenta de que sus abuelos estuvieron allí, cada uno en su papel.
Ella se encontró de repente enseñándole a perdonar, y se lo decía en nombre de los judíos. Fue una experiencia transformadora, como todos podemos imaginar.
Su proceso seguía, sus síntomas empeoraban y pensaba que iba a morir pronto. Pero no fue así: me envió un mail pidiéndome consejo y explicándome sus últimas averiguaciones, además de preguntarme por el significado de los síntomas que se estaban manifestando en ella. Yo le contesté:
Querida amiga,
La panza, la barriga, acumula todos los problemas familiares que no queremos eliminar. No sé exactamente qué tejidos están afectados, pero representa la protección y también las porquerías del clan familiar. Asimismo, es posible que te sientas totalmente fuera de lugar, como si fueras una prófuga, una apátrida. Esto tendría su razón de ser en lo que me contaste de tus abuelos y el holocausto nazi.
Querida amiga, debes estar limpiando mucho dolor y sufrimiento. Tuvo que haber abandono de la familia, y tus abuelos sufrieron muchísimo con la pérdida o alejamiento de su familia. Ellos callaron para que no descubrieran a sus familiares y con su muerte los protegieron. Medita y siente la posible historia de horror que pudo haber. Un abrazo enorme.
Enric
Me respondió con otro mail, del que solo transcribo unos párrafos:
Tenías razón en lo referente a la panza y el dolor de mis abuelos. Mi abuela enviaba 10 dólares —mucho dinero en 1940— cada mes a su madre y hermanos que estaban en Polonia. Ellos, por ser judíos, no tenían derecho a trabajar, ni los niños a ir a la escuela. Mi bisabuela llegó a decirle que no mandase más cebollas, pues llegaban podridas... Después sufrieron la expropiación total de su casa y tierras. Te lo confirmo, sí, mi abuela ha sufrido muchísimo en el destierro.
En tu mail dices: “Puede ser también que te sientas totalmente fuera de lugar, como si fueras una prófuga, una apátrida”. ¿Sabes lo que significa el nombre XXXXX? ¡La extranjera! Y creo que, en cierto sentido, siempre me he sentido así.
Su penúltimo correo fue:
En un momento de calma decidí largar todo, absolutamente todo. Soltar, tal como dice David R. Hawkins. Escribí una carta póstuma a mi marido, hijos y hermanas dando los detalles sobre mi incineración y pidiendo a mi hija, que estaba en el extranjero, que no viniese, y que me haga una ceremonia en una sinagoga en xxx, y que la filmen para que mi marido e hijos puedan presenciarla. Cancelé todos los pedidos de traducción e interpretación pendientes, pedí a mi contable que declare facturación 0 durante estos meses... Bueno, en fin, cerré TODO y me abandoné completamente al deseo del Universo.
También quería decirte que, desde finales de agosto, mi familia volvió a xxx, y por decisión propia decidí quedarme en el sur. Al agravarse la situación todos querían venir, pero se lo he prohibido. Estoy muy bien sola. Estar sola me permite una conexión plena con mi alma, no desperdiciar mis pocas energías y, sobre todo, hacer en cada instante lo que realmente deseo. Mi familia lo ha entendido perfectamente, pero qué difícil es para los demás entender, incluso en este caso, la felicidad de estar solo...
El personal hospitalario me brinda muchísima ternura y cariño, incluso la oncóloga, a quien le cuesta entender mi decisión de querer estar sola. Este fin de semana quería llevarme a su casa para que no me quedase sola. ¿Te das cuenta? ¡Algo inimaginable y contrario al código deontológico!
También quería comentarte que no solo has despertado mi Consciencia y, progresivamente, la de mi familia, sino también la de mucha gente que me rodea y que, gracias a tus enseñanzas, han tomado Consciencia y han hecho cambios espectaculares en sus vidas.
Ella sigue pensando en el futuro por una sencilla razón: en este proceso de soltarlo todo ha conocido a dos mujeres que le acompañan, y cada una de ellas le ha explicado que tuvieron que dejarlo todo para ser coherentes consigo mismas, y que ahora son otras mujeres. Murieron a una identidad que no resonaba con sus almas y ahora están sanas y dedicándose al propósito de sus vidas.
En su último correo me cuenta:
Fue en este cruce de caminos donde las 3 nos hemos conocido, y evidentemente no es casual. Ellas son férreas lectoras tuyas y también transmisoras de tu saber. Las tres esperamos que vengas a impartir tus conocimientos a Francia, donde las conciencias se están abriendo progresivamente.
Te cuento esto porque estoy segura de que en algún momento tendrás el placer de conocerlas. Un fuerte abrazo.
Y para concluir este relato, añado un párrafo que le envió una prima suya, y que ella me reenvío a mí. Nunca olvides que Yo soy Tú, todo es un reflejo de lo mismo. Con todo mi amor:
Pero verdaderamente considero, y creo que te lo mencioné, que vos no sois cualquier persona.
Quiso el Universo, quiso Dios, que te erigieras en este planeta como un Ser Centro, entre todos los seres, con una misión inmensa y difícil: crear Consciencia entre todos nosotros, los que habitamos este planeta, limpiar un árbol genealógico intrincado, lleno de secretos y difícil de desentrañar.
Y lo hiciste. Es por esto que creo que ya no hay solo un sol que rige este Sistema nuestro, dentro de nuestra galaxia.
En la tierra se han formado otros soles, solo que no los vemos.
Te llamé Sol, porque tú eres uno de ellos. ¿Por qué? Porque has iluminado muchas Consciencias y has logrado de nosotros cosas hasta entonces imposibles.
Es Navidad. Ayer leí un correo de una de sus hermanas comunicándome que ella —mi amiga y antes cliente— había cerrado los ojos. Me daba las gracias por la transformación que ella misma había vivido y por el cambio que había provocado en toda la familia.
Durante la noche del 24 al 25 sentí que debía contarles una historia muy íntima para transmitirles que solamente existe la vida, y que la muerte no es real.
Apreciadas D. y C., como ya os podéis imaginar, una experiencia como la que os he contado cambia la vida a cualquiera. Es una prueba de que solamente existe la Vida —con mayúsculas—, que el alma sigue un camino hacia el despertar y la unión definitiva con la divinidad.
La muerte no es un fracaso, es un proceso hacia la vida y nuestra estancia aquí en la Tierra es como un aula para tomar conciencia.
Vuestra hermana B no solo aprobó el examen, sino que sacó una nota alta. Ahora ella tiene otro nivel de conciencia, y su alma se fue en paz con los deberes cumplidos. Su partida no es un adiós, es un premio a su gran amor por el trabajo realizado y una esperanza abierta para toda vuestra familia.
Ahora, apreciadas D y C, os toca vivir vuestras vidas con la dignidad que vuestra hermana os mostró. Os deseo toda la Paz en vuestros corazones y recibid la gratitud de una persona que se siente en deuda con B. por lo mucho que aprendió de ella.
“Solo existe la vida, el Espíritu no puede experimentar la muerte porque esta solo es una experiencia de vida”.
De todo corazón:
Enric
Recapitulación
En mis consultas y en mis libros explico reiteradamente la importancia de hacer una cuarentena —periodo de reflexión y de aislamiento para conectar con uno mismo— como consecuencia de una toma de conciencia, de una Comprensión que va más allá del razonamiento intelectual. Como consecuencia de este acto de toma de conciencia, la persona libera una enorme energía que produce nuevas conexiones neuronales; estas necesitan un período de consolidación y por eso tiene sentido hacer un retiro.
En muchas ocasiones me he encontrado con que la cuarentena ha sido mal interpretada: muchos piensan que la cuarentena les curará y la realizan, pero llevándose consigo en su mente a las personas y situaciones de las que tienen que desapegarse. Como consecuencia, no solo no mejoran, sino que empeoran, pues la viven con dolor y sufrimiento. Las palabras de mi amiga en el relato anterior reflejan perfectamente lo que quiero explicar.
Mi intención es doblar la flecha espacio/temporal que dirige a mi cliente en una dirección. Solo podemos doblar el espacio/tiempo si cambiamos nuestras emociones y sentimientos con relación a ciertos acontecimientos traumáticos de nuestras vidas. En muchas ocasiones, mover a los ancestros y sus programas ocultos genera un auténtico terremoto emocional, que lleva a la persona a procesos dolorosos. Liberar tanta carga energética requiere una mente libre y un corazón que irradie perdón y compasión.
En la cuarentena, la gente se libera de estas cargas emocionales, reinterpreta su vida, le da otro sentido y, sobre todo, libera la culpabilidad inconsciente del clan.
Estas personas se convierten en auténticas salvadoras del mundo. Su transmutación atraviesa el espacio/tiempo, y la humanidad se libera de muchas cargas inconscientes. Esto es posible por una simple razón: no existe un Yo y un Tú, solo existe un Nosotros unidos por una Energía Universal que ve y siente Todo como UNO.
Que la persona se cure de sus heridas, de sus dolores, tiene una importancia relativa. Lo que se persigue con la toma de conciencia es sanar la mente y transformar las informaciones que hacen sufrir al clan y le hacen repetir las mismas historias una y otra vez.
Reflexiones
“Cuando veo que no soy nada, esto es sabiduría. Cuando veo que soy Todo, esto es Amor. Entre estos dos valles, mi vida fluye.”1
Deja de hacer lo que los demás esperan que hagas. Empieza a ser aquello que sientes que quieres ser.
No hay nadie a quien contentar, no hay nadie a quien servir, solo existes expresándote a ti mismo en todo lo que te rodea. No existe el “yo hago y tú recibes”, todo es dar y recibir en un flujo de energía omni envolvente. No hay principio ni fin. Todo es permanente en un Ahora, en un proceso de transformación que el ego hace que vivamos como si estuviéramos separados.
Cuando te descubres como conciencia, el miedo a la muerte deja de estar presente. Quizás tengas miedo a cómo morirás; deja esto en manos de la Consciencia. Pero no puedes experimentar la muerte porque tú eres vida.
El Tú dice: —Es que tengo miedo a sufrir cuando experimente la muerte.
—Maharaj nos dice: “No estás experimentando sufrimiento, estás sufriendo tu experimentar” —responde el Yo.
—¿Quién soy yo? —pregunta el Tú.
—Pregunta errónea —dice el Yo—. La pregunta correcta es: “¿Qué Es?”. Solamente hay Existencia, la cual no tiene principio ni fin, es el alfa y el omega.
—Pero… pero mi vida…
—No hay una vida, y otra vida, y otra vida… Solo existe La Vida. Ella se experimenta a través de una infinidad de partículas que aparentemente mueren y aparentemente recobran la vida, y esto es lo que el ego llama reencarnación. Eres una llama de conciencia experimentándose en un mar de Consciencia.
»Recuerda llamita: tú te identificas como separada de lo que te rodea, pero tú no eres tú, simplemente eres YO. Vive tu experiencia, vívela como una oportunidad de transformación, de realización, de perdón, y así tu vida cobrará pleno sentido. Tu liberación es la de todos, y cada uno de los que llamas los otros no tienen otro camino que el despertar.
—Y el dolor y el sufrimiento… —dice el Tú.
—Es la mente —el Yo responde y hace una reflexión— la que decide cómo vivir la experiencia. El cuerpo, por sí mismo, no puede sufrir. El cuerpo sufre porque la mente así lo ha decidido gracias a sus creencias que la limitan a un cuerpo. Hay que observar el dolor como un proceso natural, como un proceso impersonal. La fuerza que recibe de la mente se disipa, y este dolor tendrá el nivel funcional necesario, pero, en la medida en que retires tu mente, el dolor cesará.
»Donde hay apego, orgullo, juicio y deseo, hay sufrimiento. Esta es la fuerza de la identidad física y psicológica.
»Nada de lo que pienso que soy es el yo. Es la identidad la que tiene miedo a morir, la resistencia que ofrecen mis creencias y lo que creo que soy.
»Solamente existe la Vida. Tú no la puedes ver, solo puedes ver su manifestación, pero no la Vida misma. Solo puedes experimentarla. Es fenoménica por una simple razón: todo está impregnado de Vida. Es como el aire, vivo gracias a él pero no lo puedo ver, solo puedo experimentarlo. Todos los seres vivos viven porque respiran Vida; cada célula que conforma el cuerpo está sustentada por Ella. Se le puede poner nombre: prana, energía, información… Yo le voy a llamar Consciencia, que se expresa en mi conciencia y esto me permite decir que estoy vivo. Todo lo demás es la experimentación de la primera —Consciencia— a través de la infinidad de la segunda —conciencia—.
»En realidad, el miedo a morir es miedo a dejar de experimentar, porque estoy apegado a este tipo de existencia en la cual me estoy expresando.
»Tienes que entregar tu existencia a la existencia y quedarte en silencio, pero no te tapes los ojos.
»Una última recomendación, llamita: no tienes que hacer nada para añadir valor a lo que eres. Eres muy grata a Mis ojos, hagas lo que hagas, mates a quien mates, salves a quien salves. Solo existe la experiencia de la vida, y cada acontecimiento que pareces experimentar es una oportunidad de realizarte a través de ti misma. El final es el mismo para todos, y te diría que es irremediable: despertarás y comprenderás que has vivido una pesadilla de separación, de dolor, de sufrimiento y de muerte. En este proceso has matado, has amado, has salvado, has experimentado un sinfín de papeles para que tu alma los integrara todos, a fin de poder trascenderlos. Ya no tienes necesidad de perdón, ni de ser perdonada, ahora estás en plena conciencia conmigo, con la Consciencia.
“Morir antes de morir… solo te puede llevar a la Vida”
Con Amor: YO SOY