Técnicas de visualización
Hay un nexo común en todas las personas que han alcanzado el éxito en la vida. Y es su determinación en llegar a una meta y en cómo previamente visualizaron esa meta final a la que querían llegar. Es decir, se veían a ellos mismos en esa situación deseada. Es tan sencillo como imaginar una película en la cual podamos visualizar mentalmente a nosotros mismos disfrutando de ese logro que deseamos alcanzar. Visualizar el éxito en cualquier aspecto de nuestras vidas es un paso imprescindible para poder lograrlo. Tiene sentido. Si nos paramos a pensar por un momento, nuestra mente juega un papel fundamental en la motivación que necesitamos para alcanzar nuestras metas. De entrada, es nuestro cerebro el que envía mensajes a nuestro cuerpo para que actúe de la forma en que queremos. Por lo tanto, esto es válido para un atleta, un actor o un músico. Nuestro cerebro es el motor de todo lo que ocurre en nuestra vida. Es el personaje fundamental del éxito.
Como decía al comienzo del libro, en nuestro interior ya se encuentra un enorme potencial a nuestra disposición. Debemos aprovecharlo y ponerlo a nuestro servicio.
Si hablamos específicamente de la interpretación musical, visualizar los movimientos qué quieres que tus brazos y dedos hagan, es tan poderoso como tocarlo físicamente. Es decir, imaginarnos tocando una canción con todo tipo de detalles (digitación, sonido, movimientos…) puede llegar a ser tan efectivo si lo realizamos de la manera correcta que ejecutarlo con un instrumento. Esto tiene sentido, ya que el cerebro continua enviando impulsos eléctricos a través de nuestro cuerpo cuando tocamos mentalmente. Por tanto, para eliminar el miedo escénico, debemos trabajar la visualización desde una perspectiva en la cual nuestra mente pueda mostrar imágenes mentales positivas y experiencias físicas agradables. Visualizar tu próxima actuación de la manera más nítida posible tiene un efecto positivo demoledor.
Ejercicio Mindfulness 6: Visualizando tu actuación
Tal y como expliqué en el capitulo de introducción al Mindfulness, la técnica básica se basa en la focalización de la atención en las fosas nasales. Sentir y ser conscientes de la sensación del aire entrando y saliendo. Ahora vamos centrar toda nuestra atención en imágenes. De esta forma continuamos manteniendo la esencia fundamental la meditación Mindfulness pero aplicándolo al campo de la interpretación musical.
Este ejercicio se lleva a cabo sin instrumento. Debes realizarlo los días previos al concierto e incluso minutos antes de subir al escenario, lo ideal es que dediques unos minutos cada día a realizarlo. Las técnicas de visualización alcanza su mayor efectividad cuanto más se practican. Personalmente, es un hábito que he decidido incorporar a mi rutina diaria independientemente de si tengo una actuación o no.
Se trata de visualizar una película en color en la cual te encuentres tocando en el escenario con el resto de componentes de tu banda u orquesta.
- Para comenzar, debes buscar un lugar tranquilo y en silencio que te permita alcanzar un grado de concentración profundo que facilite la visualización. Para calmar tu mente y tu cuerpo, realiza una serie de la respiración 4-7-8.
- Con los ojos cerrados, comienza a visualizar mentalmente una imagen en la cual te encuentres encima del escenario tocando con tu grupo. Trata de aportar a la imagen la mayor cantidad de detalles posibles. Si conoces previamente el local, imagínate tocando ese mismo local.
- En la película mental, te encuentras el escenario tocando de manera totalmente relajada, feliz y en un estado de absoluta satisfacción. Todo está fluyendo de una manera natural. Todo suena perfectamente en armonía. El sonido es perfecto, afinado, transparente. Se proyecta de manera clara y nítida a todo el público. Es el sonido que siempre has deseado proyectar con tu instrumento.
- Siente el instrumento en tus manos, siente la vibración que transmite. Siente el peso de tu instrumento si lo llevas colgado. Percibe el tacto de las cuerdas o las teclas. Visualiza tus dedos tocando todos y cada uno de los acordes y lineas melódicas. Tus dedos se mueven con soltura, pero con una gran precisión. Cada nota suena perfecta. Toma conciencia de todos los sentimientos que estás percibiendo mientras estás ejecutando la canción.
- Nota como te sientes en ese momento. Estás feliz y relajado porque en tu película mental todos suena perfectamente. Lo estás interpretando de una manera absolutamente impecable. Debes ser extremadamente exagerado con todos los detalles. Trata incluso de imaginar el calor que suele hacer en el local. Imagina al público del local prestando atención a tu interpretación. Visualiza las luces de colores del escenario reflejándose en tu cuerpo y en tu cara. Siente el calor de los focos. Esto te hace sentir más pletórico. Todos están disfrutando con tu interpretación.
- Continua imaginando esa película mental todo el tiempo que puedas. Relajado y en calma. Continúa imaginando la mejor interpretación que puedas imaginar del repertorio que tienes que tocar. Cuando termines, abre los ojos y vuelve a tomar conciencia de la habitación en la que te encuentras.
Es importante que cuando estés visualizando la actuación, te limites a tocar el repertorio qué tienes que tocar. No dejes que tu mente se desboque. No tiene ningún sentido imaginarte tocando algo que técnicamente no estás capacitado para tocar. Por mucho que lo visualices no se va hacer realidad si previamente no lo has practicado. Estamos trabajando el miedo escénico. Existen otras técnicas de visualización, como las que conté en la primera parte del libro, para mejorar nuestra destreza con el instrumento.
No subestimes el poder de la visualización. Esta técnica es tremendamente efectiva cuando se realiza de manera continuada. Puedo asegurártelo, yo soy la prueba de que visualizar situaciones realmente tienen su efecto cuando llega el momento de la situación real. Por supuesto, este ejercicio puede aplicarse a cualquier área de la vida cotidiana. Una entrevista de trabajo, un discurso, una interpretación teatral…
Ejercicio Mindfulness 7: En el escenario
Puede que hayas realizado todo tipo de ejercicios de respiración Mindfulness y visualización a modo de entrenamiento para el esperado día de la actuación. Pero inevitablemente llegará el momento en el que te encuentres sobre el escenario con tu instrumento y con el público delante. Es entonces cuando ha llegado el momento de la verdad. En ese preciso instante ya no hay marcha atrás, no hay segunda oportunidad. Ha llegado la hora de mostrar tu talento al mundo y de aplicar todo lo que has aprendido. Pero si por alguna razón aún te encuentras en una situación de ansiedad y pánico, quiero que apliques el siguiente ejercicio.
Es un ejercicio muy similar a los primeros que vimos en el libro, la única diferencia es que ahora lo vamos a ejecutar en el escenario, con el público delante. Es imprescindible que hayas incorporado la meditación tradicional Mindfulness a tu vida diaria al menos durante 10 minutos diarios. El entrenamiento en la atención es fundamental. La mente es como un músculo, cuanto más la entrenas, más control tendrás sobre ella. Si has practicado anteriormente en tu habitación o en los ensayos, no debe ser difícil volver a aplicarlo en el escenario.
En el momento en que te encuentres en el escenario tocando y sientas algún tipo de ansiedad, pánico o falta de confianza, comienza a centrar tu atención en el instrumento. Esto puede parecer obvio. Pero por experiencia propia y por lo que he visto en numerosos conciertos a muchos músicos, a veces llega un momento en la actuación en la que los músicos están más pendientes del público y de todo lo que rodea a la actuación, que de su propio instrumento. Bien sea por un estado de euforia descontrolada o por un estado de pánico, he visto a muchos músicos olvidarse completamente de su tarea en el escenario, la cual no es ni más ni menos que la de ofrecer la mejor música posible. Y para ello hay que centrarse inevitablemente en el instrumento y en la música.
Cuando llegue ese momento sigue estos pasos:
- Realiza unas cuantas respiraciones rápidas y profundas. Inspira y expulsa el aire con fuerza. Centra toda tu respiración en el diafragma. Respirando intensamente, la sensación en el interior de las fosas nasales es más evidente y por tanto te facilita la concentración. Estamos tratando de calmar nuestra mente y nuestro cuerpo.
- Dirige en todo momento la vista a tus manos y a tu instrumento. Dirige la atención a las sensaciones físicas que produce el instrumento en tu cuerpo. Nota el tacto de las cuerdas sobre las yemas de los dedos, el tacto de las teclas del piano en los dedos. Si eres cantante, siente como el aire pasa a través de tu garganta y se transforma en sonido saliendo de tu boca. Tienes que visualizar el aire convirtiéndose en música. Tienes que sentir como la vibración de las cuerdas del violín, contrabajo o guitarra se transforma en sonido. Sé consciente de ello. Identifica las sensaciones que producen en tu cuerpo. Mientras tu mente está inmersa en este tipo de sensaciones y matices, la voz interior que trata de sabotear la actuación sigue ahí. La diferencia es que no le estamos prestando atención porque nuestra mente está en otro lugar.
- Toma conciencia del sonido de tu instrumento. Cuando digo que tomes conciencia del sonido, me refiero a que dirijas toda tu atención exclusivamente hacia el sonido, al volumen, a como cambia de altura (graves y agudos). Percibe la música, identifica que te transmite lo que estas interpretando. Trata de aislar el sonido del resto de perturbaciones que te encuentres en el local. Mientras te estás centrando en el sonido de tu instrumento, la voz interior queda silenciada. También te ayudará a disminuir la tensión muscular que puedas estar sintiendo. Tomar conciencia del sonido y la música tiene otro poderoso efecto colateral, los sonidos ajenos a la propia actuación musical tienden a desaparecer. Las voces, sonidos de teléfonos móviles, estornudos o risas del público, quedarán sumergidas por la música que estás interpretando.
Me gustaría que fueras consciente de la importancia que tienen este tipo de ejercicios de visualización. Estoy insistiendo tanto porque sé a ciencia cierta que funcionan. A mi me ha cambiado la vida. La angustia, tensión y pánico que experimentaba en el escenario prácticamente ha desaparecido. Ahora me bajo del escenario con una sensación de satisfacción y confianza en mi mismo que antes no tenía. Evidentemente esta seguridad se transmite al público, el cual ahora me reconoce mayor mérito como guitarrista. Por ridículo que te pueda parecer tal y como lo estás leyendo, te aseguro que la visualización llevada acabo como parte de tu formación musical es una de las técnicas más efectivas que existen. Tanto es así, que en mi práctica diaria con la guitarra el 50% del tiempo lo dedico a visualizar acordes, ideas musicales, patrones, canciones, etc. El otro 50% lo dedico a tocar con el instrumento lo que previamente he visualizado. Este simple cambio de enfoque en lo que supone el estudio con mi guitarra, ha supuesto una extraordinaria transformación en mi manera de interpretar, improvisar, componer y tocar en directo.