Agradecimientos

A Mari Nuncy y Félix, por haberme apoyado en cada momento de mi vida y hacer realidad siempre todos mis deseos.

A Tin y Ana, porque sin ellos mi vida no sería lo mismo.

A Iker, por su lucha, su valor en la vida y por aguantarme.

Gracias por abrirme las puertas de un mundo fantástico.

A Maruja, por creer en su nieta.

A María y Pedro, por tratarme como a una hija.

A Pablo, por estar siempre ahí cuando le he necesitado.

A José Antonio, Sebastián y Gema, por apoyarme en mi primera aventura literaria.

Al padre Guijarro, por acercarme al mundo de la religión.

A Nacho Ares, por compartir conmigo sus investigaciones en Zeitoun.

Y a todos aquellos amigos que con sus mensajes, cartas, correos electrónicos y conversaciones en el chat han creído en mi trabajo.