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Encuéntrales la vuelta
Personas tóxicas eran quienes le prohibían a Martin Luther King disfrutar de los derechos que tenía un hombre blanco.
Hay seres difíciles con los que uno tiene que convivir a diario, ya sea en el trabajo, en la casa o aún cuando decide sentarte en un restaurante y ordenar lo que eligió para comer. Abusos, malos tratos, impulsividades, negativas, desencantos, y frustraciones son las que vivimos la mayor parte del tiempo. Se trata de personas que a diario se proponen intimidarte y coartar tus sueños.
Gente difícil, tóxica, que sin embargo, de ninguna manera puede convertirse en la excusa perfecta de tu frustración; todo lo contrario, necesitas convertirla en detonante de tus éxitos.
Si te dicen que no se puede, es porque sí puedes.
Si te dicen que es inútil que sigas insistiendo, tú sigue golpeando porque la puerta se abrirá.
Si te dicen que no vale la pena, tú insiste, porque seguramente en la negativa está escondida tu prosperidad. Los «no» de los otros son los «sí» de los que no dependen ni de las palabras ni de las emociones de nadie.
No te enfoques en las personas, enfócate en los objetivos. No te detengas a evaluar ni a entender a nadie. Tu objetivo no es comprender ni justificar las actitudes de los otros, sino las tuyas, lograr la visión correctiva necesaria y seguir hacia la meta.
Frente a los tóxicos, no te enojes, no te amargues, sé astuto e inteligente:
- No te ofusques: si te enojas generarás una pelea y en toda batalla hay heridos.
- Busca el lado positivo: aprende de ellos lo que no hay que hacer y revierte a tu favor la situación.
De esta forma aprenderás a ser libre de la gente tóxica, a definir con inteligencia tus nuevas relaciones y a saber que de acuerdo a las personas a las que les permitas estar a tu lado será el mundo que construyas.