Agradecimientos

A Gregorio Vlastelica, nuestro editor en Urano, que desde el principio creyó en el proyecto. Gracias a su sensibilidad y generosidad este relato tiene sin duda un alcance mayor al previsto por los autores.

A todos y cada uno de los profesionales que forman el fantástico equipo de Ediciones Urano.

A Isabel Monteagudo y Maru de Montserrat, nuestras agentes literarias, por su ilusión y empuje. Por sus cientos de horas dedicadas a contactar con editores de todo el mundo y conseguir que un cuento de dos barceloneses viera la luz simultáneamente en tantos países y en tantas lenguas; sin duda, un hecho editorial sin precedentes.

A todos los co-agentes de International Editors’ Co. Y en especial a Laura Dail por su tenacidad y su fe en este pequeño libro. Solamente ella podía lograr que La Buena Suerte se publicara en todos los países de habla inglesa.

A Susan R. Williams, nuestra editora en Estados Unidos y en todos los países de habla inglesa. Susan tuvo el coraje de apostar por el libro y hacer de él un proyecto mundial.

A Philip Kotler, por su hermosa cita, que nos ha autorizado a incluir en la portada de todas las ediciones del mundo. Por su inestimable apoyo para que este libro se publicara en los Estados Unidos de América.

A Emilio Mayo, con quien compartimos Buena Suerte desde hace siete años y esperamos seguir compartiendo muchos años más.

A Jordi Nadal, por su talento y amistad. Jordi es nuestro Merlín particular.

A Manel Armengol, un verdadero Sid, amigo y compañero: él nos animó a partir en busca del trébol.

A Josep López, porque su experiencia editorial es fuente inagotable de inspiración y mejora.

A Josep Feliu, por las ilustraciones, con las que tan amablemente nos obsequió y que acompañan este cuento.

A Jorge Escribano, por mostrarnos el camino hacia el Bosque Encantado y por crear las circunstancias para que crezcan tréboles.

A Montse Serret, por su generosa ayuda, pasión y apoyo desde que vio el primer manuscrito.

A Adolfo Blanco, sus brillantes observaciones y aportaciones al primer manuscrito permitieron que todo lo positivo que hay que en él quedara más patente.

A nuestros colegas y compañeros en ESADE, a todos los participantes en los diferentes programas y seminarios que impartimos. Por ser fuente de inspiración.

A nuestros diferentes maestros y profesores, porque son la base de nuestro aprendizaje y conocimiento.

A María, Blanca y Alejo, por su apoyo, y por las horas robadas. Ellos están detrás de esta historia, en cada frase, en cada palabra.

A Mónica, Laia y Pol por su amor y caricias. Sois el motivo por el cual cada día tiene sentido crear circunstancias para que crezcan tréboles mágicos.