[…] DEL SILENCIO[14]
I
Esta muñeca vestida de azul es mi emisaria en el mundo.
Sus ojos son de huérfana cuando llueve en un jardín donde un pájaro lila devora lilas y un pájaro rosa devora rosas.
Tengo miedo del lobo gris que se disimula en la lluvia.
Lo que se ve, lo que se va, es indecible.
Las palabras cierran todas las puertas.
Recuerdo el tiempo sobre los álamos queridos.
El arcaísmo de mi drama determinó, en mi criatura compartida, una cámara letal.
Yo era lo imposible y también el desgarramiento por lo imposible.
Oh el color infernal de mis pasiones.
Sin embargo, quedé cautiva de la antigua ternura.
II
No hay quien pinte con colores verdes.
Todo es anaranjado.
Si soy algo soy violencia.
Los colores rayan el silencio y crean animales deteriorados. Luego alguien intentará escribir un poema. Y será mediante las formas, los colores, el desamor, la lucidez (no continúo porque no quiero asustar a los niños).
III
El poema es espacio y hiere.
No soy como mi muñeca, que sólo se nutre de leche de pájaro.