Agradecimientos
Ni mi libro ni yo seríamos los mismos sin Esther. El té con limón a media tarde, las risas que hemos compartido y sus consejos me han ayudado mucho más de lo que ella sabrá jamás. Además, ahora sé algo de Fórmula 1.
También quisiera agradecer a la editorial, y en especial a Laura Falcó, que haya confiado en una historia de amor como la de Nadie como tú. Y a Dolors y a Carme, que con su paciencia, sus sugerencias y su cariño han logrado que todas las piezas encajaran mucho mejor en su sitio.
Y antes de despedirme, me gustaría dar las gracias a mis hermanas, Marina y María, por ser las primeras y únicas lectoras que he tenido durante mucho tiempo. Sus consejos, junto con los de Gabriela, han sido vitales para la historia de Ágata y Gabriel.