QUÉ MÁS ESCRIBO

Muchas veces me preguntan si escribo otras cosas aparte de mis viajes, y sí, la verdad es que sí. A lo largo de los años siempre he mantenido la costumbre de escribir casi todo lo que se me ocurría, ya fueran cuentos, historias, relatos, monólogos, cartas, diarios, poemas o cualquier otro experimento indescriptible que mi mente inestable consiguiera redactar.

La afición a escribir me viene de mucho antes de que me decidiera a preparar El mundo sobre ruedas y, de hecho, por mi ordenador rondan decenas y decenas de textos que he ido escribiendo a lo largo de mi vida, algunos más interesantes que otros.

Por eso, dado que un gran número de los mensajes que he recibido me piden precisamente alguno de estos textos que están al margen de los viajes, he pensado que no había ningún motivo para no incluir algunos de ellos en este segundo libro.

Aun así, como tampoco podía llenar otro libro entero de relatos de la infancia, he decidido limitarme a poner tres textos procedentes de momentos y estilos completamente diferentes. ¡Espero haber elegido bien!

El primer texto se titula «Tratado científico sobre los pingüinos», y aquí es donde encontraréis, por fin, algunos de los motivos de mi odio incombustible contra estos animales. Este monólogo lo escribí a los catorce años, si no me equivoco, y ganó el Premio Sant Jordi de 2004 de Esparraguera. Espero que publicarlo aquí sirva para ayudar a concienciar a la población contra uno de los complots más grandes de la historia…

En «Volaverunt» intenté dar forma literaria a una de las famosas conversaciones de medianoche con mi padre, a los dieciséis años. No sé hasta qué punto tuve éxito, pero la historia ganó el Premio Sant Jordi de 2006 de Esparraguera, así que a alguien debió gustarle.

Finalmente, «Soy un vago» es una idea muy breve que se me ocurrió estando de viaje por Sudamérica (de aquí viene el idioma en el que lo escribí), una mañana que jugaba a imitar las formas de las nubes en la arena. Hay veces que un texto no se forma desarrollando una idea, sino que se te presenta de repente como una imagen que tienes que copiar antes de que se borre definitivamente, y este es un ejemplo por el que siempre he sentido una simpatía especial.

Pues bien, creo que ya no hay nada más que decir, así que ahora solo falta leerlos, y ojalá que os gusten.