Capítulo 15
LA DESPEDIDA
EL silencio proclamo el lugar y sin más, Christopher inmediatamente de apartar su mirada se quedó estupefacto al volver y ver con mucha extrañeza lo que ocurrió, tanto Bastian como Ahelyn se quedaron quietos, pero una luz una fuerte luz irradiaba de ella, todo su piel su ropa todo en ella era tan brillante que incluso desde la distancia podía uno observar con claridad su luz, era cálida más para Bastian, Cancerbero tuvo que retroceder incluso desde su estado irracional no podía evitar quedar cegado y paralizado frente a tan curioso fenómeno.
—Este es mi cuerpo, ellos son mis hijos, ellos son mi reino, ellos no son nada sin mí y yo no soy nada sin ellos, está mi luna, esta es mi alma— susurraba una voz que no era la de Ahelyn.
La joven empezó a elevarse unos metros del suelo para sorpresa de todos, Bastian sentía como su cuerpo se regeneraba cuanto más Ahelyn brillaba pero no tan solo él resto de licántropos estaba levantándose hasta que la luz en una explosión llego a su clímax repartiendo su sanación a ellos, pero no tan solo eso, ahora Ahelyn descendía vestida de una manera totalmente distinta, estaba con una túnica muy blanca de detalles incrustados en color oro y más adornos de plata alrededor de ella, era como si en ese solo momento al estallar la luz que le rodeaba ella hubiera cambiado totalmente, pero incluso ella estaba pasmada con lo que había sucedido, pero Altair no, menos Jefferson que parecían entender lo que había sucedido. —Luna, es luna la que no ha rescatado — exclamaba Altair. —Es ahora o nunca el momento de volver a ella, mira arriba la luna acaba de salir— decía Jefferson. Y no tan solo era una frase representativa era literal, ahora la luna estaba llena muy brillante tanto como la misma Ahelyn con su traje y tan hermosa, tanto como Bastian la recordaba al verla en su pijama, tanto como los ojos de saltaran de felicidad al encontrar a un ángel hecho mujer. Aullidos y más aullidos era el himno de este momento, Altair, Adrián, Basilio y hasta Teobaldo se transformaban en hombre lobo de nuevo, ahora la lucha y los licántropos volvían a su mejor forma pero la incertidumbre de que hacer o no contra Cancerbero no dejaba de inundar su cabeza de posibilidades, Bastian aunque al ser un hombre lobo no se había transformado pero estaba mirando hacia arriba con cierta aire de paz y desasosiego. —Esto es lo que viví en un sueño, esa noticia esa sensación ella me ha dado un mensaje, papá gracias por todo, pero ahora no podemos recordar lo que fuimos sino somos lo que ahora está frente nuestro ojos— decía Bastian derramando lagrimas Bastian miraba con compasión a la sombra de lo que alguna vez fue su padre, el resto observaba con recelo esperaban cualquier movimiento de parte de Bastian para ayudarle pues sabían que lidiar con esa bestia no era cosa fácil. —Bastian retrocede, no te apresures— gritaba Adrián que estaba en su forma lobo. —Chico no hagas ninguna cosa regresa, él ya no es tu padre— igualmente pronunciaba Altair. Ahelyn estaba muy silenciosa casi fuera de ella misma, lo único que podía decir parecían que no eran sus palabras propias aunque salían de sus labios no era su misma voz menos se podía decir que era parte de su personalidad la chica que estaba ahora con esa ropa era otra era otra persona pero con el cuerpo de ella. —Guardián es ahora de demostrar por qué te escogí, soy tu líder y la mujer de tu destino he vuelto para entregarte lo que tu padre dejo, el mejor regalo que puede ser ice y fire Drake— decía Ahelyn casi fuera de sus casilla o es que quizás no era ella. —Era esto por lo que huiste de nosotros de mamá de mí, te alejaste porque sabias que estabas en peligro pero le pediste al abuelo que me ayudara, es extraño porque al final me termine mesclando mucho más en esto — reflexionaba Bastian. —Es tu prueba, lloraremos por ustedes, cada noche cada vela que apago Cecil— decía Ahelyn que luego volteaba a mirar a Jefferson compasivamente. —Es luna, muchachos, ella tomo la posición de la chica será por un momento, Bastian has lo que tengas que hacer— decía Jefferson. Bastian veía que Cancerbero se cansó de escucharlo, este comenzó a moverse listo sacando las garras y con la mandíbula apuntando a Bastian pero el chico seguía mirándolo con atención, no sentía ni mostraba emoción alguna en algún lugar de su mente encontró paz frente a tanta desesperación, hallo de tal manera que ahora sus sentidos estaban totalmente activos pero a la ves estaban muy calmando. ¡Zaz! El primer ataque de parte de Cancerbero que Bastian esquivaba fácilmente era increíble su agilidad pero más que nada su manera de actuar ahora era un verdadero hombre lobo sin necesidad de usar su transformación, nuevamente reacciona la bestia con más ataques sin pausa y Bastian lo esquivaba como si estuviera previendo un segundo antes que esto iba a ocurrir, para él era como percibir la mecánica del cuerpo del lobo de tres cabezas parecía algo muy sencillo ahora que estaba muy calmado. —Luz la luz que ilumina al resto es de luna, no pueden entrar ahora en batalla no mientras ella lo decida, porque ella ha decidido que Bastian termine con esto — decía Jefferson. El nuevo ataque de Cancerbero consistía en una lucha de usar sus cabezas para morder y sus garras para acercar a Bastian pero le resultaba tan fallido que el ser comenzaba a lanzar ataques menos rítmicos y más de furia y descontrol. Bastian estaba entrando en una pelea con su padre y quien sabe que más pero por el momento estaba preparando su ataque esperando a que su padre fallase y lo cierto es que ya estaba llegando ese momento, un ataque frontal que Bastian esquivo alzo su mano izquierda y lanzo hielo paralizando el brazo de Cancerbero hasta llevar hasta su torso, todos en el lugar quedaron sorprendidos. —Este fue lo último que hiciste para mí no, tu mejor regalo, fusionaste tu alma con Ice y Fire Drake para que cuando se rompiera su sello automáticamente se impregnen a mis manos, para que en el momento adecuado luego de fijarse en mi piel se quedaran ellos como si fuesen míos papá es hora de decirnos adiós— Bastian por un segundo vislumbró la forma de Ice y Fire Drake unos dragoncitos sin alas y con aspectos de lagartijas Ice era de color blanco mezclado con azul que era como un tempano de hielo y Fire por otro lado era rojo medio cobrizo escupía mucho fuego y su cola tenia espinas como si de una defensa se tratase pero ideal para el ataque, ambos dispuestos como un ángel y un demonio a sus costados pero estos se mostraban benévolos ambos alegres porque su alma descansaba en quien estaban destinados, Bastian experimento eso por unos segundos más esa sensación ahora de determinación, Ahelyn comenzaba a volver a ser ella misma y observar todo lo sucedido estaba un poco confundida. —Que pasa, Bastian es acaso... ¿qué ha ocurrido?— decía algo desvariada Ahelyn. Bastian no estaba con tiempo para explicar lo que había ocurrido hasta ese momento así que simplemente y con prisa siguió con su lucha contra Cancerbero que a pesar de lo frio que era Ice Drake el lobo lo rompió con su fuerza bruta, Bastian seguía con sus ataques de hielo pero ahora lo lanzaba en dirección a las patas de Cancerbero. De unos grandes saltos hacia lo posible Cancerbero para esquivar las ráfagas de hielo de Bastian pero se le complicaban las cosas porque el solo roce le lleno de hielo hasta la cintura a la bestia a tal punto que la dejo inmóvil y con mucha rabia. —Es realmente triste que yo tenga que ser tu ejecutor cuando tú me diste la vida, cuando tú eres lo único por lo que acepte venir hasta aquí, pero ya no podemos ayudarte, está a punto de acabar, papá espero no sufras más es mi último adiós, te quiero mucho — decía muy tembloroso el joven. Bastian estaba hecho un mar de lágrimas, pero no podía detenerse y es que hasta de la manera más insospechada, el joven licántropo hallo fuerza de voluntad donde solo podía haber devastación y dolor; era el momento final de esta batalla, Bastian utilizo todo el fuego de su dolor y es que era tan intenso que fire Drake encandecía con en forma de una espada muy clara de ver, tan intensa que brillaba hasta se podía decir que era magma solidificado listo para ser una arma. Con un solo empuje y de un avance en una sola dirección Bastian empuñaba su espada y la usaba apuntando directamente al corazón de su padre lo único que podía llevarse dignamente, lo único que aun creía el conservaba su padre. Fue un sonido corto, el fuego hecho un arma se deshacía de apoco dejando claramente ver como dejaba un enorme hueco en el pecho de Cancerbero, el enorme licántropo de tres cabezas se desvanecía poco a poco cayendo no sin antes soltar su última palabra: "yo también"; era el último suspiro de esa potente bestia que por desgracia e infortunio paso de ser tres alfas valientes y bondadosos a ser el resto de un ser salvaje y destructor, sus compañeros miraban la escena con desasosiego y condolencia. —Todo termino, papá te vengare, papá te extrañare— decía Bastian sin soportar el dolor. Ahelyn corría a socorrerle después de tan tétrica escena ella podía por un momento entender que significa estar vacío, que era el terminar con esta sombras que se habían apagado para siempre. —Estas ahora conmigo no te soltare, Bastian todo estará mejor— decía la chica apretándolo fuertemente en un abrazo apegándolo a su regazo como si una madre consoladora se tratase. El resto no podía evitar soltar una pequeña lágrima por más fuerte que fuera, incluso Jefferson aunque no podía llorar tomaba el hecho con tristeza. —Chicos tenemos que irnos, no es momento para poder seguir esto de esta manera, Bastian quieres un momento a solas— decía Altair intentando tomar la situación de la mejor manera. —Puedo seguir, vámonos este infecto lugar ya no es un sitio para nosotros, lo que vinimos hacer ya se terminó, rescatamos a Christopher y lo conseguimos — decía Bastian. —Entonces reuniré al escuadrón del primer piso y nos iremos chicos el resto puede ir avanzando yo les explicare la situación— confirmaba Teobaldo. —Sea donde haya huido Cecil tendría que estar en estas aproximaciones, Basilio y Altair registren en todo caso el lugar y chicos no se arriesguen mucho — ordenaba Jefferson. Con sus labores marcharon Adrián esperaba a Bastian y el resto para poder salir del castillo esta vez por la puerta que increíblemente logro abrir Jefferson evadiendo totalmente a los drows. Pasaron un buen rato para poder salir alrededor de media hora, neutralizando a unos cuantos gohuls insistente entre la revisión de lugares cercanos para intentar encontrar al Lord pero la búsqueda fracaso aunque era solo una suposición pero a donde fue Cecil por ahora era un misterio. —Eres la nueva reencarnación de luna, yo lo supe siempre, Ahelyn amor eres tú siempre fuiste tú y ahora los licántropos lo saben, estoy orgulloso de ti— conversaba Christopher con Ahelyn mientras marchaban a casa. —Estoy un poco confusa respecto a todo esto, espero que me puedan responder, me siento diferente, tuve un sueño mientras no era yo, vi una mujer en muy mal estado, era una anciana me dijo muchas cosas que apenas puedo recordar era como estar dormida pero a la vez como estar alucinando, no logro comprender que paso — comentaba Ahelyn. —No te preocupes ya lo entenderás, pronto conocerás tu destino, pero por ahora descansa y no te tensiones mucho, si quieres puedo llevarte en mis brazos de regreso al cuartel— decía cariñosamente el vampiro. —Estoy bien creo que ya estamos cerca— respondía Ahelyn. Pero él no era capaz de preguntarle algo más profundo, algo que le he hizo titubear, ella mientras estuvo consiente salvo a Bastian cuando tuvo la elección entre él y el lobo, podía ser un poco de celos o tal vez era otra cosa pero su duda se mantenía, era algo que le ponía pensativo pero no podía demostrarle frente a su enamorada que él ya no estaba confiando del todo en ella, el vampiro hacia lo posible por eliminar estos malos pensamientos pero sin mucho logro. —Un momento que es eso, parece un pájaro enorme, cuidado — decía Altair alertando al resto mientras caminaban. No era un pájaro o un ser extraño de bosque verde, era Beatriz la súcubo que volaba buscando algo, estaba extrañada por algo, descendía hasta que centro su vista en Bastian se acercó tan pronto como pudo a su amigo, estaba algo angustiada. —Bastian, esto... estas bien cómo has podido entrar a ese terrible castillo, te lo advertí, tonto ¿estás bien?, dime que no estas herido — preguntaba algo angustiada Beatriz. —No, estoy completo, pero como has conseguido ubicarme Beatriz no deberías estar en el mercado central o en tu hogar con tu familia — —Me entere porque Cecil le pidió ayuda a mi clan para intentar atacarlos, todos rechazamos simplemente era una locura, pero él acabo con unos cuantos de nuestros familiares— decía tristemente la chica. —Ese desgraciado tiene que pagar con cada una de sus muertes, pero no es el momento para eso, yo acabo de perder a mi padre— decía con una mirada vaciá, Bastian. —Bastian yo lo siento mucho — inmediatamente Beatriz abrazo a Bastian, tomo a su amigo tan fuerte que hasta lo rodeo con sus alas, la chica se entristecía de tan mala noticia pero es que todos estaban pagando con pérdidas los planes de ese vampiro malvado. Ahelyn hacia un pequeño ademan de disgusto al ver a su guardián ser tratando con mucho mimo por Beatriz, ella no estaba con mucho ánimo, por lo que siguió caminando sin mirar tomando del brazo a Christopher para llegar más rápido a su destino. —Quiero que me acompañes al cuartel de hombres lobos, Altair puede ingresar ella con nosotros— preguntaba Bastian. Shadow miraba a Altair y le tocaba el hombro para que la mirase y daba su señal de aprobación, pues Altair asintió por lo que no lo veía mal y el resto de licántropos no era la primera súcubo que veía aunque era cierto tenían cierto recelo con la de sus especie, pero dado que Shadow la conocía era un paso común que ella les acompañase al fin al cabo era amiga del guardián de Luna.
Pasaron dos largas lunas, Bastian estaba ya instalado en una habitación a la espera de nuevas, el resto aguardaba en una reunión con los alfas, la cual Jefferson estaba afrontando ciertos temas con ellos, Bastian salía de su habitación por un momento afuera estaba Beatriz y Shadow conversando por un extremo en el otro Ahelyn miraba a todos lugares todavía le impactaba el lugar y la extrañeza de este, para ella era como si la curiosidad no bastara le gustaba el lugar. Mirando dentro del salón principal estaban todos los alfas que sobrevivieron mirando a Jefferson de muy mala cara y con angustia sobre los actos que él había cometido, en la sala estaba también Altair, Teobaldo y Basilio del lado de defensa para el guardián pasado. —Después de la muerte del alfa principal necesitamos reorganización pero lo que habéis hecho Jefferson alertar un grupo de nuestros soldados, raptar a la nueva luna, es que no podemos simplemente olvidar tus actos de sublevación— decía un alfa sentado a la derecha. —Yo no tengo porque rendir cuentas a un grupo sin líder, ustedes quedaran relegados, desde ahora el control lo tomo yo, hasta encontrar a los nuevo líder — respondía vigorosamente Jefferson contra sus acusaciones. —No puede hablar enserio, nosotros somos parte de esto, el nuevo guardián necesita de tu guia para llegar a luna— argumentaba un alfa de la izquierda. —Pero no necesita a unos cobardes sentados en su sillas esto es lo de menos que ahora queremos, por ende ustedes quedan fuera y regresaran a sus puestos, sino lo olvidan hablan con el alfa original, ahora no es momento de que ustedes tomen decisiones demostraron incapacidad y por su culpa tres grandes licántropos fallecieron a manos de Cecil sin contar que ya demostraron ser faltos de reacción frente a la crisis sus puestos no pueden estar más errados— respondía claramente Jefferson. —Señores aunque creemos precipitado la decisión de Jefferson por ahora es lo mejor, y recordemos pues que estamos en un estado de guerra por lo cual el tiempo apremia y ya no hay marcha atrás en los siguientes tres meses nuestro anterior alfa tomara el puesto de Damián y cualquier equivalente a él y su consejo — decía Altair. —Es lo que menos podemos aceptar, es que quieren exponernos más indefensos, están fuera de sus casillas, poner alguien que ni siquiera se transforma en hombre lobo— decía el alfa más sentado al centro. —Al punto es que ustedes ya no lo hacen mucho, la información tomada por inteligencia demostró que ustedes en ningún momento se transformaron para enfrentar a Cecil puesto que ninguno tenía más armas solo tres licántropos fueron capaces de enfrentar a nuestro enemigo desde luego ninguno de ellos está presente en este momento, por lo que no veo más criterio que ustedes se retiren o revelaremos esta información— revelaba Teobaldo. La sala quedo en un silencio fantasmal para luego de esta discusión lo que quedaba de consejo de alfas comenzara a conversar entre ellos para tomar su última decisión no solo como grupo sino como alfa, desde luego ellos habían sido líderes de los grupos militares pero ahora el grupo estaba cerrado por lo que su última opción era simplemente retirarse y jubilarse prematuramente o tal vez volver a ser soldado raso tal como ellos comenzaron, pasando al menos diez minutos de murmullos el consejo finalmente revelo su decisión. — Hemos llegado a la conclusión de que tenemos que conceder el poder a Jefferson con pesar pero de manera correcta, por lo pronto dado que no tenemos opción de regresar a nuestros puestos, seremos consejeros de los generales entre dar nuestro apoyo en batalla, Jefferson lo sentimos mucho, nuestra falta de valor arruinamos la vida de nuestro más querido líder entre otros— decían los alfas al unísono. Finalizada la reunión Jefferson dejaba la sala sabiendo que en su corazón estaba haciendo lo mejor posible para ayudar a todos aunque el hecho de escoger a otros alfas iba a resultar dificultoso pero no tan solo eso, ahora debía esperar el encuentro entre Luna y Ahelyn las cosas estaban complicándose pero al menos él ya estaba acostumbrado a la presión y podía manejarlo de la mejor manera. Bastian salía fuera del cuartel al patio posterior se dirigía a una especie de altar improvisado donde ponía un pequeño adorno de marlo con el nombre de su padre era un recordatorio, él lo miraba con respeto y se paraba pensando en tantas cosas pero a vez intentando buscar la paz al solo esperar que todos los sonidos se pagaran pero es que en el fondo se sentía que algo le faltaba, no era el asunto de vengarse, era el recordar que su padre dijo su últimas palabras mirándolo y llorando recordando que él también lo quería. —Te extraño, más que nada, espero estés bien, con Luna o cualquier deidad en la que tu creyeses, espero que me recuerdes y tu espíritu me acompañe, tengo un pedazo de tu alma incrustado en mí, le contare a mamá los sucedido espero sepa entender, no quiero que creas que me quedare quieto, seguiré con esto hasta el final, hasta que puedas estar tranquilo y libre, te extraño papá— Ahelyn miraba a lo lejos pero podía entender a Bastian, pensó que lo mejor no era acercarse pues era un momento muy personal para él, ella también tenía sus asuntos, Christopher estaba algo frio con ella, sentía que él hacia lo posible para que ella no lo notase pero es que era obvio, incluso ella estaba confundida con su conflicto emocional aparte de todo lo sucedido. —Esta es la noche, esta es la Luna papá, esta es la otra cara de la Luna, ves el lugar, siempre estuvo cerca de mí, Bosque verde todo, espero tanto encontrar el camino, hasta volver a ver la misma luna que vimos antes lo dos, ahora yo de este lado siento que la cara es la misma pero ahora tu veras el otro extremo, que luna acompañe tu luz, esto es lo que me regalaste, la misma luna pero a la vez la diferente— terminaba Bastian. Ahelyn se conmovió tanto que no pudo evitar soltar una pequeña lágrima sabía que habían llegado muy lejos tanto que estaban pasando por cambios tan rápidos y tan poco habituales que no solo eran la suma de sus experiencias individuales los que moldeaban su personalidad sino que el destino que les llevaba a tomar decisiones que nunca pensaron que pasarían pero el recorrido estaba marcado ya tanto como lo estaban sus corazones. La luna brillaba ahora más que nunca no porque su hija predilecta estaba en bosque verde, porque aunque era increíble la misma luna que iluminaba a los humanos era la misma que recorría este enorme y vasto continente era hermoso creer que ellos solo eran parte de una misma historia que se conectaba de alguna manera y en algún punto pero sin importar cual fuera la escena todos compartían algo, licántropos, vampiros hasta súcubos que por cierto Beatriz al igual que Ahelyn, ella observaba callada desde lo alto de una pared del cuartel con mirada tenue e igual conmovida por Bastian. —Es Rijch'ay lo suficientemente grande como para que tengas que guiar a Bastian a esto — cuestionaba Altair. —Ni los dragones conocen donde aguarda Luna a la espera de la chica, ahora descansemos no crees lo merecemos— decía Jefferson.