Capítulo 11

OBSTÁCULOS DEL DESTINO

EN la fresca mañana. Los ruidos de los extraños animales del bosque, llenaban el pequeño pero lindo lugar ubicado al costado de "La dulce noche". —Parece que despertarme sin saber que pasa se me va hacer costumbre— decía Bastian aún confuso. Altair se encontraba a su costado esperando a que él despertaba pero su cara no era precisamente una para darle las felicitaciones a Bastian, el día de ayer aunque no fue una noche que todo se saliera de control lo que paso fue provocado en su totalidad por la negligencia de Bastian. —Tienes idea de lo que has hecho chico — decía Altair. —Si la memoria no me falla, me transforme en hombre lobo y... Ahelyn está bien— decía Bastian totalmente desesperado. —Sí lo está, también se desmayó, ¿quién te dijo que te podías transformar cuando quisieras?— preguntaba algo furioso Altair. —Yo lo siento mucho, aún no soy yo mismo, creo que es la mordida— terminaba su poco convincente respuesta, Bastian. —Ya no serás tú nunca más, tu personalidad no ha variado solo tu temperamento depende de ti lidiar con eso —aclaro Altair tajante. —Estoy confundido y cansado, luego les seguiré —respondía Bastian. —Partimos hoy en la noche, prepárate, que tienes mucho en que pensar y más en hacer— decía Altair. —Entiendo, tengo que ponerme a reflexionar gracias Altair— decía Bastian. —Ven cuando te alistes, estamos desayunando — decía Altair de manera paternal. Bastian asintió, las ideas flotaban en su cabeza, cada vez menos, su día a día le estaba haciendo pensar cada vez menos en sí mismo, poco importa la decisión que debía tomar, lo que de verdad era vital hallar el camino, su padre estaba tan cerca y tan lejos en este lugar que sus pensamientos se adecuaban al momento, su manera de actuar y pensar debía tomar un cambio radical, su responsabilidad comenzaba a tomar conciencia, sus virtudes estaba siendo domadas, su corazón estaba acostumbrándose al ritmo acelerado, entonces su mente se calló por completo su razón tomo el poder. Todos reunidos en la mesa sabiendo que el gran día llegaría, compartían y de manera atrevida se alegraban de que en parte su vida cambiara a partir de ese momento sino ya había cambiado lo suficiente. Bastian todavía en su habitación comenzando, acomodando sus cosas para poder emprender este al parecer el verdadero viaje el importante. —Bastian estás ahí— tocaba la puerta Christopher. —Entra está abierto — respondía. Entro Christopher a su habitación, Bastian estaba alistando sus cosas, aunque él no había traído muchas cosas, Shadow le trajo apenas unas prendas para uno dos días y había gastado todas, pero el mismo había lavado su ropa, para poder partir nuevamente. —Me preguntaba si, quieres aprender a controlar más rápido tu modo lobo— comento. —Un vampiro que puede saber sobre ello, tu naciste así no tienes idea sobre lo que es perder el control— decía Bastian. —Tú tampoco, cuantos años crees que tengo Bastian— preguntaba. —Mm... no lo puedo calcular, aparentas 20 o poco más — respondía. —Tengo 384 años Bastian, he vivido lo suficiente para saber mucho sobre todas las clases de seres que habitamos en bosque verde— decía Christopher. — ¿Qué hacías en la ciudad donde encontraste a Ahelyn?— cuestionaba. —No sé si te lo dijo pero cambio de forma, yo tengo una manera de saber quién es la reencarnación de luna, es un secreto transmitido por mi padre— respondía Christopher —Entonces has venido a contarme esta historia por... — decía Bastian. —Tú preguntaste, he venido para saber si quieres tener más poder y control— decía Christopher. —A cambio de que, no creo que seas tan bueno de darme algo así nomás— cuestiono nuevamente. —Quieres asegurarte que nunca pueda morder a Ahelyn-respondía. —No lo sé, pero algo me dice que no piensas confiar en mí-decía el vampiro. —No te enojes, pero no confió porque eres un vampiro, yo no conozco a los de tu clase— decía Bastian. —Bueno y si yo te doy un poco de mi poder y tú me das un poco del tuyo — negociaba. —Quieres decir que podre tele transportarme como lo haces tú— preguntaba Bastian. —Yo no me... Que estás diciendo, mi poder es totalmente diferente a ello, cuando hagamos este ritual ya no necesitaras saber nada de mis poderes porque ya lo sabrás— agregaba el vampiro. —Pero tú también sabrás todo de mi incluso lo que desconozco, pero en que consiste tu ritual— decía Bastian. —Me darás un poco de tu alma y yo daré un poco de mi vitae— decía Christopher. —Eso no me va convertir en alguien como tú-agregaba— No es imposible si te muerdo te mueres, este es un ritual de intercambio es magia avanzada, yo soy experto en alquimia con seres vivos. —Pude leer un poco de los vampiros en mi libro, pero no sé si confiar en ti— cuestionaba una vez más. —No pido que confíes en mí, mira los resultados y luego me dices— decía Christopher. —De acuerdo acepto, si intercambiamos almas qué efecto tendrá— aceptaba Bastian con algo de desconfianza. — Pronto lo sabrás— respondió este. Inicio la transposición de alma, Bastian estaba relajado puesto el proceso no parecía del todo complicado, Christopher saco un cuchillo para cortarse en la parte superior de su antebrazo, con un movimiento suave, giraba sus dos de sus dedos alrededor de la herida, como si de un remolino se tratase, una pequeña luz tenue salía en vez de sangre, se curó increíblemente rápido casi que era improbable no notarlo. Luego era el turno de Bastian, de alguna manera y con un movimiento el vampiro tomo un pedazo dela alma de licántropo, desde la altura de su corazón se podía ver una pequeña esfera llena de plasma, totalmente cálida, Christopher tomaba un pequeño pedazo pero la esfera no perdía su forma seguía igual, la parte que tomo era tan pequeña como un chícharo o poco más. Estaban por otro lado Shadow y Ahelyn conversando mientras vampiro y hombre lobo llevaban a cabo una especie de experimento para dar mayor control a Bastian y quitar la necesidad de sangre al parecer. —Ya preparaste todo lo que necesitas niña— preguntaba Shadow. —Creo que sí, cuando llegamos acá sabíamos que estaríamos pocos días así que todo está listo — respondía Ahelyn. —Dime, ¿cómo te sientes con todo lo que te está pasando?— volvía a preguntar Shadow. —No tengo idea, sabía que me estaba preparando para algo importante pero jamás pensé que necesitaría alguien que estuviera destinado a protegerme, sé que puedo soportarlo pero no sé si él— decía Ahelyn. —Te preocupa, es normal pero ese chico es un luchador nato, a veces es difícil lidiar con Bastian, pero con el tiempo te darás cuenta como es su carácter en verdad — decía Shadow. — ¿Cuánto cambio? El excuso sus acciones diciendo que todavía no sabía controlarse como es eso — preguntaba Ahelyn. — No creo que sea medible, pero muy dócil cuando le conocí, era competitivo pero nunca haría algo que sobrepase los límites de cualquiera — comentaba Shadow. — Entonces si cambio mucho — agregaba Ahelyn. —Lo dices por su carácter violento o algo está delatando esa mirada tuya— decía Shadow mientras se sonrojaba Ahelyn. —No, no es eso, solo que supongo que era un típico chico de ciudad — comentaba Ahelyn. —En parte, pero ya tendrás tiempo de preguntarle después de todo te acompañara— decía Shadow. —Ya lo sé, pero y tú también nos acompañaras— decía Ahelyn. —No está en mí poder decidir eso, pero si Altair les acompaña seguramente yo también-Tú eres su acompañante— preguntaba presurosa— En parte, soy de su escuadrón, nivel cazadora, es el nivel más alto que puede alcanzar una ninfa supongo — respondía Shadow. —Entiendo, pero y el resto de seres, donde está tu familia — decía Ahelyn. —No tengo familia, mis hermanas fueron asesinadas por Cecil en unos de sus experimentos, solo sobreviví yo — decía Shadow entristecida. —Ese vampiro es un maldito se merece lo peor— terminaba Ahelyn mientras se oía que alguien tocaba la puerta. — ¿Quién es?— preguntaba Shadow. —Tan solo quiero recordarles que partimos en media hora es momento que tengan todo listo — aclaraba Altair desde el otro lado de la puerta. —Entendido señor Altair— respondía Ahelyn. —Apresurate, tienes que estar lista para partir— decía Shadow. —Shadow; quiero que sepas que no eres la única que no tiene familia, yo soy huérfana tienes fe de que yo sé cómo se siente— decía Ahelyn positiva. —Tú serás mi hermana pérdida la que si lograre rescatar— Así será, gracias por considerarme. —Eres buena chica, tienes que ser fuerte también, me retiro tengo que llevar mis cosas— decía Shadow. Shadow pasa a retirase del cuarto de Ahelyn, para estar lista para partir y darle tiempo a Ahelyn que termine con sus preparativos, el viaje no era largo y menos cansado pero exigía cautela y preparación. Regresando a la habitación de Bastian, el ritual ya había finalizado y Bastian tenía una nueva expresión en el rostro, seguridad, por fin después de mucho tiempo recuperaba eso, antes de que su padre se fuera, era la misma sensación, poder y decisión. —Así que ese era el ritual, no está mal, gracias por el conocimiento — decía Bastian. —A ti por el poder, ahora sabes que no me teletransportó — decía Christopher. —Eso era lo que hacías, interesante pero no había manera de percibirlo sin esta transferencia— decía Bastian. —Tienes razón, ahora estamos seguros que serás uno de los guardianes más fuertes de luna-comentaba el vampiro. —Pero pensé que veríamos lo que pensábamos nosotros, no solo como se sienten-comentaba el hombre lobo. —Que esperabas, ¿no tienes pensamientos que ocultar?— preguntaba Christopher. —Como todos, pero en fin por ahora solo necesitaba eso estoy listo para dominar Todos mis poderes— decía Bastian. —Sí, pero espera que Altair, te enseñe, ¿piensas contarle de esto?-cuestionaba. —No por ahora no, nadie se dará cuenta, por ahora es una ventaja competitiva mantenerlo en secreto — decía Bastian. —Como quieras, te sientes muy confiando, no sobre alimentes a tu ego — alertaba Christopher. —Nunca, se cómo es el enemigo, con él nunca se debe estar demasiado confiado, pero ahora como te alimentaras que no puedes morder a nadie— decía Bastian. —Es fácil, no lo necesito, con tu alma será suficiente alimento, hasta que regrese a tu cuerpo — decía Christopher. —Entonces ve a arreglar tus cosas, creo que Altair dijo que partiríamos muy pronto —decía Bastian. Así lo hizo, pasa a retirarse, durante los últimos momentos de estadía de este grupo todo parecía marchar bien, salvo por la extraña relación entre Bastian y Ahelyn todo parecía indicar que este nuevo viaje no tendría complicaciones, salvo el destino quisiera mostrar lo contrario. —Estamos todos listos, salgan rápido — anunciaba Altair. —Acá estamos esperemos que todo marche de acuerdo a lo planeado — se formaba Shadow. —Ahelyn ya está lista, creo que no hay nada que evita que salgamos — se presentaba Christopher. —Marchemos entonces, y a donde es que nos dirigimos ¿a ver a luna ya?— decía el intrigado Bastian. —No, vamos a nuestro cuartel, pero no podemos usar un auto en bosque verde, tenemos que ocultarnos pasar por el bosque, de seguro hay espías por todos lado de Cecil— decía Altair. —Que nos guie la buena suerte entonces— decía Ahelyn ya preparada. Partieron el pequeño escudaron que había formado Altair de forma presurosa e instalándose en los bosques cercanos al mercado con la esperanza que ningún espía les persiguiese. En lo profundo de la maleza, los pequeños sonidos de los animales, les hacían pasar por desapercibido, avanzaban con Altair por delante como guia, seguido tras Shadow estaban el resto impacientes y poca seguridad a donde se dirigían realmente. —Los cuarteles de los licántropos se encuentran hacia el norte según tengo entendido —decía Christopher. —Es correcto, no dirigimos hacia allí, ojala hubiese un transporte más apresurado y efectivo para llegar pero aquí eso es muy difícil— decía Altair. —Ahí fue donde mi padre se encontraba durante estos dos últimos años— preguntaba Bastian. —Sí, estuvo durante buen tiempo planificando tu llegada, logro un gran retroceso por parte de Cecil y la mayoría de sus fuerzas— respondía Altair. —Es un gran hombre tu padre, oí muchas cosas buenas de él— decía Christopher. —Así que era famoso, supongo que llevare mi apellido con honor— decía Bastian. — ¿Cuál es tu apellido Bastian?— preguntaba Ahelyn. — Castillo, Bastian Castillo ese es mi apellido —sostuvo Bastian. —Ha, no imagine que tuvieras un apellido común-decía Ahelyn. —Bueno no soy de la realeza, princesa mi padre era mecánico y acá general creo — comentaba Bastian. —No, tu padre era mucho más que eso, nunca tuvo un lugar de trabajo humano, ganaba dinero de inversiones bancarias que tu familia tiene desde siempre, cuando tu padre Bastian te decía que se iba a trabajar venía a bosque verde, pensé que lo habías entendido — describía Altair. —Pensaba que siquiera sabía algo de mecánica, y a mí me mando a la universidad, cuando le vea tendré que decirle unas cuantas cosas— consideraba Bastian. —Una vida que pensabas que era real pero no, debe ser difícil entenderla, te entiendo Bastian— agregaba Ahelyn. —No lo fue tanto para mí, una mordida y ya despegue a mi propia realidad — objetaba Bastian. —No es para tanto, pero Bastian te lo tomaste muy bien las cosas, esperemos que siguas así— señalaba Shadow. Caminaron por aproximadamente una media hora, solo faltaba un kilómetro para poder llegar según los cálculos hechos por Altair, los animales que estaban pronto dejaron de emitir ruido, había un silencio intranquilamente armonioso, como si solo las hojas tuvieran más vida que eso, un fuerte sonido atiborro la escena, una ráfaga más poderosa que un rayo tomo por la espalda a Christopher totalmente desprevenido y sin mucha opciones. — ¿Que ha podido ser eso?— comentaba Bastian. —Este atrapado hijo de Utukku— susurro. —Cecil, maldición Bastian corre hacia el norte, Shadow llevátelos — gritaba Altair. —No, no, no, están invitados, insisto Bastian yo sé que me recuerdas— —Ahora está claro, si te conozco Cecil estuve esperando esto, y vienes a mí, vas a pagar caro lo que has hecho — proclama Bastian a viva voz. —Bastian dejalo, retrocede no estás listo para enfrentarle tienes que irte— No nunca, no voy a vacilar, estoy frente al hombre que capturo a mi padre. —Me encanta escuchar tu voz, tu sangre está hirviendo, en el fondo tenías que ser igual a tu padre y piensas luchar hasta el final como él— Cecil, pronunciaba con tal sutileza y malicia que enojaba aún más a Bastian. —Este acabado, me voy a deshacer de tu mugrosa existencia — El aire se volvía espeso, te dejaba sin respiración, Bastian comenzaba a mostrar un aura plateada, brotaba desde su cuerpo que le permitía, la ira acumulada le estaba dando ese brillo que aterraba y maravillaba. —Bastian tienes que calmarte este no es momento de cometer una locura- decía Altair.

Bastian en su mente sintió, un empujón en su mente, Christopher le estaba mandando un mensaje, de la misma manera abrupta en la que se tornó esa aura prácticamente se desvaneció como si de una ilusión se tratase. —El cachorro no puede enojarse, sino pierde el control— el Lord hablaba-ya no es necesario que me quede, adiós me llevo mi recompensá. De un salto y abriendo un portal se retiraba Cecil sin dejar tiempo a que Altair intentara algo, el veloz licántropo solo atino a ponerse en guardia y poco más, ni siquiera desvaino su espada. —No nos podemos quedar varados, hay que continuar— decía Shadow. —Un momento se acaban de llevar a mi enamorado no piensa hacer nada, él les dio su lealtad — exclamaba Ahelyn. —No, hay vuelta atrás, entiendo pero hay un grupo de nuestra gente que seguramente está buscando a Cecil— sustentaba Altair. — ¿Cuánto nos queda por llegar?— decía Bastian. —Solo unos metros más, la maleza realmente hace el camino más largo — —Continuemos Altair, necesito conversar con los alfas que quedan— Altair por un segundo se sorprendió, Bastian estaba hablando diferente, como sabría lo de los alfas, converso con Shadow o solo lo intuyo, recordó lo que le contaba cuando entrenaban, sin duda el muchacho había cambiado mucho desde que comenzó a ejercer su cargo como guardián. Pequeños pasos les dirigieron a la fortaleza tras la densa maleza, el cuartel donde estuvo Altair en su viaje a bosque verde estaba ante los ojos de Bastian, era un lugar con una atmosfera cerrada, daba la impresión que el lugar siempre le estuviese esperando, la puerta se abría para dejar pasar al desmembrado equipo. Adrián no estaba mostrando su mejor rostro precisamente, estaba en la sala exterior tras la puertas principales, donde las pequeñas habitaciones para los residentes que casualmente se veían más vacías que cuando Altair les visito la anterior ves. —Altair, chicos ustedes deben ser Bastian y Luna. ¡Luna está aquí! — gritaba dando un salto Adrián. —No hay mucho por lo que emocionarse, las cosas se han salido de control, Cecil capturo a un descendiente de Utukku— decía Altair. —Esto va de mal en peor, Altair tienes que reunir a los alfas de inmediato, no quieren hacer nada están más asustado Cecil se volvió a meter y les dejo un mensaje, ninguno quiere hablar acerca de eso. —Adrián yo soy Bastian, estoy acá para hablar con ustedes, reúne a los alfas y yo personalmente les hare actuar— Bastian intentaba resultar lo más convincente posible peor los ojos de Adrián solo estaban exaltados. —Estas un poco apresurado, solo los generales visitan a los Alfas, solo los dignos cruzan al salón principal, solo eres un guardián, tienes que ganarte tu puesto — aclaraba Adrián. —No lo creo, en momentos desesperados necesitan medidas agresivas, Altair tu puedes acompañarme y permitirme hablar por ti— decía Bastian. —Es un posible, pero no es lo correcto, Adrián tiene razón las medidas indican que debes ganarte un puesto, pero por otro lado las cosas no están para seguir tradiciones— dudaba Altair. —Que pase en mi nombre, yo le abriré la puerta, cuidare de este nuevo tonto espero que no falle-entraba Jefferson a la escena. — ¿Quién eres tú?, es un vampiro acá con los licántropos— preguntaba Bastian —Soy el anterior guardián, el señor de desprecio, tu líder y más pronto de lo que esperas tu maestro — proclamaba Jefferson con una autoridad impuesta. —No, mi padre tiene que regresar y enseñarme todo de este lugar, estoy cansado de que me impidan verlo. —Estas perdido en el cielo y en el infierno, en la oscuridad y la luz, mira a tu alrededor y busca la verdad — decía Jefferson mientras fumaba profundamente. —Altair, es seguro confiar en él, se supone que debo creer que puede volverme más fuerte— preguntaba. —Debería, él es mi maestro, él supo antes que yo existiera que sería tu guia en esto, él es hombre lobo más viejo sobre la faz de este mundo —decía Altair. —Me perdí de algo, se supone que un licántropo sin poderes le enseñara a Bastian a ser el nuevo guardián algo debe ir mal— aclaraba Adrián. —Estas totalmente equivocado, Jefferson no tiene ningún poder pero es quien mejor experiencia posee para este caso —aclaraba Altair. —Empecemos con esto, Jefferson puedes ¿cómo vas a ayudarme a hablar con los alfas?-cuestionaba Bastian. —Ves esta puerta grande ingresa, nos vemos del otro lado, los alfas no se han trasladado de la sala principal desde que Cecil volvió por ellos— respondía Jefferson. —El resto se debe quedar, Shadow envía a Ahelyn a una habitación— ordenaba Altair. —Un momento, que tenemos aquí la nueva luna, la nueva reina ha llegado — decía Jefferson eufórico.

—Altair, de que está hablando él, Ahelyn todavía no puede hacer mucho por nosotros— Estas en lo cierto, pero también piensa que esté con nosotros significa mucho — aclaraba Altair y Bastian.

Shadow tomo de la mano a Ahelyn y la llevo rápidamente mientras muchos licántropos salían presurosos de sus habitaciones a mirar a la nueva Luna, solo Jefferson mantenía la calma luego de su rápido anuncio, tomo una pose seria mientras fumaba su inacabable cigarro, inhalada tras inhalada se concentraba mirando a Bastian pasar a la sala principal, tenía un rostro pacifico que a la vez que denotaba tensión. Bastian cruzaba el umbral temeroso, pensando cada paso que daba, lo que al principio parecía una idea solo de darle forma en la realidad, le provocaba escalofríos, sabía quiénes eran los alfas, lo susceptibles que estaban además de estar cerrados a la idea de mantener sus seguridad ante todo. —Bastian no tienes que hacer esto, yo me encargo de todo— No Altair si lo haces ellos negaran ayuda a mi padre, se sienten inseguros bajo estos muros, yo me siento mal en este lugar, siento olor a muerte, ¿qué catástrofe sucedió justo aquí?. —En esta sala, donde estamos a punto de cruzar, en ese preciso lugar asesinaron a varios alfas y secuestraron a tu padre— decía Altair. —El lugar esta tan claro y tan bien adornado, que es un lugar perfecto para una trampa, cuéntame más sobre los alfas digo sí es posible— preguntaba Bastian. —Pensé que lo sabias todo, es muy simple los alfas son los mejores generales de los quince bandos militares, sin importar cuan bueno seas solo los mejores de cada generación quedan— explicaba Altair. —Eso comprendido, pero como siendo los mejores Cecil atravesó todo el lugar y llego hasta acá sin mucho problema, asesino a unos cuantos alfas y luego secuestro a mi padre— cuestionaba Bastian con rudeza. —Eso es lo complicado, aunque creo que te haces una idea de cómo pudo realizar tan terrible hazaña, de alguna manera usando quien sabe que magia oscura creo portales de entrada y regreso hacia acá, todo parece ser que de alguna u otra manera conoce este lugar— respondía entrañado, Altair. —Pero tan probable es esto o no, estoy confundido hemos perdido el rumbo en esto, tiene ventaja sobre nuestra ubicación pero y nosotros que tenemos— cuestionaba aún más Bastian. —Espera que tu dudas ya serán atendidas, entra no podemos quedarnos de pie en esta sala, los alfas esperan. Pasaron la gran puerta donde se encontraban en ese semicírculo tan vacío como antes, Bastian miraba justo al centro donde sabia debió sentarse su padre, no era necesario que se lo digan, él simplemente lo sabía. Bastian se para en el medio de la sala, Altair solo estaba a unos cuantos pasos de él, observando todo con un poco de angustia en el rostro pero mucha fe en el corazón. La seguridad con la que tomo su posición de Bastian era aplaudible pero en el fondo también se encontraba confundido, tan oscuro pero claro, los cambios repentinos eran cosa habituales y Bastian ya contaba con una ventaja que le permitía adaptarse a estos cambios como si no fueran la gran cosa. —A qué se debe su presencia noble guardián— hablaba un Alfa. —Estoy acá porque ustedes han perdido mucho y yo vengo a entregarles los que le falta, traje a Luna conmigo yo solo les pido que antes que yo la lleve a su destino final, les ruego me permitan ir a rescatar a mi padre— explicaba Bastian. —No es posible, no es siquiera probable, tu deber es vital, le viaje es muy complicado, el lugar, debes preparate para tu destino, el camino es difícil cualquier otra tarea es un desperdicio de tiempo, lo sentimos mucho entendemos tu situación— aclaraban los Alfas. —Pero ustedes, se han encontrado en esta posición antes, señores peligra nuestra raza, pero debemos hacer frente, no depositen solo su confianza en la misión, mi padre es su líder no pueden abandonarlo, por favor— pedía Bastian.

—No podemos cambiar de opinión, tu padre es un licántropo esplendido, confiamos en que él quería cumplir la voluntad de Luna— cerraban su posición. —No es cierto, temen, sienten miedo, son una raza de valor y coraje, aúllen como lo hacen los lobos, no necesitan solo a luna para ganar esta batalla también tengan honor, tengan valentía para tomar decisiones— atacaba Bastian al consejo. —Bastian no puedes hablar así delante de ellos, comprende la situación es delicado ir a ese lugar, no podemos ir solo nosotros. —Es una locura, pero solo pido que me acompañen una sola unidad militar, un solo escuadrón no es mucho, no quedaran desprotegidos— decía Bastian.

Los Alfas comenzaron a discutir entre ellos, el nerviosismo les traía sedados, la oscuridad y la maldad que les toco el corazón les hacía retraerse tanto que solo eran sombras de lo que eran, la confianza de Bastian no conseguía convencerles. —Altair, a ti se te encomendó la misión de traer al hijos de Damián a ver a su padre, sé que el profundo de nuestro corazón sabemos que hay algo de verdad en las palabras de este muchacho, lo cierto es que no podemos mover ningún escuadrón pero tienes tres días para descansar acá y recapacitar, caso contrario Jefferson llevara a la chica a Luna es todo lo que podemos decir. —Pero señores, es el hijo de Bastian permita que yo valla a ese lugar, por favor no permitan que Damián este en las manos de Cecil— grito Altair. —Está perdido, no podemos seguir pensando en esto, me retiro señores, no pienso aceptar su decisión— finalizo Bastian con una media vuelta. —Entonces la chica se queda, no podemos permitir que ella te siga, es tu locura, tu decisión— decían tajantemente los Alfas. Bastian ya no vio la necesidad en responder, se retiró de manera tranquila, Altair le siguió, la gran puerta donde apenas cruzaban hace poco se alejan dejando su decepción en la habitación, en la penumbra de la lejanía, donde los recuerdos se difuminan como laberintos enlazados unos tras otros. Un pequeño rayo de esperanza se mostraba en esa habitación, donde antes había ese fétido olor a muerte estaba Jefferson, con su rostro entrañado, fumando y con esos ojos rojos que penetraban el alma. —Pensabas que te iban a ayudar niño, estas muy confundido, eres un inexperto y tu Altair porque lo apoyan en sus locuras. —No, solo pensé que aún quedaba algo en ellos, pensé que la ira les tomaría, pensé que la venganza está en ellos, pero nada, no hay nada más que miedo — decía Altair. —Adrián, Teobaldo, Basilio salgan, estamos listos para ir al castillo, están listos para rescatar a Damián. De cada esquina salieron ellos, con sus vestimentas tradicionales, la que Bastian uso la primera vez que entreno, aunque las de ellos estaban personalizadas, tenían ese aspecto moderno que quizás Altair no posee. Basilio, con las mangas abiertas rotas de manera única con objetos de plata en forma de cadena cruzaba por su pecho. Adrián de manera más simple estaba vestido de la manera más típica excepto por sus pulseras de plata y la daga que estaba en su hombro derecho. Por ultimo Teobaldo vestía de manera seria, lo único que le diferenciaba era un collar de plata en su garganta que le daba una presencia distinta. —Ellos están aquí por Altair y por ti Bastian, están para ayudarte en todo lo que puedan— decía Jefferson. —Gracias muchachos porque no me conocen y confían en mí, gracias les prometo que no les decepcionare. —Estamos para ayudarte, te guiaremos hacia tu padre, te esperaremos afuera del cuartel— decía Teobaldo. Bastian tenía una vaga idea sobre cómo enfrentar la situación, aunque él sabía que su vida está en un inminente peligro estaba dispuesto a arriesgarlo todo, la esperanza de estar con su padre era la único que conocía, cualquier desgracia era mínima sí él conseguía su cometido. —No podemos huir del peligro, Bastian ellos vivirán y morirán por ti, toma con calma todo— decía Jefferson. —No estoy seguro, Jefferson ¿piensas acompañarme?— cuestionaba Bastian —No, esta vez creo que no, siento mucho tener que huir pero solo seré un estorbo, pero cuando vuelvas te prometo que te enseñare todo lo que necesites. —Estamos en punto muerto, nos esperan Bastian, es tu momento, pero por favor chico no te metas en peligro nosotros haremos el trabajo duro — interrumpía Altair. —Entiendo Altair, es solo que quería conversar con Jefferson, guiame a la salida por favor— señalaba Bastian. En el camino, muchos extraños y ajenos al tema de Bastian salían a verle solo para saber cómo era el protector de luna, desde jóvenes igual que Bastian, hasta nuevos generales, en el patio central Altair se puso a esperar a Shadow que apenas acaba de instalar a Ahelyn, con una expresión presurosa, salía el pequeño grupo de rebeldes. Cruzando la puerta a la salida de regreso al bosque, sentados con una expresión peligrosa, estaban los dispuesto a ayudar a Bastian, montados en las copas de los árboles, bajan tan dócilmente y ágilmente como lo hacía Altair aunque cada uno tenía su propio estilo. —Espero que estén listo, el camino no va ser muy largo, pero la sola entrada al castillo supone un reto increíble— definía Teobaldo muy seriamente. —Esperen saldremos, atacaremos y regresamos ¿Acaso no tenemos ningún plan?— cuestionaba Adrián. —Sí tenemos un plan, que te calles y atiendas a los mayores— decía Teobaldo. —Altair ha diseñado una manera de invadir el castillo sin asediar ningún lugar, pero lo ejecutaremos cuando estemos allá— decía alegremente, Basilio. —Estoy dispuesto a aceptar cualquier propuesta, solo guíenme y esperemos que todos actúen con cautela— decía Bastian. —Shadow partirá adelante justo ahora nos lleva un poco de ventaja tenemos que alcanzarla— explicaba Altair. Partieron todo de manera muy veloz, solo Altair llevaba una mochila para cargar una cuantas cosas, el resto se iba moviendo ágilmente por el bosque, excepto Bastian que corría de manera común, el resto daba brincos por los arboles e iba a velocidades ridículamente rápidas tanto que estaban dejando a Bastian unos metros atrás. —Chicos como demonios quieren que yo les siga sí van tan rápido — con la voz agotada. —Es cierto, Bastian imaginas que quieres ir de frente, olvida que caminas, piensa que tu mente es la que se mueve, ve rápido, imagina que te teletransportas— daba de referencia Altair. Con ese pequeño pero útil consejo, el muchacho despego literalmente, iba una gran velocidad, tanto que las ramas se veían borrosas ante sus ojos, ya no sentía cansancio ni menos agitación, su corazón latía con vigor, su naturaleza le hizo desatar ese lado animal que todos los licántropos tienen. Con Bastian siguiendo el ritmo de la manada, pasaban en menos de unos minutos el tramo que les tomo horas cuando caminaban con Ahelyn y Christopher, pasaron el mercado central que se distinguía a los lejos, aunque rodearlo si tomo un tiempo prudente. En el horizonte había mucha más vegetación muy variada, desde pequeñas plantas típicas de un pantano, arboles de regiones montañosas, la flora era muy rica pero con apenas con tiempo para apreciarlo Bastian sentía que ni con el conocimiento de Christopher alcanzaba a comprender lo que ese lugar llamado bosque verde aguardaba. Bastian de pronto por concentrarse demasiado en los pensamientos de Christopher comenzó a sentir los estragos de la situación en la que se encontraba el vampiro, un agudo dolor le hacía detenerse bruscamente, los demás notaron la reacción de la Bastian que para ellos no resultaba tener explicación. —Muchacho, ¿qué paso?; dinos algo — se acercaba Altair apresuradamente —Yo lo siento, no me sentí bien es que apenas me acostumbro a esto de ir rápido, un poco de aire y estaré mejor— ponía excusas Bastian intentando que el dolor se disipara de su cuerpo. Un vago recuerdo de cuando Christopher fue capturado fue recordado en la mente de Bastian, tuvo la sensación de que el vampiro quería que le capturen, no se sentía tan mal, tal vez él quiera que le llevase a su padre, tal vez se arriesgó para averiguar algo dentro del castillo, aunque solo eran supuesto lo cierto es que la manera en la que fue capturado sobre todo con el poder que tiene Christopher, dejaban sospechas sobre la verdadera razón por la que el descendiente de Utukku quería ser capturado. —Bastian está todo bien o necesitas un poco más de tiempo — decía Basilio piadoso. —Estoy mejor, listo para seguir, es solo que se sentía raro pero descuiden no volverá pasar. —Sigamos entonces no hay razón para seguir quietos, ya Shadow debe llevarnos más ventaja debemos alcanzarla— terminaba Altair. Dando tumbos tras saltos entre los árboles y pasaje llano, se iban alejando de lo que era un frondoso bosque verde para pasar a un lugar más frio, con una enorme montaña que a lo lejos se deslumbraba, más cerca, un castillo enorme, obviamente era el de Cecil, el ambiente pesado ya daba esas señales definitivas, aunque estaba un poco lejano, la gran velocidad a la que iban permitía estar cada vez más cerca de esos lares llenos de mugrosas estirpes. —El castillo de Cecil queda cerca de "Montaña Roja", aunque este tétrico y frío lugar no lo parece roza el límite de bosque verde, es el punto sur, no hay manera de pedir refuerzos que lleguen pronto, menos manera de comunicarnos con alguien si fallan, esta es una situación de infiltración, Bastian si cometes un error y nos delatas estamos fuera de juego, espero lo entiendas — decía Teobaldo con total seriedad. En su mente Bastian divaga teorías y supuestas especulaciones de Christopher y su plan para colocar al Lord a la merced de los hombres lobos, pero nada parecía encajar más allá de la traición o un error fortuito cometido, aunque lo cierto es que no había sentido malas intenciones de su parte estaba claro que algo no encajaba. —Bastian estas escuchándome o todavía no te sientes bien— cuestionaba nuevamente. —Estoy pensando; acabas de decir que estamos en una situación de infiltración, pero entonces ¿qué hacemos corriendo al castillo?— Bastian respondía con intriga. —Es un punto, al menos me prestas atención, no es la primera vez que nos infiltramos a este castillo, durante mucho tiempo, conocemos unas entradas que fácilmente Cecil no espera y menos conoce, la razón por la que no la usamos es porque solamente pueden ingresar pocos como para no resultar notorio, además que el castillo esta asediado por cientos de guerreros armados y dispuestos a acabar con cualquiera que ose ingresar, el punto es que, Shadow esta adelante esperando bajo la entrada subterránea del castillo, esperándonos a nosotros para iniciar el rescate— aclaraba Teobaldo. —No es tan difícil de entender Bastian, la razón principal por la que no usamos estos pasadizos ocultos para el Lord es porque sí llega enterarse, ya no podríamos usarlos para nuestro beneficio, la mayor fuerza que nos detiene para iniciar un ataque son los drows— decía Altair. —Con temor a sonar muy tonto ¿qué demonios es un drow?— preguntaba Bastian. —Es un ser sin alma, es un animal oscuro, es un monstruo, una aberración de la naturaleza, son elfos corrompidos por Cecil, no tienen piedad y acabaran contigo si notan tu presencia— decía Shadow que aparecía prácticamente de la nada. —De donde has salido, no se suponía que estaría delante de nosotros— decía Bastian sobresaltado. —Lo cierto es que ha habido un pequeño cambio de planes, los ogros que custodian la entrada están más cerca de la entrada subterránea, es como si estuviesen esperándonos. —Es comprensible diría yo, Damián es nuestro líder el Lord tiene conocimiento de nuestros movimientos, están más que claro — decía el gran Basilio. —Es cierto que es predecible, pero es más que raro, pero de cualquier manera no están lo suficientemente cerca como para notar nuestra presencia— aclaraba Shadow. El pequeño escuadrón de emergencia encabezado por el noble guardián Bastian cuya experiencia para cualquier situación de emergencia o incluso la más leve tarea militar, en el mejor de los casos era más que nula. La ubicación de este pequeño grupo estaba triangulada en la parte frontal del castillo, detrás de una pequeña arbolada toda quemada pero con unos troncos lo suficiente mente estables como para no dar a conocer su presencia, el enorme castillo rodeado por miles de estriges muy ruidosas pero ni con todo ese bullicio aportaban algo de vida al tétrico lugar, los grandes muros de piedra aportaban magnificencia de una manera muy pocas veces vista, una gran puerta daba ese toque más que medieval, pero los ogros con enormes mazos llenos de pinchos le quitaban ese curiosidad de siquiera pensar ingresar a un lugar así además de ser apoyado por lo tenebroso del lugar.