su atención pon favor
La Línea de Alerta Polar acaba de avisarnos
que un ataque con cohetes nucleares
de por lo menos un millar de megatones
ha sido lanzado por el enemigo
directamente contra nuestras principales ciudades.
Este anuncio tardará
dos minutos y un cuarto en ser hecho,
ustedes, por lo tanto, tienen otros
ocho minutos y un cuarto
para cumplir con las formalidades de refugios
publicadas en el Código Civil
de Defensa — sección Ataque Atómico.
Una Misa especialmente abreviada
será retransmitida al final
de este anuncio;
los servicios Protestantes y Judíos
comenzarán simultáneamente.
Seleccionen su longitud de onda inmediatamente
de acuerdo con las instrucciones
del Código de Defensa. No lleven
a sus animales más queridos (pájaros inclusive)
dentro de su refugio: consumirían
aire fresco. Dejen a los viejos e inválidos,
nada pueden hacer por ellos.
Recuerden accionar el conmutador
de cierre cuando todo el mundo esté dentro
del refugio. Instalen la antena
de radiación, pongan en marcha el barómetro geiger.
Apaguen su Televisión ahora.
Apaguen su radio inmediatamente,
los Servicios terminan. Al mismo tiempo
aseguren los tapones de explosión en los oídos
de cada miembro de sus familias. Lleven
abajo sus ampollas de plasma. Den a sus niños
las píldoras marcadas uno y dos
en el container verde de Defensa Civil. Luego pónganlos
en la cama. No rompan
los sellos interiores de las compuertas
hasta que la señal de radiación «Limpio» aparezca
(estén atentos al cucú
en sus paneles de plástico) o hasta que su Doctor
Ambulante de Distrito llame a su timbre.
Si, antes de esto, su aire se termina,
o si alguien de su familia
tiene un grave accidente, adminístrenle
las cápsulas señaladas «Valley Forge»
(bolsillo rojo en el Equipo de Supervivencia n.° 1)
para una muerte indolora. (Los católicos
habrán sido instruidos por sus sacerdotes
sobre qué hacer en esta eventualidad).
Este anuncio está terminando. Nuestro Presidente
ha dado ya órdenes para
el contraataque masivo: será
decisivo. Algunos de nosotros podemos morir.
Recuerden, estadísticamente
es posible que no sea usted.
Todas las banderas están flotando al viento
en los edificios Gubernamentales; el sol brilla.
La muerte es lo que menos tenemos que temer.
Estamos todos en las manos de Dios,
sea lo que sea que ocurra ocurre por Su Voluntad.
Vayan ahora rápidamente a sus refugios.
traducción de M. Sobreviela
© 1968, Peter Porter