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LIBROS
Doc Savage, el héroe de los años treinta que marcó un hito importante en el género de los «detectives científicos», y cuyas aventuras estaban tan entrelazadas con la ciencia ficción de aquella época, está conociendo una afortunada segunda vida. Así, en los Estados Unidos, «Bantam books», su casa reeditora, lleva ya sacados al mercado veintiuno de los títulos de la serie original, y la casa belga «Marabout», que ha adquirido los derechos en lengua gala, lleva ya editados cinco volúmenes. Algunos rumores anunciaron también su posible reaparición en castellano, aunque por ahora no los veamos concretarse. Son dignos de mención especial, en esta reedición, los excelentes dibujos de las portadas, comunes para la edición yanki y belga, cuyo autor lamentamos quede en el incógnito, como suele ocurrir con las portadas de la mayor parte de los libros editados en USA.



La editorial «Advent», de Estados Unidos, ha encargado al escritor Harry Warner la confección de una Historia del Fandom. El manuscrito del primer volumen, que cubre la época de los años cuarenta, ya está terminado, y una vez haya sido publicado su autor comenzará la redacción del segundo, destinado a narrar la historia del fandom de los años cincuenta.
La luna dalle venti braccia (La luna de los veinte brazos), es el título de la primera antología italiana de relatos de ciencia ficción publicada en la U.R.S.S., y cuya edición ha superado los 50.000 ejemplares. El título del volumen es el del primero de los relatos que contiene, perteneciente a Lino Aldani. Los demás autores agrupados en el volumen son Libero Bigiaretti, Dino Buzzati, Italo Calvino, Inisero Cremaschi, Giulio Raiola, Ana Rinonapoli y Sandro Sandrelli. Aunque desconocemos la acogida que ha tenido el libro entre los lectores soviéticos, puede darnos una idea de ella el hecho de que se haya anunciado ya la preparación de una segunda antología de idénticas características, englobando una mayor representación.
REVISTAS
Harry Harrison, el conocido autor de Death World (publicado en lengua castellana, en dos distintas ediciones, con los poco afortunados títulos de Mundo muerto y Mundo yerto) y de tantos otros volúmenes, se ha hecho cargo recientemente de la dirección literaria de las revistas estadounidenses Amazing y Fantastic. Tras una etapa difícil en la que, bajo la dirección de Sol Cohen, ambas revistas se habían limitado a reimprimir relatos publicados en las mismas durante las décadas de los años treinta al cincuenta, lo que levantó una gran ola de protestas entre el público, Harrison quiere convertir ambas revistas en dos revistas de calidad, dando a Amazing una orientación hacia la ciencia ficción de primera clase, mientras Fantastic, como lo ha sido en otras épocas anteriores, se especializa en el space opera y en el sword-and-sorcery, es decir, la aventura interplanetaria y el relato de fantasía pura al estilo de un Burroughs o un Tolkien.
Confiamos en su éxito, y lo deseamos. No hay que olvidar que Amazing, pese a haber pasado por muy distintas vicisitudes y haber tenido claras etapas de crisis, sigue siendo aún la más veterana de las revistas del género en todo el mundo, y la única de su época que aún se sigue editando.

Nova sf constituye, en Italia, el primer intento serio y organizado de crear una revista especializada de ciencia ficción. Editada y dirigida por Ugo Malaguti, uno de los escritores de más prestigio en Italia y uno de los «sf men» más ambiciosos en ideas y proyectos, recoge en sus páginas relatos, crónicas, noticias y estudios literarios de muy alta calidad. En los tres números que han llegado a nuestro poder se incluyen relatos, artículos y estudios críticos de Ray Bradbury, el binomio Pohl-Kornbluth, A. E. Van Vogt, Brian Aldiss, Theodore Sturgeon, Hal Clement, Robert Sheckley, Walter Ernsting, John Carnell, Sam Moskowitz, Lino Aldani, Roberto Brivio, sin contar, por supuesto, al propio Malaguti. Uno de los más interesantes proyectos de «Nova sf» es precisamente deslindarse de la servidumbre absoluta a la ciencia ficción anglosajona y hacer un análisis también de la ciencia ficción europea, para lo cual cuenta, en su comité de redacción, con una serie de colaboradores que incluyen prácticamente a toda Europa.

La revista «Minotauro ciencia ficción», que edita en Buenos Aires Ediciones Minotauro, ha vuelto a aparecer, después de un silencio de casi dos años. Varias novedades hay en ella: el aumento del número de páginas, de 128 a 160, una distinta presentación de la cubierta, quizá para nuestro gusto demasiado semejante a la de un libro, y la desaparición de la nota científica que se incluía en los números anteriores. El número 9, único que hasta el presente ha llegado a nuestro poder, está dedicado completamente a la ciencia ficción inglesa, con relatos de Brian W. Aldiss, John Brunner, J. G. Ballard y Kathleen James. Complementa el número dos artículos, uno de Judith Merril sobre la escena inglesa y otro de Agustín Mahieu sobre el cine inglés de ciencia ficción.
Confiamos que, en esta nueva etapa, el más amplio éxito sonría a la publicación hermana.
La editorial Géminis, que ya había puesto últimamente en el mercado una antología de relatos —Universum 66— y un libro —El túnel del tiempo— de ciencia ficción, ha presentado ahora su nueva colección de antologías Selecciones Géminis de ciencia ficción, de aparición quincenal, en un estilo propiamente de revista, y con material de las prestigiosas revistas estadounidenses Galaxy y Worlds of Tomorrow. Buena selección de los nombres, y una magnífica reserva de donde ir escogiendo posteriormente. Tan sólo nos molestaría el que la serie se limitara también a la exclusiva dependencia de los Estados Unidos a la que nos tienen acostumbrados la mayor parte de revistas, sin incluir textos de otros países. En el primer número aparecido, y tras una somera ojeada, tan sólo debemos señalar dos puntos negros: la existencia de dos dibujos del gran ilustrador Virgil Finlay en un relato que se dice ilustrado por Perera, y un error tipográfico en el nombre de Emsh, otro gran dibujante estadounidense, premiado con un Hugo por sus magnificas ilustraciones. Nuestras noticias son que, por el momento, se distribuirá únicamente en España.

CINE
La película «2001», basada en un argumento original de Arthur C. Clarke, y filmada en Cinerama y en technicolor por el director británico Stanley Kubrick, será estrenada en los Estados Unidos en la Pascua de 1968. Según nuestras noticias, esta película, cuyo rodaje comenzó en 1966, promete ser uno de los films más interesantes —y más espectaculares— de ciencia ficción rodados hasta la fecha, Destinado a narrar la epopeya futura del hombre en el espacio, han sido diseñados para él dieciocho decorados especiales, que recogen escenas de la Tierra a principios del siglo XXI, del interior de una estación espacial gigante, de una órbita alrededor de la Tierra, de un viaje a la Luna, y de una nave interplanetaria con destino a la parte exterior del sistema solar. Se han empleado nuevas técnicas de maquillaje y vestuario, tales como unos trajes espaciales fabricados con una tela especial confeccionada con nylon y metal, que pese a ello es tan flexible como la seda. Y como detalle curioso añadiremos también que por primera vez se ha empleado el curioso sistema de que el director moviera a sus actores dándoles sus indicaciones a través precisamente de los micrófonos de sus trajes espaciales.
Lo único que desconocemos, por ahora, es cuándo llegará esta película a los países de habla castellana. Esperamos que sea pronto.

La productora «DEFA», de Alemania del Este, comenzará a filmar este año, en coproducción con Polonia, tres cintas de ciencia ficción. La primera, según un escenario original de A. Wagenstein, describe cómo, al ir expandiéndose el hombre por el Universo, considerará cada vez menos importante a la Tierra. La segunda, basada en la obra Die andere Weit (el otro mundo), de Herbert Ziergiebel, presenta el problema del enfrentamiento del hombre con la soledad del espacio. El tercer film, por último, sigue una historia de Carlos Rasch, uno de los mejores escritores de ciencia ficción de la República Democrática Alemana, centrada en las aventuras de los cazadores de asteroides. La citada productora realizó ya, en 1959, una producción denominada Spaceship to Venus doesn’t answer (Astronave a Venus no contesta), basada en una novela del conocido escritor polaco Stanislaw Lem.
TEATRO
El teatro de ciencia ficción, una vertiente del género que parece estar muy poco explotada, tiene en Italia un destacado lugar. Son dignas de mención, entre las últimas obras de este género presentadas últimamente en dicho país, Non si uccidono i robots (No se mata a los robots), de Pino Pugnoni, ganador del premio «Ca Foscari» de la Universidad del mismo nombre, de Venecia, e Italia 2500, del célebre humorista Giovanni Mosca.
COMIC
La primera tira de comic en lengua catalana que se publica en un periódico francés viene apareciendo, diariamente, en el cotidiano de Montpellier «Midi Libre». La serie, con dibujos de Roger Taillade y texto de Pere Verdaguer, desarrolla un sujeto de ciencia ficción: la máquina del tiempo. Con el titulo de El cronomòbil (el cronomóvil), es propiedad de la empresa «Edicions 62» de Barcelona, y su duración aproximada será de un año.
Lo único que debemos lamentar de esta primera e interesante experiencia es que la calidad del dibujo no esté a la altura de la misma.
«Le Terrain Vague», de París, continúa desarrollando una política editorial claramente inclinada hacia la ciencia ficción, principalmente en su ya famosa serie de «Bandes Dessinées». Al primer ensayo, la archifamosa Barbarella de Jean-Claude Forest, especie de Flash Gordon femenino que reúne en sus historias los cuentos de hadas, el erotismo y la ciencia ficción, y que recientemente ha sido llevada al cine por Roger Vadim con Jane Fonda como protagonista, han seguido: Les aventures de Jodelle (Las aventuras de Jodelle), de Guy Pellaert, que transcurre en una antigua Roma muy particular, con dibujos muy estilo «pop» y constelada de elementos fantásticos; Lone Sloane, de Philippe Druillet, cuyo ambiente, barroco y decadente, está claramente inspirado en la famosa serie de ciencia ficción «Nortwest Smith»; Scarlett Dream, de Gigi y Moliterni, que usa, en el contexto de unas aventuras de agentes secretos, elementos claramente pertenecientes al género de ciencia ficción, como ya se está haciendo tradicional en este tipo de aventuras… como hace Alain Tercinet en su Et on tuera tous les affreux (Y se matará a todos los feos). Por último, recientemente, ha aparecido Saga de Xam, cuya publicidad previa ya nos había permitido apreciar su pertenencia a nuestro campo literario. Es interesante ver cómo la colección más prestigiosa y más prestigiada del comic actual ha sido dedicada casi exclusivamente a lo fantástico y a la ciencia ficción…

El tan esperado volumen «Flash Gordon», editado por la estadounidense «Nostalgia Press», ha aparecido al fin. De gran formato, 36×28 centímetros, lujosamente encuadernado, contiene el material dibujado por Alex Raymond para las páginas dominicales de los periódicos de los años treinta, época dorada de la serie. De especial interés es la biografía de Alex Raymond hecha por Al Williamson, así como la tan comentada «Ice Sequence» de 1939-40, que se publica completa. La edición es limitada.

FUMETTI
La revista italiana «Topless», editada al mismo tiempo en italiano y francés, publica en su número uno, recientemente aparecido, uno de los primeros fumetti europeos de ciencia ficción que hemos tenido ocasión de ver. Bajo el título general de «Les aventures de Mr. Love» (Las aventuras de Mr. Amor), la serie recoge las peripecias de un ser extraterrestre, Mr. Love, cuya nave se estrella en nuestro planeta, quedando separado en el accidente de su compañero Ooan, al que debe encontrar para iniciar la búsqueda del «Metal de Bios», con el que, según el mismo Love, su planeta será salvado de un fin no especificado.
El primer episodio, titulado «La venus d’or» (La venus de oro) nos plantea el inicio del argumento y nos hace vivir las primeras aventuras del protagonista, uno de cuyos poderes es la facultad de trasladar su mente a otros cuerpos humanos apoderándose de ellos. El desarrollo del episodio está plagado de acción y violencia, y ambientado por una serie de actrices que, en diversos estados de «deshabillé», hacen agradable al héroe su estancia en la Tierra y amena al lector una serie que, por otra parte, no ofrece nada fuera de lo normal.

Y también de Italia, la patria de esa variedad del comic compuesta a base de fotografías en lugar de dibujos, nos llega asimismo otro «fumetto», editado al igual que el anterior en versión simultánea francesa e italiana, titulado Wampir, y dedicado éste a narrar aventuras de horror. El primer número recoge la historia «La maison del horreurs» (La casa de los horrores), y está ilustrado con las fotografías del film «House of Dracula» (La casa de Drácula) de Erle C. Kenton.
DISCOS
«Béart chante l’espace» (Béart canta al espacio), uno de los últimos «long-play» del conocido cantante y compositor francés Guy Béart, ha sido uno de los discos más vendidos en ese país en el segundo semestre del año 1967. Se trata de un disco con cuatro canciones sobre temas de ciencia ficción: «Les enfants sur la Lune» (Los niños en la Luna), «Années-lumiére» (Años-luz), «Le voyageur de rayons» (El viajante de rayos), y «Le grand chambardement» (La gran barahúnda). Esta última canción precisamente, cuyo tema principal es la guerra nuclear, ha constituido uno de los éxitos más importantes de esta última temporada en Francia, y una de las canciones más escuchadas en todos los medios de difusión del país.
Además de su contenido, el disco tiene un nuevo e interesante atractivo en la magnífica cubierta, obra de Guy Pellaert, el famoso dibujante «pop» del magnífico comic «Les aventures de Jodelle».

El primer disco español de ciencia ficción, un «single» titulado «Canción-ficción», ha obtenido un éxito tal que ha agotado su edición a los pocos días de salir al mercado. El disco recoge dos canciones compuestas e interpretadas por el cantante Manolo Díaz, tituladas «Los marcianos» y «El laboratorio», cuyos temas respectivos son el primer encuentro de un terrestre con un ser espacial y la fabricación de androides. La canción, hasta ahora ausente casi totalmente del género, entra así repentinamente en él con un sorprendente auge. ¿Llegaremos a poder oír algún día las obras del omnipresente Bradbury en nuestro tocadiscos, además de tenerlas en nuestra biblioteca?

AUTORES
La «Science Fiction Writers of America» (Escritores de Ciencia Ficción de América), única asociación profesional de este tipo de la que tenemos noticia en todo el mundo, se halla ante la disyuntiva creada por las interpelaciones formuladas por sus miembros Kit Reed y Nelson J. Bond. La cuestión, tal como la presenta su actual presidente, Robert Silverberg, en el último número del SFWA Bulletin, es la siguiente: hasta el presente tan sólo podían ser miembros de la agrupación los escritores que hubieran publicado en los Estados Unidos libros, historias, guiones de película o de televisión, o programas de radio. Lo que se pretende ahora es dar cabida también a los escritores cuyas obras no hayan sido publicadas en ese país, a las personas íntimamente relacionadas con la ciencia ficción aunque no se trate de escritores, a los críticos, a los editores, a los compiladores de antologías, a los artistas, etc., así como a aquellos escritores que, habiendo pertenecido al género, ya no actúen profesionalmente dentro del mismo. Numerosas opiniones en pro y en contra han surgido ante estas propuestas, y es posible que sean puestas a votación en la reunión de primavera de 1968. Sería de desear que una sociedad del prestigio de la SFWA liberalizase su actitud para que, de una organización local, pasase a tener el cariz mundial tan deseado por todos y tan apropiado para todo lo que es ciencia ficción.

Para contribuir a la difusión de la ciencia ficción, Damon Knight ha propuesto, en los Estados Unidos, una operación que ha denominado Project Boskone. Consiste en que los aficionados al género de todo el país visiten a los distribuidores de libros de las distintas poblaciones de su zona para pedirles que suministren un mayor número de libros de ciencia ficción a las librerías, puesto que últimamente, y debido a la multitud de publicaciones de todo tipo que se editan en dicho país, los libros de este género estaban empezando a diluirse entre la gran cantidad de libros que abarrotan las estanterías.
Resulta curioso resaltar a este respecto la indudable intención que se oculta tras el nombre del proyecto. Boskone, en efecto, es el nombre que el conocido autor E. E. Smith da al Imperio del Mal en su famosa «Lensman Series». ¿Acaso en la mente de Mr. Knight se habrán entrelazado la imagen ficticia de la obra con la imagen real del imperio caciquil que rige la distribución de libros en los Estados Unidos?
Suerte, Mr. Knight.
Falleció, el 19 de agosto de 1967, en el hospital Roosevelt de Nueva York, a tos 83 años de edad, Hugo Gernsback. Fue el creador y animador de la actual ciencia ficción desde sus comienzos, y gracias a su labor el género ha pasado a ser, del incipiente fenómeno local que se inició en los Estados Unidos, la literatura mundial que hoy todos conocemos. No podemos dejar pasar este primer número que hemos dedicado a su memoria, sin rendirle nuestro homenaje, a través de la evocación que de él y de su obra nos hace, desde Hollywood, nuestro colaborador Forrest J. Ackerman:

Adiós a nuestro abuelo. Hugo Gernsback fue el padre indiscutido de la ciencia ficción. Incluso llegó a inventar el término por el que se la conoce hoy en día, usándolo por primera vez en 1929, en el editorial de una de sus revistas. Nació en Luxemburgo, y emigró a los Estados Unidos cuando era muy joven. Creó la revista Amazing Stories en abril de 1926, y anteriormente había publicado ya numerosas historias cortas y novelas seriadas de «Scientifiction», otro de sus términos, en su revista Science & lnvention. Él mismo escribió la extraordinariamente profética novela Ralph 124C41+ en 1911. Durante su extraordinariamente fecunda vida como inventor, científico, editor, autor, director literario y filósofo, creó también revistas como Science Wonder Stories y su correspondiente Quarterly, Amazing Stories Annual y su Quarterly, Air Wonder Stories, Scientific Detective Stories (posteriormente Amazing Detective), Science Fiction +, Sexology y las Science Fiction Series. Él fue quien me bautizó como «el hijo de la ciencia ficción» y «la primera autoridad en ciencia ficción», y estoy orgulloso de haber recibido el premio que honra su nombre, el Hugo, y aún más orgulloso de haber sido el que llevó personalmente a Mr. Gernsback su propio Hugo. Autores clásicos tales como Jack Williamson, Murray Leinster, Edmond Hamilton, Edward E. Smith, A. Merritt, Ray Cummings y Edgar Rice Burroughs se formaron en las páginas de sus revistas; Robert A. Heinlein cortejó a su primera esposa mientras ésta le leía Time Stream (La corriente del tiempo) de una de las revistas de Gernsback. Murió en Nueva York el 19 de agosto de 1967, cuando el fandom del que había sido padre estaba a punto de celebrar su 25 Convención Mundial; pero vivirá por siempre en el corazón de la ciencia ficción, puesto que él fue la semilla originaria desde la cual esta literatura mundial de imaginación y extrapolación ha extendido sus raíces, de aquí a la eternidad y al infinito.
Forrest J. ACKERMAN
FANDOM
Bajo el título «European Link» ha aparecido en Londres el primer newszine (fanzine de noticias), dedicado a recoger la actualidad del fandom en todo el continente europeo. Su editora es Jean G. Muggoch, y colaboran en él: por Italia, Gian Paolo Cossato; por Francia, Jean-Pierre Moumon: por Suecia, Leif Andersson; por España, Luis Vigil; y por Gran Bretaña, la propia editora; fallando en el último momento la colaboración esperada por parte de Alemania.
El proyecto original de este newszine era reunir en Gran Bretaña las noticias remitidas por todos los colaboradores, formar con ellas cada número y remitirlo después de vuelta a los distintos países para ser allí traducido a su lengua correspondiente y editado, con lo que se conseguiría un único fanzine de noticias de amplia circulación en diferentes idiomas. Sin embargo, según la propia Jean G. Muggoch, el nuevo newszine se está convirtiendo en un fanzine internacional dirigido por ella misma, y según sus propias palabras no se cree a la altura suficiente para llevarlo adelante. Lamentaríamos que un proyecto tan interesante se truncara.
Heidelberg ha sido el lugar escogido para la celebración de la convención correspondiente a 1968 por el SFCD (Club de Ciencia Ficción de Alemania). La fecha elegida ha sido la del dos al cuatro de agosto de este año.
La convención de 1968 de la «British Science Fiction Association» se celebrará en Buxton, cerca de Manchester, en el fin de semana de Pascua. Como Huésped de Honor de la misma asistirá el conocido autor de ciencia ficción H. K. Bulmer. En el programa se incluyen, entre otras actividades, la proyección de varias películas, tanto profesionales como amateurs, del género.
La próxima convención nacional de Suecia tendrá lugar, según parece ser, en Estocolmo, aprovechando las fiestas de Pascua, como ya viene siendo tradicional en el fandom europeo. Sin embargo, algunas noticias dan como posible que el lugar de celebración sea trasladado a última hora a la localidad de Whitsuntide.
PREMIOS
Los premios «Hugo» que se conceden anualmente en el curso de la World Science Fiction Convention (Convención Mundial de Ciencia Ficción) para premiar los mejores trabajos del género en sus distintas especialidades fueron concedidos en 1967, en Nueva York, en la primera semana de septiembre.
En su categoría de novela. Robert Heinlein se ha llevado nuevamente el palmarés, por su obra The Moon is a harsh mistress (La Luna es una austera amante), publicada originalmente como serial en la revista «If». El premio ha levantado una gran polvareda, ya que para muchos críticos la novela no es merecedora del mismo, si bien el sistema de votaciones, con votos enviados por correo meses antes de la convención por los que intervienen en la misma, indica que sí es al menos la que ha gozado de mayor popularidad, tal vez en parte por el nombre del autor. Heinlein había ganado ya anteriormente otros tres premios Hugo por sus novelas Double Star (publicada en español por Nebulae con el título de «Intriga Estelar»), Starship Troopers («marines» del espacio) y Stranger in a strange land (cuya publicación en lengua española, bajo el titulo de «Forastero en tierra extraña», está anunciada como inminente por ediciones Géminis). Los otros premios correspondieron: el de novela corta a Jack Vance, por The last castle (el último castillo): anteriormente Vance había conseguido ya otro Hugo por su novela corta «The dragón masters» (los amos de dragón), de la que «The last castle» sigue los pasos. El de relatos a Larry Niven, por «Neutron star» (estrella neutrónica). El premio a la mejor revista a «If». El destinado al mejor ilustrador a Jack Gaughan. Y el premio al mejor espectáculo al film para TV «The menagerie» (la casa de fieras), de Gene Roddenberry, perteneciente a la serie Star Trek… la mejor serie, a juicio de los amantes del género, aparecida hasta la fecha en la televisión mundial.

En el curso de la convención anual del Club de Ciencia Ficción Alemán, celebrada en Berlín en agosto de 1967, se entregaron los siguientes premios: Hugo a la mejor novela de autor alemán a Wenn das Führer wüsste (Si el Führer supiera), de Otto Basil; mención especial a Walter Ernsting por Sigbert Mohn Verlag (Editorial Sigbert Mohn) y a Hans Kneifel por Lichter des Grauens (Luces del terror). Los premios a las mejores películas de ciencia ficción vistas en Alemania durante el año fueron concedidos a Fahrenheit 451, Fantastic Voyage (Viaje alucinante) y Raumpatrouille (Patrulla espacial). Otros premios fueron concedidos a las mejores traducciones, a los mejores escritores fan, al mejor fanzine, etc.
EXPO
Un hecho importante se ha producido en la escena internacional: la primera Exposición General de la Ciencia Ficción.
Concebida originalmente para su presentación en la sala Kunsthalle de Berna (Suiza), se ha presentado luego en el Museo de las Artes Decorativas del Louvre, en París (Francia), de donde ha de pasar posteriormente a Düsseldorf y Baden-Baden (Alemania), Grenoble (Francia) y Bruselas (Bélgica). También se habla de una posible incursión al territorio americano, al Canadá.
Este hecho trascendental, a nuestro entender, para la dignificación de la ciencia ficción, durante demasiado tiempo considerada como la «béte noire» de los géneros literarios, merece que le dediquemos un comentario algo más extenso que el de la simple noticia, por lo que reproducimos a continuación las impresiones que de esta exposición nos remite, desde París, nuestro colaborador Jacques Ferron.
LA CIENCIA FICCIÓN EN PARÍS.— El museo de las Artes Decorativas de París abriga, en el pabellón Marsan, dentro del Palacio del Louvre, la primera Exposición General de la Ciencia Ficción. Esta manifestación ha sido organizada por M. Harald Szeemann, director de la Kunsthalle de Berna, en colaboración con la Unión Central de las Artes Decorativas. La exposición, inaugurada el 28 de noviembre de 1967, cerrará sus puertas el 26 de febrero de 1968.

«Aquí está el repertorio de nuestras angustias —escribe Christiane Duparc en el número 160 de Le Nouvel Observateur—; un magnífico terreno de caza para los psicoanalistas y los amantes de las mariposas negras».
Nadie pretende lo contrario. Sin embargo, queremos añadir que se trata del inventario completo de todo lo que se relaciona, en una forma u otra, con la ciencia ficción: libros, fotos, música, carteles, artes plásticas, juguetes, etc. Acogido por un retrato de la efigie de Batman, el visitante penetra en la pequeña sala de la entrada donde están expuestas obras plásticas tales como le Manipulateur (el manipulador) de Piotr Kowalski y la Chrysalide (la crisálida) de Tetsumi Kudo. La semioscuridad favorece esta presentación. Nos apena, sin embargo, que no se ha entregado un plano a los visitantes, plano que diera, al mismo tiempo, a las personas no iniciadas algunas explicaciones someras sobre lo que iban a ver. Desde la sala de las obras-máquina, el visitante trata de comprender, pero nada le ayuda; el lujoso catálogo de la exposición, que va acompañado de un número de la revista Phenix referente a la parte de comics, es, a su vez, una verdadera revista que no puede ser leída sobre el terreno.
Una bella sala ha sido reservada a las manifestaciones literarias de la ciencia ficción y permite seguir su desarrollo mediante una clasificación lógica, aunque en apariencia no lo parezca: «Anarquía y Ciencia Ficción», «Literatura y Ciencia Ficción», «Futuro Pasado», «Veinteavo Siglo», «Año 2.000», «Futuro Viejo», etc.

Se reencuentra aquí a la mayor parte de las ilustraciones para niños y adolescentes y también, ¿por qué no?, las reservadas para los adultos. Tras Mickey, las célebres series de las Amazing Stories, Astounding, Planet, Fantastic, Futur, y otras. Además de las publicaciones americanas, resalta la participación de gran cantidad de libros y de revistas procedentes del mundo entero, tales como Galaxy, Satellite y Fiction, de Francia, Anticipación de España, etc. Es imposible citar siquiera una parte del todo. Un buen número de los fanzines internacionales tiene igualmente un lugar en esta sala, aunque sean más apreciables, en este dominio más reducido, una serie sensible de lagunas.
El apartado de los precursores está bien representado con, entre otros, H. G. Wells y Julio Verne. Hay allí una excelente colección de volúmenes antiguos. La mayor parte de estos documentos literarios provienen de la biblioteca del Club Futopía de Lausana (Suiza).
La parte relativa a las portadas de las revistas permite admirar magnificas ilustraciones, muchas veces en colores.
Por el lado de los libros es preciso señalar, en lo que se refiere a España, El visitante (col. Infinitum) de Domingo Santos, Ellos (col. Nebulae) de Antonio Ribera, La rebelión de los hypogeos (col. Robot) de Alan Comet, El conquistador del mundo (col. Luchadores del Espacio) del Profesor Hasley y Submicrobia (col. Espacio) de Clark Carrados. Naturalmente, era imposible exponer todos los libros de Ciencia Ficción y, como ocurre con las obras españolas, no se trata sino de muestras.
La radio, aunque las canciones sean bastante raras en este campo, y la televisión, tiene su lugar en esta parte de la exposición, donde se halla también una librería especializada.
Un pequeño inconveniente que se debe de señalar es el que numerosas obras reposen en vitrinas, colocadas planas contra el fondo, lo que convierte en muy difícil un examen profundo.
La sala 1.900, que sigue, comprende una programación audiovisual de 17 minutos, que se descompone así: 1.º, Extractos de films proyectados contra el techo: Tarantula, First Spaceship to Venus, Flash Gordon. 2.º, Proyección de diapositivas, a menudo de gran impacto, sobre tres planos simultáneos y cuya temática comprende la conquista del espacio, ilustraciones antiguas, precursores de la imaginería, la ciencia ficción y las tiras de comic, los comics, las portadas de las revistas. Y 3.º, Proyecciones coloreadas contra el techo, alternando con la iluminación de las vitrinas.
El centro de la sala está ocupado por una cabina de relajación, ideada por el ingeniero H. W. Müller, destinada al condicionamiento de ciertos enfermos, y en la cual un aparato de proyección con discos visuales proyecta colores y formas. El autor de esta realización ha concebido, para el futuro, una sala de meditaciones que parece ser un proyecto muy interesante.
En el intervalo de estos efectos audiovisuales se puede examinar las vitrinas consagradas a los juguetes de ciencia ficción: platillos, monstruos, robots, armas.
Otras son reservadas a la aportación de la ciencia ficción a la publicidad. La oscuridad que reina a menudo en esta sala vuelve difícil una visita continua, y los destellos múltiples no facilitan las cosas. No obstante se puede ver, en materia de tiras de comic, bellas ampliaciones destinadas a dar valor a ciertos temas, tales como ciudades fabulosas o mundos lejanos. Los documentos fotográficos de cine provienen de los archivos de la revista Midi-Minuit.
La última parte de la exposición se abre sobre el tema de los autómatas y los robots, que parece estar menos bien tratado por los artistas de la ciencia ficción. Algunas obras plásticas de Robert Malaval y de Markus Retz no tienen sino un lejano nexo con el sujeto, pero una tela de Ferrò: Electro Junk (Electrobasura) aumenta un poco el nivel de calidad gráfica y preludia los dibujos humorísticos, por desgracia poco numerosos. Queda, por suerte, una espléndida colección de carteles (colecciones A. de Groote y Luis Gasca) que cubren treinta años de cine de ciencia ficción y provienen de diversos países. Algunos títulos en lengua española son: Conquistadores de la Luna, Con destino a la Luna, Santo el enmascarado de plata y Santo y las mujeres vampiro.
La exposición se acaba con una colección que trata sobre la vestimenta en el futuro. No debemos olvidar el original cuadro cronológico de la ciencia ficción compuesto por Pierre Versins basándose en las cuatro historias del futuro de Robert Heinlein, Poul Anderson, James Blish y Michel Demuth.
En conclusión, a pesar de algunas debilidades y de una puesta en escena que sobrepasa un poco su objetivo, la exposición del pabellón Marsan presenta un gran interés, no sólo para los fans de la ciencia ficción, sino también para todos aquellos que se apasionan por los campos que esta toca y que son, según se ha visto, numerosos.
Jacques FERRON
Las noticias recogidas en esta sección proceden de las siguientes fuentes: Alien Worlds (revista), Salford, Gran Bretaña; Arcanes (boletín de «Le Terrain Vague»), París, Francia: European Link (fanzine), Londres, Gran Bretaña; Midi Libre (periódico), Montpellier, Francia; Nova sf (revista), Bologna, Italia; Science Fiction (catálogo de la exposición de ciencia ficción en París), París, Francia; Scottishe (fanzine), Surbiton, Gran Bretaña; SFWA (boletín de la «Science Fiction Writers of America»), Baltimore, Estados Unidos; The national fantasy fan (fanzine), Garden Grove, Estados Unidos; Topless (fumetto), Roma, Italia; Wampir (fumetto). Milán, Italia; Yandro (fanzine), Londres, Gran Bretaña; y las colaboraciones de: Forrest J Ackerman, Los Ángeles, Estados Unidos; Carlos Buiza, Madrid, España; Jacques Ferron, Longjumeau, Francia; Marcial Souto Tizón, Montevideo, Uruguay; Eduardo Texeira, Málaga, España.