7 Don Enrique de Villena (1384-1434) fue enterrado, con arreglo a su voluntad, en la iglesia de San Francisco el Grande de Madrid, después de una vida intensa y llena de misterios. Sin embargo, hoy se desconoce el lugar exacto de su sepultura. El que es considerado unánimemente como el nigromante más importante del siglo XV en España fue, en efecto, testigo de excepción de la coronación de Fernando de Aragón en Zaragoza, elegido rey por los nueve compromisarios de Caspe, en 1412. También tuvo un «asistente mágico» al que llamó Raziel, del que escribió un tratado, el Liber Razielis, también perdido.<<