NOTAS
[1] A True Relevation of the Apparition of Mrs. Veal, on September 8, 1705, y The Botetham Ghost, son de invención pobre; parecen, más bien, anécdotas contadas al autor por personas que le dijeron que habían visto a los aparecidos, o —después de un rato— que habían visto a las personas que habían visto a los aparecidos. <<
[2] The Castle of Otranto debe ser considerado antecesor de la pérfida raza de castillos teutónicos, abandonados a una decrepitud en telarañas, en tormentas, en cadenas, en mal gusto. <<
[3] El autor hizo para el teatro una adaptación de su cuento. <<
[4]Enrique Banchs: La Urna. <<
[5] Y uno es variación del otro. <<
[6] Según la tradición china, el Sennin es un ermitaño sagrado que vive en el corazón de una montaña, y que tiene poderes mágicos como el de volar cuando quiere y disfrutar de una extrema longevidad. <<
[7] A una joven: ¡Eres, tú que no has sido! / Pálidas melodías, inseguras, / rastros de antiguos sonidos / exhalados por una flauta podrida / se mezclan a los címbalos adornados de moho /y tampoco extrañas formas y epicenas / sangrando yacen en el polvo / heridas con heridas. / Por eso es / que en tu réplica / de mofas milenarias / ¡no has sido ni eres! <<
[8] NOCTURNO: Alrededor y alrededor de la plaza desierta /paseamos del brazo con el Diablo. / Ningún sonido, salvo el golpear de sus cascos / y el eco de su risa y la mía. / Habíamos bebido el negro vino. / Grité: «¡Corramos una carrera, Maestro!» / «¿Qué importa», gritó, «cuál de nosotros / corra más esta noche? / Nada hay que temer esta noche / a la impura luz de la luna». / Entonces lo miré en los ojos, / y me reí de su mentira / y del temor constante que trataba de disimular. / Era cierto lo que habían dicho y repetido: / Estaba viejo - viejo. <<
[9] Haslam ha publicado también A general history of labyrinths. <<
[10] Russell (The Analysis of Mind, 1921, página 159) supone que el planeta ha sido creado hace pocos minutos, provisto de una humanidad que «recuerda» un pasado ilusorio. <<
[11] Siglo, de acuerdo con el sistema duodecimal, significa un período de ciento cuarenta y cuatro años.<<
[12] En el día de hoy, una de las iglesias de Tlön sostiene platónicamente que tal dolor, que tal matiz verdoso del amarillo, que tal temperatura, que tal sonido, son la única realidad. Todos los hombres, en el instante poderoso del coito, son el mismo hombre. Todos los hombres que repiten una línea de Shakespeare, son William Shakespeare.<<
[13] Buckley era librepensador, fatalista y defensor de la esclavitud.<<
[14] Queda naturalmente el problema de la materia de algunos objetos.<<
[15] Humberto I aún paseaba triunfante por las ciudades de Italia la corona y los gallardos bigotes heredados de su padre.<<
[16] Es el descontento de sí mismo, ya sea por la oscuridad de origen, por un defecto de conformación física o por ausencia de condiciones espirituales brillantes, lo que lleva a muchos hombres a la acción revolucionaria.
Y, por el contrario, en todo espíritu rebelde hay un gran fondo de timidez. La actividad revolucionaria es la reacción violenta de los tímidos que trastornan la sociedad a fin de darse ánimos. Lo cual es lo mismo que prender fuego a una casa ajena para entrar en calor.
A veces suele ocurrir que en el curso de la acción revolucionaria, cuando esta es afortunada, los tímidos pierden su cortedad y entonces vuélvense conservadores. Tal es la secreta causa psicológica de la defección de tantos arrebatados profetas que han dejado a medio camino la emancipación de su pueblo, solo porque lograron antes su propia liberación espiritual.
Cuando yo pierda mi timidez literaria, escribiré sobre este asunto una comedia llena de sagaces observaciones —entre otras, las de que la austeridad, virtud revolucionaria por excelencia, es una actitud natural en todos los cortos de genio—, comedia que titularé Los rodeos del tímido y que, estoy desde ya seguro, no tendrá buen éxito. Otra cosa sería si la estrenase en París y se titulara: Le détour du timide.<<
[17] Contubernio. (Del lat. contubernium.) Habitación con otra persona. Diccionario de la Real Academia Española.<<
[18] —¿Quieres —dijo el timonel— /saber el secreto del mar?/Solo quienes afrontan sus peligros /comprenden su misterio.<<
[19] Recuerdo los embarcaderos negros, las ensenadas,/la agitación de las mareas,/y los marineros españoles, de labios barbudos, /y la belleza y el misterio de las naves / y la magia del mar.<<
[20] Cuando baja sobre el Atlántico / el titánico / viento huracanado del Equinoccio.<<
[21] Einar sacando la flecha / de la aflojada cuerda, / dijo: Era Noruega la que se quebraba / bajo tu mano, Rey.<<
[22] ¿Qué fue eso?, dijo Olaf, erguido / en el puente de mando, / un ruido como de barco / roto contra la costa.<<
[23] Pero Othere, el viejo capitán, no se detuvo ni se movió / hasta que el rey escuchó, y entonces volvió a tomar la pluma / y transcribió cada palabra / Y al Rey de los Sajones / como prueba de la verdad, / levantando la noble cara, / estiró la curtida mano y dijo, / mire este colmillo de morsa.<<
[24] Hemos remado con el viento en contra y con las velas bajas.
¿Nunca nos soltaréis?
Comimos pan y cebolla cuando os apoderabais de las ciudades; corrimos a bordo cuando el enemigo os rechazaba.
Los capitanes cantaban en la cubierta cuando el tiempo era hermoso; nosotros estábamos abajo.
Nos desmayábamos con el mentón en los remos; no veíais que estábamos ociosos, porque nos hamacaba la nave.
¿Nunca nos soltaréis?
Con la sal, los cabos de los remos eran ásperos como la piel de los tiburones; el agua salada nos ajaba las rodillas hasta los huesos; el pelo se nos pegaba en la frente; nuestros labios deshechos mostraban las encías. Nos azotabais porque no seguíamos remando.
¿Nunca nos soltaréis?
Pero en breve nos iremos por los escobenes como el agua que se va por el remo y aunque los otros remen detrás, no nos agarrarán hasta que agarren lo que aventan los remos y hasta que aten los vendavales en el hueco de la vela.
¡Nunca nos soltaréis!<<
[25] El día es hermoso, el viento jocundo / grita detrás de la colina. / donde doblega el bosque, a su antojo / y el renuevo a su voluntad. / Amotínate, oh Viento, que hay algo en mi sangre / que rima con tu frenesí.
Hizo don de sí misma, oh Tierra, oh Cielo; / ¡mar gris, es toda mía! / ¡que los hoscos peñascos oigan mi grito / y se alegren aunque sean de piedra!
¡Mía! La he ganado, ¡oh, buena tierra parda, / regocíjate, la Primavera está próxima! / regocíjate, mi amor vale dos veces / el culto que puedan rendirle vuestros campos / que el labriego que te ara sienta / mi dicha al madrugar para el trabajo.<<
[26] Roja nube del ocaso, revélalo: Soy vencedor; / salúdame, oh Sol / amo total y señor absoluto / sobre el alma de Ella.<<