No quería pertenecer al servicio secreto y, por ello, no quise ser espía. Fueron las circunstancias, la guerra, un vago interés por las atmósferas oscuras, el hastío…
GRAHAM GREENE
Entrevistas
¿En qué, pues, consiste la situación del escritor secundario, sino en un solo y gran repudio? El primer y despiadado repudio se lo aplica el lector común, que terminantemente se niega a gozar de sus obras. El segundo e infame repudio se lo aplica su propia realidad, que él no supo expresar, siendo copiador e imitador de los maestros. Pero el tercer repudio y puntapié, el más infamante de todos, le viene de parte del Arte, en el que quiso refugiarse, y el cual lo desprecia por incapaz e insuficiente. Y esto ya colma la medida del oprobio. Aquí empieza ya la completa orfandad.
WITOLD GOMBROWICZ
Ferdydurke