Jean-Baptiste Poquelin —llamado Molière— nace en 1622, en la parroquia de San Eustaquio, en París, hijo de Marie Cressé y Jean Poquelin (en la época el nombre se escribía Pocquelin, como lo hace el marqués anónimo, autor de este libro).
Cuenta diez años de edad cuando muere su madre. Su padre, que tiene el cargo de valet de chambre y tapicero del rey Luis XIV, vuelve a casarse, con Catherine Fleurette.
Jean-Baptiste se familiariza desde muy temprano con el teatro, pues su abuelo suele llevarlo al teatro de Bourgogne, para ver a los grandes comediantes italianos y a los trágicos de la época.
Hace el curso de humanidades en el colegio de Clermont, instituto jesuita frecuentado por la nobleza y por la alta burguesía de esos años.
Estudia derecho, pero no hay certeza de que haya asistido al curso del filósofo Pierre Gassendi, famoso en ese entonces por sus ataques a las teorías de Aristóteles y por la controversia con Descartes sobre la naturaleza de la materia. Se sabe, sí, que frecuenta el ambiente teatral, donde conoce a Tiberio Fiorilli, el célebre Scaramuccia, y a una joven actriz de veintidós años, Madeleine Béjart, quien se convertirá en su amante. En enero de 1643 renuncia formalmente a la herencia del cargo que ejercía su padre, y decide dedicarse al teatro. En junio de ese año, con los hermanos de Madeleine Béjart (Joseph y Geneviève) y otros nueve actores firma el acta de constitución del Illustre Théâtre. Madeleine Béjart es la primera actriz de la troupe, y la única con derecho a elegir el papel que quiere representar.
Se convierte en autor, actor, director y administrador de la compañía, tarea que, entre otras funciones, incluye los contactos con autoridades, el arrendamiento de salas, la obtención y gerencia de recursos.
El 28 de junio de 1644 firma el primer documento con el nombre de Molière. El significado y el origen del seudónimo son desconocidos.
Poco se sabe de la vida privada de Molière. Parece que sufría de melancolía (el término «depresión», con el sentido de disturbio mental que hoy le damos, sólo surgió en la lengua francesa en 1851), que era hipocondríaco, colérico y neurasténico, que sufría de agotamientos, lo que habría causado su muerte. Tal vez padeciera alguna enfermedad, pero de cualquier modo los médicos de la época, haciendo gala de esa ignorancia tan bien retratada por él, no habrían sabido diagnosticada.
Se sabe asimismo poco de su vida particular durante la peregrinación de la troupe por el interior de Francia, entre 1645 y 1658. Representando farsas italianas adaptadas por él, el Illustre Théâtre visita Nantes, Toulouse, Agen, Pézenas, Grenoble, y varias villas del Languedoc. En alguno de esos lugares se une al grupo la actriz Catherine Leclerc, que tomará el nombre de su marido, el actor De Brie. Catherine será una de las amantes de Molière.
Hay registros del paso de la troupe por Lyon, Montpellier, Narbonne, Bordeaux, Béziers y Avignon entre 1653 y 1657. La compañía es conocida como Troupe de Monsieur le Prince de Conti, referencia a uno de sus protectores más eminentes. En esa época se integran al grupo el actor Du Parc y su mujer, Marquise-Thérèse de Goda, actriz célebre por su belleza, por haber sido amante de Molière y Racine, y, luego, por su muerte misteriosa. En Lyon se estrena la comedia El imprudente, quizás la primera pieza de autoría legítima de Molière, si bien inspirada en la farsa El descuidado, del italiano Beltrame. En Avignon, Molière conoce al pintor Pierre Mignard, de quien se hizo amigo y que pintaría su retrato.
En 1658, la compañía regresa a París. La farsa de Molière El médico enamorado tiene un notable éxito al ser presentada en el Louvre para la corte, y esto le abre las puertas del teatro Petit-Bourbon, que comparte con la compañía italiana de Tiberio Fiorilli. La compañía empieza a usar el nombre de Troupe de Monsieur, referencia al único hermano del rey Luis XIV y otro de sus protectores.
Al año siguiente la pieza Las preciosas ridículas alcanza un gran éxito, pero causa también una encendida polémica.
El éxito posterior de las piezas Escuela de maridos (1661) y Escuela de mujeres (1662) despierta una nueva ola de reprobaciones. Los celos de autores, actores y asociados de los teatros rivales, el de Bourgogne y el del Marais, contribuyen a aumentar la difusión de libelos e intrigas que, anónimos o no, caracterizaban la guerra literaria de la época.
Pero Molière no se intimida y continúa, con sus piezas, criticando a los arribistas, la Iglesia, la hipocresía religiosa, la ignorancia fatua y calculadora de los médicos. Con Tartufo (1664) se multiplican las acusaciones, calumnias e injurias de sus enemigos. El clero se pronuncia en contra de Molière, y logra la prohibición de Tartufo, que el comediante reescribe y es finalmente liberada. Surge entonces Don Juan, recibida con grandes ataques y censuras que causan también su prohibición. La pieza no volverá a ser representada en vida del autor. El amor médico (1665) despierta el antagonismo de los médicos. A pesar de que Molière cuenta con el patrocinio del rey, y su compañía se llama ahora la Troupe du Roi, la encarnizada oposición en su contra no se detiene.
Molière muere el 17 de febrero de 1673, después de sentirse mal durante la representación de su última pieza, El enfermo imaginario. Pero ni siquiera la muerte hace cesar la saña de sus enemigos.
Más detalles sobre la vida de Molière pueden hallarse en la novela El enfermo Molière, escrita por el marqués anónimo.
Quiero terminar esta pequeña biografía con un breve comentario sobre lo que fue el siglo XVII en la Francia de Luis XIV, el Rey Sol: una época de intensa creatividad, en las artes y en las ciencias, que dio surgimiento, además de Molière, el mayor de todos, a grandes nombres de la literatura, como Corneille, Racine, La Fontaine, Bossuet y Boileau, entre muchos otros que contribuirían a dar a la lengua francesa influencia y predominio cultural en el mundo, durante casi doscientos años.