TERCERA SITUACIÓN: Cazador iletrado
SE inicia el debate de esta situación distinguiéndose en ella lo que es de la naturaleza y lo que es de la cultura. "Cultura en este cuadro —se dice— es el arco y la flecha, las plumas con las cuales el indio se viste." Y cuando se le pregunta si las plumas son de la naturaleza, responde siempre: "Las plumas son de la naturaleza en cuanto están en el pájaro. Después que el hombre mata el pájaro, saca sus plumas y las transforma con el trabajo, ya no son naturaleza. Son cultura". Tuvimos oportunidad de oír esta respuesta innumerables veces en varias regiones del país. Distinguiendo la fase histórico-cultural del cazador de la suya, llega el grupo al conocimiento de lo que es una cultura iletrada. Descubre que, prolongando sus brazos cinco o diez metros, por medio del instrumento creado, mediante el cual ya no necesita tomar su presa con las manos, el hombre hace cultura. Al enseñar a las generaciones más jóvenes no sólo el uso del instrumento sino también la incipiente tecnología de su fabricación, el hombre hace educación. Se discute cómo se da la educación en una cultura iletrada, donde no se puede hablar propiamente de analfabetos. Perciben entonces, inmediatamente, que ser analfabeto es pertenecer a una cultura iletrada y no dominar las técnicas de escribir y leer. Esta percepción llega a ser dramática para algunos de ellos.