CANÇÃO PARA OS FONEMAS DA ALEGRIA10
(THIAGO de Mello)
Peço licença para algumas coisas.
Primeiramente para desfraldar
este canto de amor pùblicamente.
Sucede que só sei dizer amor
quando reparto o ramo azul de estrêlas
que em meu peito floresce de menino.
Peço licença para soletrar,
no alfabeto do sol pernambucano
a palavra ti - jo - lo, por exemplo,
e pode ver que dentro dela vivem
paredes, aconchegos e janelas,
e descobrir que todos os fonemas
são mágicos sináis que vão se abrindo
constelação de girassóis gerando
em círculos de amor que de repente
estalam como flor no chão da casa.
Às vêzes nem há casa: é só o chão.
Mas sobre o chão quem reina agora é um homem
diferente, que acaba de nascer:
porque unindo pedaços de palabras
aos poucos vai unindo argila e orvalho,
tristeza e pão, cambão e beija-flor,
e acaba por unir a própria vida
no seu peito partida e repartida
quando afinal descobre num clarão
que o mundo é seu também, que o seu trabalho
não é a pena que paga por ser homem,
mas um modo de amar - e de ajudar
o mundo a ser melhor. Peço licença
para avisar que, ao gôsto de Jesus,
este homem renascido é um homem nôvo:
êle atravessa os campos espalhando
a boa-nova, e chama os companheiros
a pelejar no limpo, fronte a fronte,
contra o bicho de quatrocentos anos,
mas cujo fel espêsso não resiste
a quarenta horas de total ternura.
Peço licença para terminar
soletrando a canção de rebeldía
que existe nos fonemas da alegria:
canção de amor geral que eu vi crescer
nos olhos do homem que aprendeu a ler.
Santiago de Chile primavera de 1964.
Canción para los fonemas de la alegría11. (Thiago de Mello 1964)
Pido permiso para algunas cosas.
Primeramente para divulgar
este canto de amor públicamente.
Sucede que sólo se decir amor
cuando reparto un ramo azul de estrellas
que florece en mi pecho de niño.
Pido permiso para deletrear,
el alfabeto del sol pernambucano
la palabra la-dri-llo, por ejemplo,
y poder ver que dentro de ella viven
paredes, cariños y favelas
y descubrir que todos los fonemas
son mágicos a medida que se van abriendo
van generando una constelación de girasoles
en círculos de amor que de repente
estallan como flor en el suelo de casa.
A veces ni siquiera en casa: y sólo en el suelo.
Pero sobre el suelo quien reina ahora es un hombre
diferente, que acaba de nacer:
porque uniendo pedazos de palabras
de a poco va uniendo arcilla y rocío,
tristeza y pan, yerba y colibrí,
y acaba por unir la propia vida
en su pecho partida y repartida
cuando al final descubre en un destello
que el mundo es suyo también, que su trabajo
no es la pena que paga por ser hombre,
sino un modo de amar y de ayudar
al mundo a ser mejor. Pido permiso
para comunicar que, al gusto de Jesús,e
este hombre renacido es un hombre nuevo:
el atraviesa los campos plantando
la buena nueva, y llama a los compañeros
a pelear limpio, frente a frente,
contra el bicho de cuatrocientos años,
cuya hiel espesa no resiste
a cuarenta horas de total ternura.
Pido permiso para terminar
deletreando esta canción de rebeldía
que existe en los fonemas de alegría:
canción de amor general que yo vi crecer
en los ojos del hombre que aprendió a leer.
Santiago de Chile, verano de 1964
A LA MEMÓRIA DE JOAQUIM TEMÍSTOCLES FREIRE, MI PADRE.
A EDELTRUDES NEVES FREIRE, MI MADRE;
CON AMBOS APRENDÍ MUY TEMPRANO EL DIALOGO.
A LA MEMÓRIA DE LUTGARDES NEVES, TÍO Y AMIGO, QUE DEJO EN MÍ PROFUNDA HUELLA.
A ELZA, MI MUJER, A QUIEN MUCHO DEBO.
A MAGDALENA, CRISTINA, FATIMA, JOAQUIM Y LUTGARDES, MIS HIJOS, A QUIENES MUCHO QUIERO; CON ELLOS CONTINúO EL DIALOGO QUE APRENDÍ CON MIS PADRES.