2 Las avanzadas del Ejército Rebelde entran en la Habana el 5 pero ya los combatientes clandestinos del Movimiento 26 de Julio dominaban la ciudad desde el 1ro. La distinción es importante porque el no reconocimiento del aporte de la clandestinidad en el llamado llano fue parte de un esfuerzo deliberado del Che —teleguiado por Fidel— para quitar todo mérito a los de la clandestinidad. De ahí su libro Relatos de la lucha revolucionaria, en que trata de desacreditar a figuras prominentes del llano como Raúl Chibás y Felipe Pazos, para no mencionar a otros líderes de la clandestinidad del propio 26 de Julio como Faustino Pérez o Manolo Ray. Esto siguió con el libro sobre la guerra de guerrillas y la traída de Regis Debray a Cuba para venderle la tesis de una gran victoria militar, que se plasma en su libro Revolucionen la Revolución, una promoción de las tesis erradas del Che sobre la insurrección, que el mismo Debray ha repudiado.<<