La ciencia de las artes marciales
Hablando en términos de carpintería, los soldados afilan sus herramientas, fabrican diversos utensilios útiles y los guardan en sus cajas respectivas. Con las instrucciones del maestro carpintero, tallan las columnas y las vigas con hachas, cepillan los suelos y las repisas con garlopas e incluso esculpen enrejados y bajorrelieves. Asegurándose de que las medidas son correctas, hacen lo necesario para que las tareas se ejecuten de una manera eficaz; ésta es la norma de la carpintería. Cuando uno ha desarrollado el conocimiento práctico de todas las capacidades de esta técnica, puede más adelante convertirse en maestro carpintero.
Para los carpinteros, un hábito esencial es tener afiladas sus herramientas y mantenerlas a punto. Corresponde al carpintero utilizar dichas herramientas con maestría, haciendo incluso objetos como templos en miniatura, estanterías, mesas, pies de lámpara, planchas para cortar tapaderas. Ser un soldado es igual. Debería reflexionarse sobre esto atentamente.
Los logros que un carpintero debe realizar consisten en evitar las sinuosidades, hacer que las junturas ajusten bien entre ellas, una planificación experta, evitar las raspaduras y cuidar que no haya deformaciones posteriores.
Si queréis aprender esta ciencia, tomad en serio todo lo que escribo y reflexionad sobre ello cuidadosamente.