Apuñalar la cara

Cuando estáis igualados con un adversario, es esencial conservar en mente apuñalarles la cara con la punta de vuestro sable en los intervalos que existen entre los golpes del sable de vuestro adversario y vuestros propios golpes. Cuando tenéis la intención de apuñalar la cara de vuestro adversario, éste intentará poner el cuerpo y su rostro fuera de alcance. Cuando lográis que vuestro adversario haya retrocedido, habéis conseguido varias ventajas de las que os podéis servir para ganar. Debéis trabajar esto cuidadosamente.

En medio de la batalla cuando un adversario intente ponerse fuera de alcance, ya habéis ganado. Por ello es imprescindible no olvidar la táctica de «apuñalar la cara». Esto debe cultivarse en el transcurso de la práctica de las artes marciales.