Prólogo

Ellos me llamaron.

Eso es lo único que sé de cierto.

Ellos me llamaron, y yo acudí. No podía hacer otra cosa, pues la voluntad del conjunto de la humanidad era un vínculo muy poderoso que me presionaba a través de las ataduras del tiempo y de las cadenas del espacio y me arrastraba hacia ella.

¿Por qué fui yo el escogido? Todavía no lo sé con certeza, aunque ellos creían habérmelo dicho. Y ahora ya está hecho y aquí estoy. Aquí estaré para siempre y si, como me repiten los sabios, el tiempo es cíclico, algún día regresaré a la parte del ciclo que he dejado atrás y que he conocido con el nombre de siglo XX después de Cristo en la era del Hombre. Sí, algún día regresaré pues, sin que mis acciones o mis deseos tengan nada que ver en ello, soy un ser inmortal.