Agua
Agua limpia y pura. Cuando se trata de los factores más importantes para la salud, el oxígeno es el número uno y el agua el número dos. No hay nada como ella. El agua no sólo apaga la sed sino que también limpia el cuerpo. Si cada vez que desees comer un tentempié bebes un buen vaso de agua, harás un bien a tu cuerpo. Casi un 75 por ciento de nuestro cuerpo es agua. Todas las células necesitan agua para realizar bien su trabajo. Te recomiendo que bebas mucha agua, con una excepción: no la bebas en las comidas, porque diluye los jugos digestivos y entonces se extraen pocos elementos nutritivos de los alimentos.
Desgraciadamente la Humanidad, sobre todo la industria, lleva bastante tiempo contaminando esta valiosa sustancia. La mayor parte del agua suministrada por nuestros municipios no es apta para beber, al haber sido tratada con muchas substancias químicas. En consecuencia, recurrimos al agua embotellada. Actualmente se encuentra agua embotellada en todos los supermercados y colmados. A mí personalmente me gusta comprar agua embotellada de manantial cuando viajo, pero en casa he puesto un filtro en la entrada de la tubería y así hasta me ducho con agua filtrada. En el fregadero de la cocina tengo otro filtro, de modo que bebo agua doblemente filtrada.
En el sur de California tenemos periódicamente temporadas de sequía. Durante la última envié estas ideas a nuestro periódico local:
Aplica el sentido común para ahorrar más agua
Durante mucho tiempo hemos tenido agua corriente en abundancia y nos hemos acostumbrado a derrocharla. Ahora, en esta época de intensa sequía se nos pide que reduzcamos en un 50 por ciento el consumo de agua y no sabemos qué hacer. He aquí algunas orientaciones de «sentido común» que podemos seguir con poco esfuerzo:
1. Si es posible, usa el agua dos veces. No la dejes escurrirse en el fregadero. Acumúlala y vuelve a usarla.
2. Lava en un recipiente las frutas y verduras— Vuelve a usar esa agua para regar las plantas.
3. Cuando cambies el agua del perro, echa el agua anterior a las plantas.
4 Usa detergentes y jabones biodegradables y no tóxicos, para poder regar las plantas con el agua usada sin dañarlas. Hay empresas que llevan años fabricándolos. Pregunta en tu tienda de productos naturales.
5. Da unas vacaciones al lavavajillas y vuelve a la tradición de lavar los platos a mano. Ahorrarás agua y electricidad. Usa una pila para fregar y otra para aclarar. Ahorra agua en el aclarado.
6. Toda el agua que queda en los floreros se puede volver a usar para regar las plantas de interior (a ellas les encanta, pues esa agua está llena de substancias nutritivas).
7. Cuando te laves las manos, la cara o los dientes, pon también un recipiente en el lavabo para recoger esa agua, que puedes usar para regar las plantas de exterior.
8. Tengo uno o dos cubos grandes en la puerta de la cocina y uno en la puerta del cuarto de baño. Toda el agua que no necesito usar en el momento, la guardo en ellos: agua de aclarar los platos, del baño o la ducha, etc.
9. Reduce la capacidad de la cisterna del inodoro, o limítala introduciendo una bolsa doble de plástico llena de agua, sujeta firmemente. En Santa Bárbara, donde desde hace bastante tiempo el agua está racionada, tienen un dicho relativo a tirar de la cadena: «Si es amarillo, déjalo un poquillo; si es marrón, dale un tirón». Es decir, no es necesario tirar de la cadena cada vez que se usa el inodoro.
10. Instala un «ahorrador de agua» en el cabezal de la ducha. Mójate el cuerpo, cierra el agua mientras te enjabonas y después aclárate rápidamente.
11. Coloca el tapón en la ducha y junta el agua. Recógela en un recipiente y úsala para regar las plantas.
12. Aunque no estemos acostumbrados a ello, es posible bañarse en 8 cm de agua. Recoge esa agua usada de la bañera y vuelve a utilizarla en el jardín. Si no tienes jardín, puedes llevar el recipiente a la calle cada día y tal vez salvar un árbol de tu vecindario. Adopta un árbol y riégalo regularmente con un agua que de otro modo dejarías que se fuera por el desagüe.
13. Cerciórate de que tienes bien llena la lavadora antes de usarla.
14. Pon una cisterna bajo los canalones del tejado para recoger el agua cuando llueve.
15. Inventa formas de reciclar el agua para aprovecharla. Busca a un fontanero que te modifique las tuberías de modo que el agua de la cocina, la bañera y la lavadora salgan a tu jardín o huerto.
16. Consigue la colaboración de tus hijos. Haz un concurso en la familia: a ver quién puede ahorrar más agua en un día.
17. Cubre las plantas con una capa de paja, hojas o hierba después de regarlas, para que puedan vivir con menos agua.
Aun con todas estas medidas, es posible que tengamos que abandonar alguna parte del jardín. Recuerda que esto sólo es una medida temporal. Cuando llueva podremos volver a plantar.
Recuerda también que en muchos lugares del planeta todavía acarrean agua desde un pozo central para las necesidades de la casa. Por difícil que nos resulte ahorrar el agua, agradezcamos la manera cómoda como fluye en nuestra vida. Con amor bendigamos el agua cada vez que la usemos. Demos las gracias por todo lo que tenemos.
Los placeres del ejercicio
El ejercicio es fabuloso para el cuerpo. Haz cualquier cosa que te haga sentir bien. No importa si es montar en bicicleta, jugar al tenis, al voleibol o al golf, correr, nadar, caminar a buen paso, saltar en la cama elástica o a la comba, jugar con el perro o lo que sea. Es esencial practicar algún tipo de ejercicio para mantener una salud óptima. Si no hacemos nada de ejercicio, los huesos se debilitan; necesitan el ejercicio para mantenerse fuertes. Cada vez vivirnos más años, de modo que nos conviene poder correr, saltar y movernos con agilidad hasta nuestro último día.
Yo voy al gimnasio dos veces por semana y también hago mucho ejercicio cuidando del jardín y el huerto, lo cual es un trabajo físico bastante arduo. A lo largo de mi vida he hecho ejercicios de jazz, aeróbicos y de estiramiento, yoga, trapecio y danza. Desde hace algún tiempo voy a un gimnasio a hacer aparatos; no son ejercicios con pesas sino con muelles, para que los músculos se conserven largos. Esta forma de ejercicio le sienta muy bien a mi cuerpo. También camino con bastante regularidad, y disfruto mucho haciéndolo, porque me ofrece la oportunidad de contemplar la belleza de los alrededores de mi amado barrio del sur de California.
Si estás pensando en iniciar un programa de ejercicios, comienza poco a poco, tal vez sólo con una caminata alrededor de la manzana después de comer. A medida que vaya creciendo tu energía, podrás aumentar la velocidad y la distancia hasta llegar a recorrer a paso vivo un kilómetro y medio o más. Te sorprenderán los cambios que tendrán lugar en tu cuerpo y tu mente cuando comiences a cuidar de ti de esta manera. Recuerda: hasta lo mas pequeño que haces por ti es un acto de amor o de odio. El ejercicio es amor a uno mismo. Y amarse es la clave del éxito en todos los aspectos de la vida.
En Healthy tiealing [Curación sana], se ofrece un «ejercicio de un minuto» para aquellas personas que dicen no tener tiempo, o para cuando se tiene demasiada prisa para hacer un conjunto de ejercicios más largos. Simplemente tiéndete en el suelo. Después ponte de pie de la manera que puedas. Vuelve a echarte y vuelve a levantarte. Sigue haciéndolo durante un minuto. Este ejercicio ejercita los músculos, los pulmones y el sistema circulatorio.
En su libro The Power of 5 [El poder de 5], Harold Bloomfield y Robert K. Cooper presentan muchos ejercicios de cinco minutos que se pueden hacer a lo largo del día. Por ejemplo, el de apretar la parte inferior del abdomen: espira lentamente y cuando llegues al punto en el que sueles acabar la espiración, suave pero firmemente oblígate a expulsar más aire, haciendo fuerza con los músculos abdominales inferiores. Ve añadiendo ejercicios hasta hacer diez cada día. Hazlos donde y cuando puedas, practicando uno o dos cada vez.
Mi ejercicio de «un minuto» predilecto, que practico cuando tengo prisa, es simplemente saltar 100 veces. Es rápido, fácil y agradable de hacer.
Como ves, hay muchas maneras de procurar que el cuerpo no se anquilose ni se ponga rígido. Muévete y diviértete.
Tomar el sol o no
Sé que hay mucha controversia respecto a tomar el sol. Sin embargo, la manera habitual de recibir la vitamina D es absorberla a través de la piel cuando estamos expuestos a la luz del sol. Sí, estoy de acuerdo en que tostar el cuerpo al sol durante horas y horas no es la manera más prudente de proceder. No obstante, los seres humanos llevamos millones de años en este planeta, y el sol también. Dios dispuso las cosas para que nuestro cuerpo sea compatible con el sol; en las regiones donde el sol es muy fuerte, la naturaleza nos dio unos pigmentos de la piel más oscuros; los nativos de África están al sol todo el día y no enferman de cáncer de piel. Lamentablemente, en nuestra sociedad moderna nos hemos alejado tanto de los alimentos naturales, los que la Naturaleza nos proporciona, que nuestro cuerpo está en mala forma en todos los aspectos, incluyendo nuestra relación con el sol.
También tenemos la reducción de la capa de ozono que rodea nuestro planeta, debido a la contaminación extrema que ha provocado la Humanidad. En lugar de corregir los problemas y tratar al aire como el tesoro que es, nuevamente hemos recurrido a la industria farmacéutica en busca de respuestas, y ésta ha fabricado lociones y cremas para protegernos del sol. Ahora se nos advierte que hemos de untarnos la piel con estos productos químicos cada vez que salimos al aire libre. Incluso se nos aconseja aplicar estas substancias no naturales a nuestros hijos pequeños. Personalmente creo que todo este asunto es un gran timo, una campaña propagandística que beneficia a las empresas farmacéuticas.
En Alternative Healing [Curación alternativa] se nos informa de una nueva investigación que sugiere que esas cremas protectoras podrían ser en sí mismas causantes de melanoma dado que impiden que la piel produzca la vitamina D. No hay ninguna prueba de que las lociones solares prevengan el cáncer en los seres humanos; sólo previenen las quemaduras. Este estudio también afirma que los casos de melanoma han aumentado en proporción directa con el aumento de la venta de las cremas protectoras. Queensland (Australia) tiene el mayor porcentaje de casos de melanoma en el mundo, y es también el lugar donde la comunidad médica comenzó a recomendar encarecidamente el uso de cremas protectoras.
Es necesario que seamos sensatos a la hora de tomar el sol. El exceso de exposición al sol acelera el envejecimiento de la piel, de modo que no Ce excedas. Ten cuidado también con los productos químicos que te aplicas en la piel, porque la piel los absorbe todos.
Ama tu cuerpo
Cuando escuchas con amor los mensajes de tu cuerpo, lo nutres con los alimentos que necesita, lo mantienes en forma y lo amas. Yo creo que nosotros contribuimos a crear todas las enfermedades de nuestro cuerpo. Como todo lo demás en la vida, nuestro cuerpo es un reflejo de nuestros pensamientos y creencias más íntimos. Tu cuerpo siempre te está hablando; dedica un tiempo a escucharlo. Todas las células responden a cada pensamiento que tienes y cada palabra que dices.
Cuidar de nuestro cuerpo es un acto de amor. Cuando aprendas más y más sobre nutrición, comenzarás a notar cómo te sientes después de comer ciertos alimentos. Vas a descubrir cuáles te proporcionan un vigor óptimo y mucha energía. Entonces continuarás comiendo esos alimentos.
No creo que todos tengamos que enfermar y acabar en residencias de ancianos; no es así como estamos destinados a abandonar este extraordinario planeta. Pienso que podemos cuidar de nosotros mismos y conservarnos sanos durante mucho tiempo.
Es necesario que cuidemos y respetemos el maravilloso templo en que vivimos. Una manera de hacerlo es alejarse del aluminio, que en realidad está creando muchos problemas. Los investigadores han descubierto que hay una correlación directa entre el aluminio y la enfermedad de Alzheimer. Recuerda que el aluminio no sólo está presente en las latas de cerveza y refrescos y otros envases, sino también en el papel de aluminio y en los cazos y ollas de este metal, cosas que podrías comenzar a desechar. Tengo entendido que también es un ingrediente de los atomizadores para el aliento, y que está presente en muchos preparados para pasteles. Todo eso es sencillamente veneno para el cuerpo. ¿Cómo vamos a querer envenenar a un cuerpo que amamos?
Creo que la mejor manera de ser buenos con nuestro cuerpo es acordarnos de amarlo. Mírate a los ojos en el espejo con frecuencia. Repítete que eres una persona maravillosa. Transmítete un mensaje positivo cada vez que veas el reflejo de tu imagen. Simplemente ámate. No esperes a adelgazar, fortalecer la musculatura, bajar el nivel de colesterol ni reducir grasas. Ámale ahora mismo. Porque te mereces sentirte una persona maravillosa todo el tiempo.
¡Eres un ser fabuloso!
Afirmaciones para amar tu cuerpo
Amo mí cuerpo.
A mi cuerpo le encanta estar sano.
Mi corazón es el centro del amor.
Mi sangre tiene vida y vitalidad.
Amo todas las células de mi cuerpo.
Todos mis órganos funcionan perfectamente.
Lo veo todo con amor.
Escucho con compasión.
Me muevo con soltura y comodidad.
Mis pies bailan por la vida.
Bendigo con amor mis alimentos.
El agua es mi bebida predilecta.
Sé cuidar de mí.
Mi cuerpo está más sano que nunca. Valoro y aprecio mi magnífico cuerpo.
Mi cuerpo está sano, curado y completo
Me perdono por no haber tratado bien a mi cuerpo en el pasado. Yo hacía lo mejor que podía con el entendimiento y los conocimientos que tenía. Ahora me cuido lo suficiente para nutrirme con lo mejor que ofrece la Vida. Doy a mi cuerpo lo que necesita en todos los aspectos para tener una salud óptima. Con alegría, como alimentos nutritivos y bebo mucha agua pura y natural. Continuamente descubro nuevas y agradables maneras de hacer ejercicio. Amo todas y cada una de las partes de mi cuerpo, por dentro y por fuera. Ahora elijo los pensamientos apacibles, armoniosos y amorosos que crean una atmósfera de armonía interna para las células del cuerpo en que vivo. Estoy en armonía con todas las partes de la vida. Mi cuerpo es un buen amigo al que cuido con amor. Me alimento y me nutro física y emocionalmente. Descanso bien, duermo apaciblemente. Despierto con alegría. La vida es buena y disfruto viviéndola. ¡Y así es!