Sophie
Sabía que algo estaba mal en cuanto me desperté. Ojos expectantes de Ethan me dijo más de sí mismo. Entonces pensé en cómo llegué aquí: llegué, fui a la habitación para cambiarse de ropa y no me acuerdo.
- Me desmayo?
- Te encontré inconsciente.
- ¿Crees que vas a volver? - Dijo en un susurro miedo de pensar en ello. Ahora era cinco años lejos de toda esa historia.
- Llamé al Dr. Murray. Nos veremos más tarde. Quiero saber.
- ¿Qué pasa si ...
- Ven aquí - dijo atrayéndome más cerca - que es, vamos a estar juntos, pero quieren aún si es porque usted no come bien.
- He estado corriendo alrededor de la apertura de la escuela ...
- Espere un momento, querido. Recuerde que Te amo.
- Yo también te quiero, Ethan. Demasiado.
Unas horas más tarde, estábamos a la espera de los resultados de las pruebas en la oficina del doctor Murray. Al igual que la primera vez que estuve aquí, estaba un poco nervioso.Pero esta vez había alguien más conmigo: Ethan parecía igualmente con problemas y en la necesidad de respuestas.
Así que hablamos e hicimos algunas pruebas. Lo que nos llevó a esperar otra ronda en la oficina para averiguar lo que realmente estaba pasando.
- Para ser mi pareja favorita, estoy decepcionado de ti.
Me miró asombrado por Ethan y mantengo audiencia.
- Dijiste desmayos, náuseas, fatiga. Le pregunté a una versión beta de emergencia. Usted sabe la miel, que no es cáncer, es un bebé ...
- ¿Qué? Esto no tiene sentido, no puedo tener hijos.
- Mira, esto positivo no está mal. Indique un obstetra, la cantidad de la hormona, es posible que haya pasado el primer trimestre.
- Esto es ...
- Ese es el bebé de ustedes.
- Vamos a tener un hijo? - Me volví hacia Ethan hacer la pregunta. Yo no había procesado correctamente esta información. Siempre supe que no podía, nunca se molestó en protegerme, porque sabía que eso era imposible.
- Vamos - a continuación, Ethan me sonrió con una mueca que guardaba los siguientes meses hasta que fui loco de deseo por idiotas y cosas difíciles como relleno de tabletas de chocolate de menta que sólo existen en algunos tipos de mercado.
Aún conmocionado, salimos de la oficina directamente a casa. Dividí entre el miedo felicidad, ya juzgar por la expresión de Ethan, él sentía lo mismo.
- No sé qué decir - dije cuando entramos en el apartamento.
- Las sorpresas nunca terminan con usted, amor.
Luego caminó hacia mí y me abrazó fuertemente, como si ya no caer.
- Usted me hace inmensamente feliz.
- Y tú me salvaste, Sophie. Resultó que mi mundo al revés.
- Y yo el mío, Ethan.
Así que estamos en esa posición silenciosa aún maravillarse con la vida que acabamos de crear. Meses después, Esperanza nació mejillas sanas, bellas y atractivas. Su nombre era esperanza para lo que nos tiene aquí: Ethan me dio esperanza cuando pensé muerte fue condenado, y ahora tuvimos con nosotros, a ser otro capítulo en nuestra historia de amor.
Fin