RECUERDE QUE…

Si la sensación de su caricia hace sentir bien al que la recibe, lo está haciendo correctamente, sin importar las teorías o instrucciones escritas.

Varíe la presión, el compás, el ritmo. Repetir un movimiento en la misma forma se vuelve aburrido fácilmente para el que recibe y para el que da.

Si hay dos que reciben, dé masaje a ambos.

Deslice sus manos de principio a fin. Al comenzar un movimiento, en vez de dejar caer sus manos, deslícelas con un lento descenso en la dirección en la que éstas se mueven. Al terminar, continúe el movimiento con una ascensión gradual.

En todo momento disminuya la intensidad en los principios y los finales para que el masaje sea más suave.

Si no está muy seguro(a), una presión ligera es lo más recomendable. La preferencia del que recibe, en cualquier caso, es la mejor guía. Si tiene dudas, pregunte ocasionalmente.

Minimice el habla. Haga una importante excepción cuando el que recibe necesite comunicar sus sentimientos.

Concéntrese. Relajarse y respirar lentamente le ayudarán a alcanzar un estado de concentración más profundo.

Al estar concentrado usted experimentará más intensamente su propio placer.

Se supone que los siguientes movimientos de masaje serán impartidos en una mesa. Excepto en algunos movimientos largos, la mayoría de las instrucciones pueden ser adaptadas para el suelo o la cama.

Siga la secuencia presentada, o cree una más apropiada a su situación.

Dé masaje en todo el cuerpo o sólo en una zona.