Nota del autor
Predecir el futuro: una realidad
A finales de 1990 el ritmo de las innovaciones tecnológicas había superado con creces la capacidad de las agencias gubernamentales de seguridad para obtener e incorporar los nuevos avances que se daban día a día.
En 1998 la CIA consideró estratégico y prioritario incorporar estas innovaciones. Para ello alentó la creación de In-Q-Tel, un brazo inversor de la agencia de inteligencia constituido por capital privado y sin ánimo de lucro cuya misión era identificar todos los proyectos tecnológicos que estuvieran a la vanguardia de la comunicación y la información a nivel mundial. In-Q-Tel invertiría en esas empresas y las pondría al servicio de la Central de Inteligencia.
Desde entonces In-Q-Tel participa en más de un centenar de proyectos. Puede verse su actividad en la página oficial www.iqt.org.
La revista americana Wired (www.wired.com) publicó varios reportajes en octubre de 2009, julio de 2010 y junio de 2011, en los que denunciaba la colaboración de la CIA a través del fondo de inversión In-Q-Tel en la monitorización de los blogs y redes sociales de los ciudadanos para controlar y predecir los acontecimientos futuros.
La colaboración con Google, Facebook y otras redes constituía un espionaje de las denominadas «fuentes abiertas» que estaba dando sus frutos para predecir el futuro: nadie está a salvo de lo que vierte públicamente en la Red, pero ¿lo está realmente de lo que comenta en privado cuando envía un simple correo electrónico o hace una llamada telefónica?
Si se entra en las páginas webs del más de un centenar de empresas que están al servicio de la inteligencia americana, por ejemplo, obtendremos una respuesta que quizá no nos va a gustar.