Comentario sobre la Lhammas

1

El uso de Quendi como «todos los Elfos» apareció en una corrección de AV 2; en cualquier caso, se desprende del uso en AV 2 de Lindar para el Primer Linaje, anteriormente llamado Quendi; véase el comentario sobre el anal 2000.

Para referencias muy anteriores a la lengua de los Valar véase I. 288. En la pequeña parte escrita del Cuento de Gilfanon se dice expresamente (I. 284) que «a los Eldar o Qendi, Ilúvatar les había dado el don de la palabra». Ahora, en la Lhammas, el origen de todas las lenguas élficas [210] es el idioma de los Valar (llamado Valarin en ambas versiones del Arbol de las Lenguas, y en §5 también Valya), que los Elfos aprendieron gracias a las enseñanzas de Oromë.

2

En Q no hay mención de los Elfos que no quisieron abandonar las Aguas del Despertar: los Ilkorindi o Elfos Oscuros se definen allí (§2) como aquellos que se perdieron en la Gran Marcha. No obstante, en AV (ambas versiones) sólo «la mayor parte» del pueblo de los Elfos siguió a Oromë, y hay menciones muy tempranas de aquellos que no quisieron o no abandonaron a Palisor (véase I. 287-8, II. 85). Estos Elfos reciben nombre por primera vez aquí: los Lembi, los que se quedaron, en contraposición a los Eldar, los que partieron; en esta fase el término Eldar habría de corresponder, no solamente en esta referencia, a su significado real: «aquellos que partieron» (véanse pp. 398-9). La última parte de la sección difiere en Lhammas A:

Estos son llamados los Lembi, o los que se quedaron. Pero los otros fueron llamados los Eldar, los que partieron. Así tuvo lugar la primera división de las lenguas, porque los Eldar y los Lembi no volvieron a encontrarse hasta al cabo de muchas edades. Con los Lembi se cuentan aquellos de los tres linajes de los Eldar que se desviaron del camino, o abandonaron la hueste, o se perdieron en la oscuridad del antiguo mundo, salvo sólo los miembros de los Teleri y el pueblo de Thingol que se quedaron en Beleriand. Estos también son llamados Eldar, pero reciben el sobrenombre de Ilkorindi, porque nunca llegaron a Valinor o a la ciudad de los Elfos en la tierra de los Dioses, en la colina de Kôr. Muchas edades después el habla de los Ilkorindi de Beleriand mostraba todavía su parentesco con el Teleriano, y de este modo el Quendiano se dividió en tres lenguas: el Eldarin, el Ilkorin y el Lemberin; pero los hablantes de las últimas estaban dispersos, y había dialectos distintos y no uno solo.

El texto está muy claro. El término Eldar había pasado a aplicarse a los Elfos del Gran Viaje (sólo), y no se limita a los Elfos que llegaron a Valinor, sino que incluye a los Elfos de Beleriand: los Eldar son aquellos que finalizaron el viaje de Kuiviénen al país entre Eredlindon y el Mar. Por otro lado, los Elfos que partieron de Kuiviénen pero no completaron el viaje se cuentan entre los Lembi. El término Ilkorindi se utiliza ahora en un sentido mucho más estricto que antes: específicamente los Eldar de Beleriand, los que posteriormente serían los Sindar o Elfos [211] Grises. (Estos nuevos significados aparecieron de hecho, sin evolución previa, en AV 2 (anales 2000 y 2000-2010), donde «Los Eldar son todos aquellos Elfos que obedecieron la convocatoria de Oromë», y donde los Teleri que se quedaron en Beleriand son llamados Ilkorindi.) Así pues, mientras que en Q hay este simple esquema:

En Lhammas A tenemos:

En Lhammas B (dejando aparte por un momento la importante corrección realizada en el texto) no hay ahora mención de los Elfos que aunque partieron de Kuiviénen se perdieron en el camino y se mezclaron con los Lembi; por otro lado, además de los Elfos telerianos de Beleriand se incluyó otro pueblo entre los Ilkorindi, «la gente de los Noldor que se perdieron en la marcha y también llegaron más tarde al este de Beleriand»: los Elfos Verdes de Ossiriand. En Lhammas B se añade también que la mayoría de los Lembi eran de raza teleriana (una afirmación que no concuerda con lo dicho en uno de los borradores del Cuento de Gilfanon (I. 287-8), de que los Elfos que se quedaron en Palisor pertenecían al pueblo de los Teleri, pues en los Cuentos Perdidos los Teleri [212] eran del Primer Linaje, no del Tercero). La tabla de Lhammas A dada arriba se modificó de acuerdo con esto, de modo que:

Véanse más comentarios en §§6, 7.

Con la corrección realizada en Lhammas B hallamos al fin las ideas de que fue Oromë quien llamó a los Elfos Eldar, de que Eldar significaba «Pueblo de las Estrellas», y de que el nombre de Oromë les fue dado a los Elfos como conjunto cuando los encontró por vez primera, aunque luego sólo se aplicó a aquellos que emprendieron el Gran Viaje para seguirlo. (En AV 2, anal 1950, se dice que los Elfos son llamados «los hijos de las estrellas» debido a que despertaron cuando se crearon las estrellas, lo que más tarde fue reemplazado por «Eldar, los hijos de las estrellas».) También aparece aquí por primera vez el nombre Avari, que toma de Eldar el significado de «los que partieron» (posteriormente, cuando el significado pasó a ser «Renuentes», Avari reemplazó a Lembi). Estos cambios se reflejan en las Etimologías (véanse pp. 398-9). Por tanto, la tabla ha de sufrir nuevos cambios:

[213]

Es posible que los nuevos cambios realizados en el pasaje corregido, desde «se quedaron en Beleriand, los Ilkorindi de Doriath y las Falas» hasta «se quedaron atrás», se introdujeran por causa del deseo de mí padre de tomar en consideración a los Elfos Verdes, que eran Ilkorindi (y por tanto Eldar), no Lembi.

Encontramos aquí la primera explicación del nombre Teleri que ha aparecido («los últimos, pues fueron los últimos en despertar»); véase I. 326, entradas Telelli, Teleri. Otro nuevo elemento de esta sección es la idea de que los Tres Linajes vivían geográficamente separados en sus primeros hogares junto a Kuiviénen, y que los Noldor eran los más numerosos de los tres.

El hecho de que en Lhammas B la lengua élfica se dividiera fundamentalmente en dos dialectos, Eldarin y Lemberin, mientras que en A lo hiciera en tres, Eldarin, Ilkorin y Lemberin, no representa, a mi parecer, una diferencia real en la concepción lingüística. La división primaria era en dos dialectos, puesto que el Eldarin y el Lemberin empezaron a evolucionar por caminos distintos cuando los Eldar abandonaron Kuiviénen, pero el Ilkorin surgió cuando los Ilkorindi se quedaron atrás en Beleriand.

3

Los términos Ingwi e Ingwelindar, utilizados aquí para la casa principal de los Lindar, no han aparecido antes; no obstante, en los Cuentos Perdidos (véase especialmente I. 144) los Inwir son la familia real, la casa de Inwë, del Primer Linaje. Ahora se dice que Ingwë no era sólo el rey supremo de los Eldalië, sino también «el mayor de todos los Elfos, pues fue el primero en despertar».

Las fechas de esta sección concuerdan perfectamente con las de AV 2 (que son las de la corrección de AV1, IV. 317-8).

La forma Falassë aparece en el mapa IV del Ambarkanta (IV. 291). En relación a lo dicho acerca de la lentitud del cambio («aun en las Tierras de Aquende») antes de la creación del Sol y la Luna cf. la conclusión de AV 2:[133]

Ahora la medición del tiempo llegó al mundo, y el crecimiento, el cambio y el envejecimiento de todas las cosas se aceleraron a partir de entonces, aun en Valinor, pero sobre todo en las Tierras de Aquende en la Tierra Media, las regiones mortales entre los mares del Este y del Oeste. [214]

La referencia al Quenta al final de esta sección, si es a Q, corresponde a IV. 105; si es a QS, a §37. Sobre este punto véase p. 195.

Ambos textos no presentan diferencias significativas en esta sección, salvo en que Lhammas A acaba así:

Por tanto, la lengua de los Teleri de Tol-eressëa se apartó en cierto grado del habla de los Lindar y los Noldor, y después conservaron su propia lengua; no obstante, muchas edades después moraron en amistad cerca de los Lindar y los Noldor, y en Valinor la lengua de los Teleri evolucionó junto con las lenguas emparentadas, distanciándose considerablemente del habla teleriana de Beleriand (donde, además, al estar fuera de Valinor los cambios eran más rápidos).

4

Parece que, por alguna razón, cuando escribió «nueve edades» y «ocho edades» (en ambas versiones) al principio de esta sección mi padre sólo contaba hasta A. V. 2900; los Lindar y los Noldor moraron en Valinor durante 990 años (2000-2990) o casi diez edades, y los Teleri moraron en la costa durante 880 años (2111-2990) o casi nueve edades, antes del Oscurecimiento.

La compleja evolución lingüística descrita en esta sección puede resumirse de la siguiente manera:

En Lhammas B la sección fue modificada estructural y sustancialmente respecto a A, pero la historia lingüística sufrió muy pocos cambios respecto a la versión anterior. Al final del segundo párrafo, sin embargo, en Lhammas A se dice del habla de los Lindar:

La más estable era la lengua de los Lindar, porque eran los más próximos a los Valar y quienes más los frecuentaban; y la más parecida al Valiano era la lengua de Ingwë y su casa. [215]

En el párrafo siguiente en A no se menciona el Ingwiqenya (véase el comentario de §5); y se afirma que fueron los Dioses quienes dieron al «latín élfico» el nombre de Qendya (así escrito), «habla de los Elfos», mientras que los Elfos lo llamaron Eldarin. Se trata de un uso del término Eldarin distinto del que se le dio en A (véase el comentario sobre §2) y del que se le dio en B y en ambas versiones del Árbol di las Lenguas.

Alboin Errol utilizaba el término «latín élfico» (o Eressëano, en contraste con Beleriándico); véase p. 68. En el Apéndice F de El Señor de los Anillos el Quenya es llamado «latín élfico».

5

En Lhammas A hay una referencia al Quenta que está ausente en B: «por tanto, tal como se dice en el Qenta, los Dioses abrieron en la pared montañosa la grieta llamada Kalakilya, el Paso de la Luz»; véase p. 195.

El abandono de Tûn por parte de los Lindar se cuenta en términos muy similares en una adición de Q (IV. 107 nota 7), donde también aparece la historia de que la Torre de Ingwë no volvió a ser utilizada excepto por quienes cuidaban de la lámpara, una historia ausente en los textos posteriores de «El Silmarillion».

En esta sección Lhammas B sigue fielmente la versión anterior, pero hay una o dos diferencias dignas de mención. En el último párrafo, en la enumeración de todas las lenguas de Valinor, en Lhammas A se añade una referencia al «noble dialecto» de la lengua de los Lindar, llamado Ingwelindarin, Ingwëa o Ingwiqendya (véase el comentario sobre §4); en B §4, por otro lado, el Ingwiquenda es la «forma más pura y elevada» del «latín élfico», el Qenya. La primera versión del Árbol de las Lenguas ilustra el relato de Lhammas A; en la segunda versión está ausente, y tampoco se menciona el nombre de Ingwiqenya.

En Lhammas A la sección acaba:

Y por encima de todas estaba el Valya o Valarin, el idioma valiano, la lengua pura de los Dioses, que apenas evolucionaba con el paso de las edades (aunque no dejaba de cambiar, sobre todo después de la muerte de los Arboles, porque los Valar no son de la Tierra, pero están en el mundo). Pero la utilizaban poco, salvo entre ellos, pues a los Elfos, y a los Hombres les hablaban en Qenya, y no escribían ni grababan con letra alguna las cosas que hablaban.

En las correcciones de B (al igual que en AV 2, nota 48) Tûn se convierte en Túna, aunque todavía es el nombre de la ciudad, situada en la colina de Kôr; posteriormente Túna pasó a ser la colina, Tirion la ciudad. En la nota añadida al margen «que los Dioses llamaron Eldamar» se encuentra la primera aparición de Eldamar desde los Cuentos Perdidos [216] (aunque la forma Eglamar aparece dos veces en los borradores de la Balada de Leithian, en el verso desde Inglaterra hasta Eglamar, III. 186, 211). Se trata de uno de los nombres originales de la mitología, que aparece en el poema Las costas de Faëry (1915) y en su prefacio en prosa (II. 333, 345). En los Cuentos Perdidos el nombre aparece, con mucha frecuencia, casi siempre referido a las costas, o las rocas, o la bahía de Eldamar. Ahora pasa a ser nombre de la misma ciudad élfica, en vez de las regiones donde moraban los Elfos y donde se encontraba la ciudad de la colina. Véase QS §39 y comentario.

Este es un buen lugar para mencionar un elemento del segundo Árbol de las Lenguas del que no hay explicación en el texto de la Lhammas. Valarin y Lengua de los Valarindi en Valinor están unidos por una línea continua, y una discontinua va del último a Qenya. Los Valarindi son los Hijos de los Valar; véanse pp. 110, 111. El significado de las líneas continuas y discontinuas se define en una nota del Árbol de las Lenguas añadida más tarde: las líneas discontinuas «indican líneas de fuerte influencia de una lengua sobre otra» [p. ej. la del francés sobre el inglés], mientras que las líneas continuas «denotan sucesión y derivación directa» [p. g. del latín al francés].

Otra línea discontinua (que originalmente era continua) va de Noldorin a Qenya. Puede suponerse que ilustra la afirmación del texto (§4) de que «una forma del Lindarin pronto quedó fijada [es decir, como Qenya], salvo por algunas adopciones posteriores de palabras y nombres procedentes de otros dialectos».

6

En los Cuentos Perdidos (I. 149) el pueblo de Tinwë Linto (Thingol) lo buscó largo tiempo cuando él fue hechizado por Wendelin (Melian), pero fue

en vano, y nunca volvió. Por tanto, cuando oyeron el cuerno de Oromë en el bosque tuvieron gran alegría, y siguiendo los ecos del sonido, pronto son conducidos a los acantilados, y oyen el murmullo del mar a oscuras.

En Q (IV. 105) aparece por primera vez la historia de que Ossë convenció a algunos de los Teleri «de que se quedaran en las playas del mundo»; del pueblo de Thingol lo único que se dice en Q (IV. 103) es que «lo buscó en vano», y nada más se añade en QS (§32).

En relación a la afirmación de que los Ilkorindi de Beleriand (es decir, aquellos que no pertenecían ni al pueblo de los Puertos ni al de Thingol) se congregaron en Doriath cuando regresó Morgoth, cf. AV 2 (anal 2990, donde se relata la retirada que siguió a la caída de Denithor): [217]

Melian tejió la magia de los Valar en tomo a la tierra de Doriath; y la mayoría de los Elfos de Beleriand se retiraron dentro de su protección, salvo algunos que se quedaron en los puertos occidentales, Brithombar y Eglorest, junto al Gran Mar, y los Elfos Verdes de Ossiriand, que todavía moraban tras los ríos del Este.

La referencia a «Sindo, hermano de Elwë, señor de los Teleri» no se encuentra en Lhammas A, donde el tema de la lengua de Beleriand se introduce de forma diferente:

Ahora bien, en la corte de Thingol se conocía el Valarin, pues Melian era de los Valar, pero sólo lo utilizaban el rey y la reina, y unos pocos de su casa. Porque la lengua de Beleriand era el idioma eldarin de los Ilkorins telerianos, la lengua de aquellos que al final no quisieron partir con Ulmo, etc.

Sindo el Gris aparece en AV 2, pero como corrección de Tindingol (nota 4); en QS §30 (de nuevo como Sindo el Gris) el nombre aparece en el texto desde el principio, al igual que en Lhammas B. En relación a este nombre cf. Singoldo en el Cuento de Tinúviel (II. 56), y Sindingul (> Tindingol) en AV 1 (IV. 308).

Donde en Lhammas B se dice «Estas eran las lenguas ilkorin de Beleriand, y también diferían de las de los Lembi, que nunca llegaron allí», en Lhammas A se lee: «Estas eran las lenguas ilkorin de Beleriand, y conservaban signos de su parentesco con el Teleriano, y diferían de las lenguas de los Lembi, porque no vieron a ninguno hasta que los Elfos Verdes de Ossiriand llegaron del Este, tal como se cuenta después». Que los Elfos Verdes se cuenten entre los Lembi se ha negado expresamente en Lhammas B §2, donde son Ilkorindi y se cuentan entre los Eldar; véase los comentarios sobre §§2 y 7.

La corrección realizada en Lhammas B al final de la sección modifica la historia lingüística, pero las implicaciones del cambio no me resultan claras. Como consecuencia, no se dice que los Noldor y los Ilkorindi de Beleriand emplearan el habla de Doriath «porque Thingol era un gran rey», sino, por el contrario, que el habla de Doriath se utilizaba en el Puerto del Sirion. En §8 la lengua del Puerto era el habla noldorin de Gondolin, influida por la de Doriath debido a la presencia de Elwing y los fugitivos de las Mil Cavernas.

7

Aunque el pasaje se basa en gran parte lo dicho en AV, existen algunos detalles interesantes. En AV se decía que los Elfos Grises, bajo el mando de Dan, encontraron las tierras del sur desnudas y oscuras; ahora se explica la razón de esta desnudez y oscuridad: los Valar [218] habían descuidado el Sur, y en sus cielos se había diseminado un número menor de estrellas. El Sur era una región oscura en los mitos originales: en el Cuento del Sol y la Luna (I. 224) Manwë dispuso el curso del Sol entre el Este y el Oeste «pues Melko dominaba el norte y Ungweliant el sur», lo que, tal como yo apunté (I. 246), «parece atribuir a Ungweliant una amplia zona sometida a su poder de absorber luz».

No se había dicho antes que muchos de los Elfos Verdes entraran en Doriath tras el regreso de Morgoth; entre ellos, mucho después, destacaría el enemigo de Túrin Saeros (Cuentos Inconclusos p. 104).

Otros elementos del relato de la Lhammas ya han aparecido en AB 2 (anal 52): que tras la caída de Denethor los Elfos Verdes estuvieron sin rey «hasta que llegó Beren», y también que tenían parientes que se quedaron al este de Eredlindon, a quienes visitaban en ocasiones. En una temprana adición del anal 2700 de AV 2 (nota 8) «los Danianos cruzaron las Eredlindon», y estos Elfos, a ambos lados de la cadena montañosa, también son llamados Danianos en Lhammas A (donde B dice Danas), con la información adicional de que quienes se quedaron en el Este fueron llamados Leikvir. En el primer Árbol de las Lenguas aparece Leikviano donde en el último se dice lengua daniana del Este.

En AV 1 el nombre de los Elfos Verdes es Laiqi o Laiqeldar (IV. 315); en AV 2 no se da ningún nombre élfico; en Lhammas A son Laiqi o Laiqendi y Laiqendi en B.

En Lhammas A el nombre Denethor está, escrito sobre otro nombre, muy probablemente Denilos; en AV 1 Denilos > Denithor (IV. 315), en AV 2 Denithor > Denethor (nota 5). Relacionadas con esto hay algunas alteraciones y adiciones a lápiz en Lhammas A que no se retomaron en B (o no se realizaron allí; no está claro a qué momento corresponden las anotaciones):

ndan- hacia atrás. Los que se volvieron atrás. De ahí el pueblo ndäni. ndani-tharo salvador de los Dani. Q[enya] Nanisáro. T[elerin] Daintáro. N[oldorin] Dainthor. D[oriathrin] Deniþor.

(En relación a esto véanse las Etimologías, raíces DAN, NDAN). Al mismo tiempo, en «En un principio era un pueblo de raza noldorin» noldorin fue sustituido por lindarin, y «la hueste de Finwë» por «la hueste de Ingwë»; cf. el final del Lammasethen.

Vuelve a surgir la cuestión de si los Danas se cuentan entre los Eldar o no. En Lhammas A se dice explícitamente que no eran Eldar sino Lembi (comentario sobre §6); de nuevo en la presente sección se dice en A que «En un principio era un pueblo de raza noldorin, pero no se lo cuenta entre los Eldar», porque abandonaron la Gran Marcha. En Lhammas B, por otro lado, son Ilkorindi que se cuentan entre los Eldar (§2); no obstante, en la presente sección reaparece el pasaje de A en que se afirma que no eran Eldar, con la adición de que tampoco [219] pertenecían a los Lembi, porque, aunque abandonaron la Marcha, se sentían atraídos por el Oeste. Supongo que mi padre cambió de opinión sobre esta refinada cuestión según escribía, y no alteró lo que había escrito antes. En cualquier caso, los Danas están suficientemente caracterizados como Elfos de la Gran Marcha que la abandonaron en un momento temprano pero que siguieron deseando el Oeste, y lo que se sugiere en B es sin duda que fue este deseo lo que en última instancia llevó a parte de ese pueblo a cruzar las montañas. Su posición es anómala, y podrían clasificarse bien como eldarin o no eldarin.

En consecuencia, introducen la posibilidad de una rama lingüística muy distinta de las otras lenguas quendianas (veremos que en ambas versiones del Árbol de las Lenguas su lengua desciende de la línea quendiana entre el Lemberin y el Eldarin). En una corrección de B se afirma que es similar al habla ilkorin de Doriath (mientras que en el texto escrito se dice que es distinta del Eldarin de Valinor, del Lemberin y del habla de Doriath). Se trata de una corrección bastante desconcertante. ¿Por qué tendrían los Danas una afinidad lingüística con los Elfos de Doriath, que habían finalizado el viaje a Beleriand mucho antes (unos 700 años valianos)? Por supuesto, inmediatamente después se dice que el habla de los Danas en Ossiriand fue «influida por la lengua del pueblo de Thingol», pero la corrección «parecida sobre todo a la de Doriath» se refiere supuestamente a la naturaleza original de la lengua daniana. Véase el Lammasethen y comentario.

La nítida distinción que se hace en el final de esta sección entre todas las lenguas lemberin por un lado y todas las lenguas eldarin (incluyendo las de los Ilkorindi de Beleriand) por el otro, es notable. Está implícito que los largos años del Gran Viaje, seguidos de la completa separación entre los Elfos de Beleriand y los que se quedaron en el Este, hicieron de la lengua ilkorin un idioma con un desarrollo aislado de cualquiera de las lenguas lemberin, pero con un parentesco reconocible con el Telerin de Valinor (al menos para «los instruidos en estas materias», §6).

8

En esta sección Lhammas B siguió fielmente a A, pero puede citarse un pasaje divergente de la primera versión. Tras mencionar que la múlanoldorin y la lengua de Gondolin eran las únicas formas del Noldorin hablado en la Tierra Media que sobrevivían «antes del fin», A dice:

Primero pereció la gente de Fingolfin, cuya lengua era pura, salvo por una pequeña influencia de los Hombres de la casa de Hádor; y después Nargothrond. Pero el pueblo de Maidros, hijo de Fëanor, [220] sobrevivió casi hasta el fin, al igual que los Noldor esclavos, cuya lengua no sólo se oía en Angband, sino que posteriormente se extendió por Mithrim y muchos otros lugares. La lengua de los hijos de Fëanor estaba muy influida por los Hombres y por Ossiriand, pero no ha sobrevivido. El Noldorin que pervive aún, etc.

En relación a lo dicho en el primer párrafo de la rapidez del cambio tras la subida del Sol y la Luna cf. el comentario sobre §3. La referencia aquí a «las estrellas inmóviles» recuerda al antiguo Cuento del Sol y la Luna, donde se dice que algunas de las estrellas «moran donde están suspendidas y no se mueven de allí»: véanse I. 223, 246. En el segundo párrafo la forma Himring (en lugar del Himling de Lhammas A) aparece por primera vez fuera de una corrección. Al final del tercer párrafo, «algo de Ossiriand» en B sería más bien «algo del Ossiriandeb», como en A y en la última versión del Árbol de las Lenguas. En el último párrafo las lenguas de los Elfos eldarin que se quedaron en la Tierra Media son llamadas en A Noldorin Menguante e Ilkorin Menguante, términos que aparecen en el primer Árbol de las Lenguas (junto con Leikviano Menguante, véase el comentario sobre §7).

Las fechas escritas posteriormente a lápiz en el manuscrito de AV1 (en que los acontecimientos que tuvieron lugar entre la Batalla de Alqualondë y la llegada de Fingolfin a la Tierra Media se contrajeron en un único Año Valiano, IV. 318), no adoptadas en AV 2, tampoco se adoptaron en la Lhammas. Las fechas de los Años del Sol son las de AB 2 (antes de que fueran modificadas), con la caída de Gondolin en 307 y la Gran Batalla al final del siglo cuarto del Sol.

El rasgo más destacable de esta sección de la Lhammas relacionada con la concepción posterior es la ausencia de la prohibición por parte de Thingol de hablar la lengua de los Noldor en todo su reino. En El Silmarillion se dice (p. 153) que ya en la Fiesta de la Reunión del año 20 «la gente habló sobre todo la lengua de los Elfos Grises, aun los mismos Noldor, pues aprendieron de prisa el idioma de Beleriand; en cambio, los Sindar eran lentos en dominar la lengua de Valinor»; y (pp. 175-6) que tras la prohibición de Thingol «los Exiliados adaptaron la lengua Sindarin en la vida cotidiana, y la Alta Lengua del Occidente sólo fue hablada por los Señores de los Noldor y entre ellos». En la Lhammas se dice de hecho (al final de §6, antes de la corrección) que «en días posteriores el habla de Doriath fue empleada por los Noldor y los Ilkorindi», y en la presente sección que «el habla de los Gnomos fue también muy influida por la de los Ilkorins de Beleriand»; no obstante, el Noldorin (de Gondolin) fue la lengua (influida por otras) del Puerto del Sirion y después de Tol-eressëa. Por tanto, en su esquema fundamental, a pesar de que ahora es mucho más compleja, la evolución lingüística deriva aún de la que aparece en los Cuentos Perdidos; tal como observé en I. 67. [221]

En El Silmarillion los Noldor llevaron la lengua valinoreana a la Tierra Media, pero la abandonaron (salvo para comunicarse entre sí) y adoptaron en cambio la lengua de Beleriand, el Sindarin de los Elfos Grises, que nunca habían estado en Valinor… En los Curatos Perdidos, por otra parte, los Noldor aún llevaban la lengua élfica de Valinor a las Grandes Tierras, y allí ella misma cambiaba y se volvía por entero diferente [Gnómico].

No se menciona al final de esta sección que ninguno de los Gnomos regresara a Valinor (en oposición a Tol-eressëa), pero sí en Q (IV. 187, 191: «Pero algunos retomaron incluso a Valinor, como todos aquellos que lo deseaban eran libres de hacer»; esto se conserva en QS, p. 383, §27). Para aquellos que no quisieron partir al Oeste —los hablantes del «Noldorin Menguante» y el «Ilkorin Menguante» en Lhammas A— véanse los mismos pasajes en Q, repetidos en QS.

9

Aparece aquí el primer relato del origen de la lengua orca: una maligna perversión de la lengua valiana llevada a cabo por Morgoth. La notable afirmación de que Morgoth «hablaba todas las lenguas con poder y belleza, cuando así lo deseaba» está ausente en Lhammas A.

La leyenda de la creación de los Enanos por parte de Aulë ha aparecido en AB 2 (anal 104), en un pasaje muy similar a éste, que contiene la misma frase «los Enanos carecen de espíritu interior». El pasaje de AB 2 fue modificado posteriormente (nota 16) y dejó de ser una afirmación del autor para convertirse en lo que creían los Noldor acerca de los Enanos, y no sólo una opinión sobre el tema; en la Lhammas el pasaje también fue modificado, con mucha rapidez y de un modo muy diferente, así:

Pero el pensamiento de los Enanos proviene etc. (véase Quenta). Por tanto las obras de los Enanos tienen gran habilidad y arte, pero poca belleza.

Esta referencia al Quenta no es a Q, que no tiene nada equivalente, sino a QS, donde hay un capítulo acerca de los Enanos. En él se dice lo siguiente (§123):

Pero su medida de pensamiento y ser proviene de sólo uno de los Poderes, mientras que los Elfos y los Hombres, independientemente de aquel de entre los Valar a quien prefieran, tienen afinidades con todos en cierto grado. Por tanto, las obras de los Enanos tienen gran habilidad, pero poca belleza, salvo cuando imitan las artes de los Eldar…

Donde Lhammas B dice «De la lengua de los Enanos poco sabemos» A dice «poco sé» (es decir, Rúmil). [222]

10

En Lhammas A el origen y la historia temprana de las lenguas de los Hombres se describe de un modo algo distinto:

Porque los Elfos Oscuros… ofrecieron su amistad a los Hombres errantes… y les enseñaron lo que conocían; y con el transcurso de los años las múltiples lenguas de los Hombres se desarrollaron a partir de estos orígenes, influidas tanto por los Enanos como por los Orcos. Pero nada se conserva del habla ancestral de los Hombres, salvo [tachado: algunas palabras de] las lenguas de los Hombres del Oeste, que fueron los primeros en llegar a Beleriand y hablar con los Elfos, tal como se registra en los anales y relatos de los Gnomos de aquellos días. Ahora bien, la lengua de las tres casas de Bëor, Haleth y Hador, era el Taliska, y Tuor aún la recordaba, y fue registrada por los sabios de Gondolin. Pero Tuor mismo dejó de utilizarla, pues ya antes de [> en] los días de su padre, Huor, los Hombres de Beleriand abandonaron el uso cotidiano de su propia lengua, y hablaron Noldorin, conservando unas pocas palabras y nombres.

Al final de esta sección en Lhammas A mi padre añadió rápidamente a lápiz: «Pero parece que el Taliska derivaba en gran parte del Daniano»; véase el comentario sobre el Lammasethen.

En el primer Árbol de las Lenguas, las lenguas de los Hombres derivan exclusivamente del Lemberin, lo que concuerda con la Lhammas A («las múltiples lenguas de los Hombres se desarrollaron a partir de estos orígenes»), mientras que el segundo Arbole 1 Taliska estaba «influido» (líneas discontinuas) por la lengua enana, la lengua orca y el Lemberin (aunque no hubo «sucesión» directa), así como por la «lengua daniana del Este».

Que el pueblo de Hador abandonó su propia lengua y adoptó la de los Gnomos se dice en AB 2 (anal 220). El relato de El Silmarillion de la supervivencia de la lengua original de los Edain, aquí llamada Taliska,[134] es muy distinto: véase el comentario sobre AB 2 ibíd.

La afirmación en el final de esta sección de que el habla de los Hombres Cetrinos «se ha perdido sin que queden otros registros que los nombres de estos hombres» no concuerda con las Etimologías (raíces ROR, ÚLUG), donde los nombres de Bór y Ulfang y sus hijos son álficos y se los dieron los Noldor. [223]

11

En las palabras de Rúmil «muchos miles de años han transcurrido desde la caída de Gondolin» hay una lectura desechada bajo las palabras «muchos miles de», que muy probablemente era «10.000», igual que en Lhammas A.

La afirmación en esta sección de que «los Noldor que regresaron [es decir, tras escuchar la Profecía del Norte] y no fueron a la guerra y al sufrimiento del mundo dejaron de estar separados y ahora hablan como los Lindar» está ausente en Lhammas A, pero en el primer Árbol de las Lenguas aparece Noldolindarin como la fusión entre el «Noldorin y Lindarin valinoreanos»; en el segundo Árbol también el «habla del pueblo de Finrod» (que regresó a Valinor) se fundió con el Lindarin para formar el «Eldarin como se habla ahora en Valinor».

Las palabras «en Kôr» no son un simple descuido, a pesar de «Allí levantaron los Elfos la colina verde de Kôr, y en ella edificaron la dudad de Tûn» en 5; véase QS §29.

En cuanto al pasaje añadido al final de Lhammas B, puede observarse que en Q (IV. 106) se dice que los nombres de los príncipes de los Noldoli se dan «en la forma de la lengua gnómica que se habló largo tiempo en la tierra», y que allí Finn (la forma que aparece en E) fue corregido por Finwë. De los toponímicos citados aquí como nombres beleriándicos adaptados al Noldorin, Balar, Beleriand, Brithombar y Eglorest aparecen en las Etimologías (raíces BAL, BIRÍT, ELED) como nombres Ilkorin, pero Doriath es Noldorin (raíz GAT(H)).