Capitulo 22
Eve coordino con su equipo en ruta. No podía permitirse el tiempo o la exposición de una conferencia final sobre el sitio. Demasiada gente con demasiadas maneras de correr la voz de que los policías se reunían en Nueva York West. Una filtración a los medios de comunicación, en Internet, podría alertar a Reinhold.
Ella creía, firmemente, que Joe el Idiota todavía estaba vivo. Ella creía que tenían tiempo. Pero el hecho mismo era que Joe era un idiota, que podía llevar a Reinhold sobre el borde.
El estaría condenado si llegaban unos minutos demasiado tarde esta vez.
Cuando se lo dijo a Roarke, el tomó una mano con la suya -Vamos a tenerlo encerrado minutos después de llegar. Y vamos a tener ojos y oídos en minutos después de eso.
Minutos, pensó. Tenían que estar de su lado esta vez.
-La suerte nos ha sonreído- declaró -La suerte nos sonríe y tienes que verlo de esa manera. Llegamos a él, los dos, casi al mismo tiempo. Todo cayó en conjunto
-Cayó junto porque no has cesado en esto durante tres días y tres noches.
-Eso, y la Sra. Farnsworth. Nos dio una buena pista.
-Lo admito, me gustaría haberla conocido.
-Tu desearías haberla contratado- añadió Eve, y él rio.
-Me conoces muy bien.
-Sánchez está allí, Dallas- dijo Peabody a su espalda -El Detective Carmichael en menos de un minuto. Los uniformados están comprobando.
-Habla con tu jefe de seguridad ahora, Roarke-, anunció McNab - Han limpiado la plaza de aparcamiento como dijiste. Tienen ojos entrenados en los pasillos en las dos plantas de Reinhold.
-Lo suficientemente bueno, y aquí estamos.
-Es muy bonito- Peabody estiró la cabeza para disfrutar de la torre -Brillante, con las terminaciones de vidrio.
-La cabeza en el juego, Peabody- ordenó Eve, y saltó al minuto que Roarke estacionó -Grabando. Todos los registros encendidos. Todos los equipos se mueven en su posición. Quiero todos los ascensores bloqueados de su piso al minuto que el Equipo B alcance el segundo nivel.
-Sr.- Una morena alta con curvas se acercó a Roarke -Estamos en el lugar, en espera de más instrucciones.
-Teniente, ella es el jefe de seguridad del edificio, Verónica Benston.
-Teniente- Benston saludó a Eve -No ha habido ninguna actividad fuera de la zona de destino. Dos unidades en el nivel principal del sujeto, y otra en su nivel secundario, que no está ocupado hoy, ya que los inquilinos están fuera de la ciudad. A los inquilinos de la residencia, como indicó, no se ha notificado, por el momento, de cualquier actividad policial.
-Dame el resumen a medida que avanzamos. Nos estamos moviendo.
-Hemos mantenido este ascensor despejado para usted- Benston abrió la marcha, explicó todas y todos los ocupantes y las actividades en el nivel objetivo.
-Eres refuerzo, Benston, y gracias por la asistencia y la velocidad de la misma." Eve salió al nivel de Reinhold. Ella envió al Equipo B un pulgar hacia arriba, pasó mientras subían al siguiente nivel.
-Anule su ascensor privado, bloquee todos los accesos y salidas de este nivel. Roarke, quiero dejarlo ciego. Quiero sus alarmas y seguridad apagadas.
-Benston, ¿le importa?
-Ya está hecho, señor- Ella golpeó el auricular -Ciego- le ordenó -Anula las alarmas, ambos niveles de la unidad de destino.
-En la puerta del pasillo- dijo Eve a su propia comunicación, ingresando.
Como Benston le ofreció, utilizó su llave maestra de Seguridad, y luego sacando su arma, salió por la puerta.
-Dame ojos y oídos, McNab.
-Todo en su lugar- Se puso en cuclillas y se puso a trabajar en un portátil -Buenos filtros- dijo con aire ausente -Excelente blindaje. Esto llevaría más tiempo sin las especificaciones- Disparó a Roarke una sonrisa -Me ahorra trabajo. Tiene dos fuentes humanas de calor, T, y una carga robótica, todo en el nivel principal. Nada humano o robótico en el segundo nivel.
Eve se agachó, estudió la pantalla -Justo en el salón principal- Segundos más tarde, oyó llorar, suplicando.
-¿Tienes audio? murmuró a McNab.
Por favor, Dios, por favor, creo que me estoy muriendo.
-Equipo B, en posición- dijo Sánchez al oído de Eve.
-Espera ahí. Objetivo y la víctima están en el salón principal. Un solo droide también en el nivel principal.
Tengo códigos de acceso de mi tío Stan, también.
Eve levantó un puño, indicando "Espera" observó como la fuente de calor que identificó como Reinhold, se acercaba un poco más a Joe.
-Él está sentado, tiene el droide con él. Puso un poco de espacio entre él y la víctima. Ábrela- preguntó Roarke -Lento y tranquilo. Muévanse, Equipo B. lento, tranquilo.
Sólo descansar y disfrutar.
Eve levantó tres dedos -A las tres- murmuró.
Fue a través de la puerta, rápido y abajo, con Peabody rápida y arriba a su lado.
Reinhold chilló. No había otra palabra para describirlo, pensó Eve con disgusto. Él gritó como una niña pequeña, arrojó su bandeja de comida en el aire, y corrió hacia las escaleras.
-¡Alto! Quieto! Las manos en el aire!
En su lugar, cuando el equipo B entró, él se alejó, cogió un vaso, lo tiró. Se perdió por una milla, destrozado en el suelo.
Eve consideró aturdirlo mientras corría, básicamente en círculos, lanzando lo que tuviera a mano, mientras que Joe gritaba. Dios, ella quería aturdirlo. Y por eso, ella lo abordó en su lugar.
Lo bajó de una patada, lo que agregó sus gritos a los de Joe, hasta que Eve presionó su arma en la mejilla.
-Oh, dame una razón, irás a la mierda.
-¡Suéltame, aléjate de mí. Mátala!- Ordenó al droide, quien se quedó mirando tan angustiado como un droide era capaz de ver.
Eve arrastró los brazos de Reinhold a la espalda, lo esposó -Jerald Reinhold, está bajo arresto por asesinato, múltiples cargos por secuestro, fraude de identidad, allanamiento de morada y todo tipo de cargos adicionales. Usted tiene el derecho a permanecer en silencio- ella comenzó, y con la ayuda de Peabody se las arregló para ponerlo en pie.
Seguía dejando que sus piernas se doblen, así que para cuando ella hubo terminado la lectura del Miranda revisado, ya había tenido suficiente -Oficial Carmichael. Tome a este imbécil en custodia. Póngalo en custodia en la central hasta que diga lo contrario.
-Lo tengo, Teniente.
-Y que alguien llame a los médicos y un autobús para este pobre diablo.
-Ya está hecho- El Detective Carmichael golpeó el comunicador -En camino.
Guardando su arma, Eve se acercó a Joe, negó con la cabeza -Estás hecho un maldito desastre, Joe, pero vivirás.
-Él me hizo daño. Él me hizo daño.
-Sí, lo hizo- Eve observó mientras Roarke y otro uniformado trabajaban para cortar la cuerda y cinta adhesiva -Lamento eso. Tal vez la próxima vez que te burles de un policía, lo recordarás.
-Agua- Sollozó, sacando un poco de piedad de ella -Por favor, ni siquiera me dio agua.
-Aquí tienes- Peabody acercó una taza a los labios -Calla ahora. Te tenemos ahora, Joe. Te tenemos.
-Lo siento. Lo siento. No le hice caso.
-Está bien. Todo irá bien.
Tal vez lo haría, pensó Eve, pero había pagado un precio muy alto por ser un imbécil.
No se apresuró, dejó a Reinhold cocinarse y sudar un rato. Con su equipo, revisó cada centímetro de la vivienda, pasó la electrónica, como el androide, a McNab y Feeney, que había aparecido mientras los técnicos de emergencias llevaban a Joe, soltando un poco de vapor porque no le habían esperado.
Ella encontró interesante, y un poco triste, descubrir que Reinhold había preparado la fiesta de Acción de gracias, el tradicional festín. Y se preguntó si él había planeado disfrutarla antes de que o después de matar a uno de sus más viejos amigos.
Ella levantó la pequeña cierra eléctrica cuando Roarke se acercó -Una nueva herramienta para él. Yo diría que la habría probado en los dedos, tal vez las manos, los pies. Entonces la habría utilizado para cortar a Joe en piezas más fácilmente disponibles, utilizando las bolsas de residuos industriales que encontramos para sacarlas.
-Una idea maravillosa. Y probablemente exacta. Tomé el androide- agregó -Su memoria está intacta, y se remonta a cuando Reinhold lo reprogramó, antes de asesinar a Farnsworth. Será una prueba muy sólida para el enjuiciamiento.
-No tenemos nada, salvo evidencia sólida, y un testigo vivo.
-Así que vas a visitar el hospital en algún momento, y no la morgue.
-Feliz Día de Gracias.
-Para la mayoría de nosotros. También hablé con el agente de bienes raíces que organizó el alquiler. Es bastante fácil ahora seguirlo.
Sin hacer nada, Roarke miró alrededor de la planta principal, e incluso en esas circunstancias encontró satisfacción en el flujo de la distribución, el uso de materiales.
-Reinhold alquiló el lugar ayer mismo, e hizo los arreglos para comprar los muebles que ya están aquí.
-Moderno y caro. Le convenía, y le ahorraba tiempo y problemas.
-Mmm. Así que tenías razón en su estilo, pero él tuvo mucha suerte, otra vez, de encontrar un sitio donde no tenía que comprar sus muebles.
En los labios de Eve apareció una fuerte y amarga sonrisa -La suerte cambió, y estoy a punto de terminar su carrera para siempre. Voy a enviar la electrónica con McNab y Feeney, ya que su culo se quema porque no lo llamé para alejarlo de su esposa, familia y día libre. De todos modos. Ellos sólo registran y aseguran, a continuación, están libres. Sánchez y Carmichael van a trabajar con la escena del crimen para sellar y asegurar, a continuación, estarán libres, también. Peabody viene conmigo. Tengo que lidiar con Reinhold hoy. Ahora. Si va bastante suave, voy a estar en casa para la cena.
-Nosotros-le corrigió -Yo voy contigo.
-Tu familia...
-Tú eres mi familia en primer lugar. Voy a avisarles, y si no vamos a estar de vuelta en un plazo razonable, que empiecen sin nosotros.
-Está bien- Si tomaba demasiado tiempo, pensó, lo echaría. Pero necesitaba empezar. ¡Peabody! Ven, vamos a pasar un rato agradable con Jerry.
-No puedo esperar.
Ella trabajó en la estrategia mientras Roarke las llevaba a la Central. Tenía una idea de Reinhold ahora. Con el perfil de Mira, sus propias observaciones, entrevistas con amigos, compañeros de trabajo, supervisores, ella sabía lo que era, y creía que sabía cómo pensaba.
-Vas a ser el policía bueno, Peabody.
-Oh, maldita sea.
-Él va a responder al poli malo, yo, poniendo excusas, tratando de mantener una línea, ser un pez gordo, siempre y cuando pueda mantenerse en sus entrañas allí. Y va a responder al poli bueno, al ver que alguien está dispuesto a darle margen en las excusas. No es lo suficientemente inteligente como para comprender la dinámica, el ritmo, o como funciona eso de empujón, socava la atracción.
Roarke echó un vistazo a la cara malhumorada de Peabody en el retrovisor -Es un clásico por una razón- le recordó -Y siempre se sabe cuando resbalar con el toque más suave. Es magistral.
Como Peabody se animó, Eve deslizó una mirada hacia Roarke. Hablando de magistral.
En el garaje, tomó la caja de accesorios que había traído de la escena del crimen. Roarke le dio un codazo a un lado y la levantó él mismo.
-Voy a saber bastante rápidamente, cómo va a ir esto- le dijo ella -Si pienso que se va a arrastrar, que va a tardar, te lo voy a señalar, o salgo y te digo. Vamos a hacer un trato.
-Me encanta un trato.
-Si se va a estancar, te vas a casa y comen el pavo. A continuación, puedes volver. Yo incluso voy a avisarte cuando crea que estoy cerca de cerrarlo. Tu tía no debería tener que sentir que está a cargo cuando se supone que es una invitada- agregó Eve.
-Esa fue una buena idea-Cambió la caja mientras iban en el ascensor -Muy bien, entonces, eso es un trato.
Satisfecha con eso, Eve salió del ascensor -Peabody toma la caja. Él me mira como a cargo. Él va a tener miedo de mí, y me aseguraré de ello. Es un cobarde, y el miedo lo va a romper. Él va a tratar de empujarme al principio, entonces va a apelar a ti- le dijo a Peabody -Estás cerca de su edad, no eres la figura de autoridad principal, y serás simpática, hasta cierto punto. Llámalo por su nombre de pila. Esa es la conexión contigo, la falta de respeto de mi parte.
-Lo entiendo. Está en Entrevista A.
-Entonces voy a estar en observación- dijo Roarke -Buena suerte a las dos.
-Eso es lo que tenemos ahora- Eve abrió la marcha.
Como ella había instruido en el camino, había sido puesto en entrevista, pero no en las restricciones de sistemas de seguridad que indicaran que era algo que temer. Los uniformados que le habían sacado de la celda no habían dicho una palabra. No hicieron ninguna pregunta, ni contestado.
Así que ahora estaba sentado solo en el área, las luces en pleno, sudando, observó ella, mientras le caían gotas de sudor en el labio superior, la frente.
-Teniente Eve Dallas, y Detective Delia Peabody, entrando en Entrevista con Reinhold, Jerald- Leyó los expedientes mientras tomaba asiento -Reinhold, Jerald, usted ha sido informado de sus derechos, oficialmente. ¿Entiende sus derechos y obligaciones en esta materia?
-No quiero hablar con usted.
-Ese es uno de sus derechos ¿Entiende usted los derechos y obligaciones que le otorga el Miranda revisado?
Él volvió la cabeza, miró la pared lateral como un niño petulante.
-Está bien, está bien. Peabody, organiza su traslado de nuevo a una jaula.
-!Yo no voy a volver allí!
Eve se levantó y se dirigió a la puerta.
-¡Está bien, está bien! Jesús, sí, comprendo los derechos y esas cosas estúpidas.
-Bueno- Volvió, se sentó de nuevo -Podemos hacer esto simple Jerry. Quiero decir, por el amor de Dios, te encontramos con Joe. Habías un desastre en él.
-Usted vino a mi propiedad privada. Eso es una violación de mis derechos. No puede usar nada que encontró mientras violaba mis derechos.
-¿En serio?- Ella se echó hacia atrás y se rió -¿Esa es tu defensa? Si vas a ver los programas de crímenes de ficción, debes prestar atención, al menos. ¿Has oído hablar de causa probable, Jerry? ¿O derechos debidamente ejercidos?. Tú secuestraste y retuviste a una persona contra su voluntad, lo que le causó graves lesiones corporales. Asaltaste a dicho individuo, cometiste un asalto, asalto de forma intencional, asalto mortal, y así sucesivamente en este individuo, al que planeabas asesinar, cortar en pedazos y deshacerte de él
-No puede probar nada de eso!
-Puedo probar todo. Vamos a empezar con la primera parte. Tu secuestraste a Joseph Klein.
-¡No lo hice!- Su voz se quebró un poco cuando señaló con el dedo, dos veces. -Vino a verme. Se dirigió directamente a mi casa por su cuenta. Y yo estaba tonteando, bromeando con él.
-¿Así es como lo llamas? Le golpeaste la cabeza con un bate de béisbol, rompiéndole los dientes, los pómulos y la mandíbula, quemándolo con un soplete, cortándolo. ¿Eso es sólo jugar con él?
-Él me jodió, yo lo jodí con él. Eso es en defensa propia. Él...- Sus ojos realmente se movieron, izquierda y derecha -Vino a mi casa y me amenazó. Estaba protegiéndome a mí mismo.
-Él te hizo pasar un mal rato así que, ¿golpearlo hasta casi matarlo mientras estaba atado a una silla es defensa propia? Eres un idiota, Jerry.
-¡No soy un idiota!- un color rojo oscuro manchaba su cara, corría por su cuello como si su furia necesitara bombear a través de sus poros -Soy más listo que usted, más listo que la mayoría de la gente. Lo probé.
-¿Cómo?
-Hice lo que tenía que hacer. Conseguí lo que necesitaba conseguir.
-A partir de apuñalar a su madre más de cincuenta veces.
-No sé de qué está hablando- Miró de nuevo -Yo ni siquiera estaba allí. Entré, y los encontré. Fue horrible.
Se cubrió la cara con las manos.
-¿Estás diciendo que llegaste a casa y encontraste a tus padres muertos, Jerry? Peabody hizo su magistral intervención, con un toque de horror, y simpatía en su voz -Dios.
-Fue...-Dejó caer las manos, y por primera vez miró a Peabody -Ni siquiera puedo decirte. Yo les había advertido que no debían abrir la puerta a nadie, pero nunca escucharon. Yo entré, y estaban... toda esa sangre.
-Dame un respiro- murmuró Eve, pero Peabody negó con la cabeza.
-Vamos, teniente. Nos preguntamos sobre eso. ¿Qué hiciste, Jerry?
-No lo sé exactamente. Todo es una locura en mi cabeza. Me asusté. Creo que tal vez me desmayé o tuve una especie de, no sé, convulsiones o algo así.
-Así que en realidad no recuerdas lo que hiciste después. ¿Cuándo los encontraste, exactamente?
-Ah, creo que la noche del viernes. Entré y...
-¿Dónde habías estado?
-A la vuelta. De todos modos, nada tenía sentido, ¿sabe?
-¿Saliste de tu ataque lo bastante bien como para robar el reloj que vendiste? ¿Para transferir los ahorros de tus padres a las cuentas que abriste?
La pregunta de Eve lo sorprendió -Era mío porque estaban muertos. Yo no sabía qué otra cosa hacer. Tenía miedo...y, y no pensaba con claridad. Intente volver a casa y encontrar a sus padres muertos, a ver cómo actúa.
-Tiene que ser horrible, pero... Deberías haber llamado a la policía, Jerry- dijo Peabody, suavemente.
-Lo sé. Ahora lo sé, pero entonces, yo no estaba pensando con claridad
-Con suficiente claridad para tomar el efectivo y los objetos de valor que tenían en el apartamento. Con suficiente claridad para retirar los fondos que transferiste la mañana del lunes- señaló Eve -Para reservar una habitación de hotel de lujo y comer abundantemente el sábado y el domingo por la noche.
-Eso no es un crimen- Pero él se limpió el sudor en el labio -Necesitaba un poco de dinero para salir adelante, ¿no? Necesitaba tiempo para pensar, entonces vi cómo los policías estaban detrás mio, y necesitaba tiempo para averiguarlo, entonces...
-Así que fuiste al apartamento de Lori Nuccio, usaste la llave que no le habías devuelto después que ella te echó, la torturaste y la mataste.
-¡No lo hice!. Y ella no me dejó, yo la dejé. No estaba funcionando para mí, así que me deshice de ella, y ella me rogó que me quedara, que le diera otra oportunidad. Entonces, me di cuenta, cuando me enteré que estaba muerta, que la misma persona que mató a mis padres mató a Lori.
-Ahora, estoy de acuerdo con eso.
-Pero la Sra. Farnsworth- comenzó Peabody, dio a Reinhold una mirada de preocupación.
-¡Ella, también!- La emoción se mantuvo sobre su cara cuando él habló de ella, se lo contó -La misma persona lo hizo, tratando de joderme. Vea, tratan de joderme, así los policías irían detrás de mi, quizás me matarían antes de que pudiera probar mi inocencia. Joe.
Eve vio metafóricamente el flash de la bombilla al encenderse en su cabeza.
-Sabía que tenía que ser Joe quien lo hizo. Está loco, cualquiera se lo dirá, y muy celoso de mí. Por eso lo llamé a mi casa, por eso me estaba metiendo con él. Necesitaba que confesara algo para que yo pudiera entregarle.
-Wow- Peabody esperaba verse sorprendida e impresionada, en lugar de mostrar la repugnancia absoluta que sentía -¿Así que Joe mató a tus padres, a Lori, y la Sra. Farnsworth porque estaba enojado contigo, celoso de ti?
-Si. Se le acercó a Lori un par de veces, me dijo, y ella lo mandó a volar. Así que estaba enojado por eso. Y también conmigo, de Las Vegas, me estuvo comprando bebidas así que me puse un poco, ya sabe, mal, luego me empujó a apostar todo ese dinero. Él me hizo perder todo ese dinero. Y, ¡oh!. Él sabía que yo realmente no tenía nada contra la Sra. Farnsworth, ella me enseñó mucho. Pero igual me comprometió, fue y la mató. Así que me hice pasar por una puta. Sólo para salvar la cara..
-Esto es muy grave, Jerry.
-Lo sé, ¿cierto? Tratando de parecer sincero, él asintió con la cabeza hacia arriba y hacia abajo -Está loco, supongo. Pero estaba dispuesto a admitirlo. Me dijo algo, pero yo no tenía la grabadora todavía. Él dijo que mi mamá lo dejó entrar, le iba a preparar un sándwich o algo por el estilo, y cogió el cuchillo y la apuñaló y la apuñaló.
Se cubrió la cara con las manos -Mi madre.
-Golly. ¿Dónde estaba tu padre?¿ Lo dijo Joe?
-Me dijo que tomó el bate de mi habitación, se escondió y esperó hasta que mi padre llegó a casa. Luego lo golpeó y lo golpeó. Y él los dejó allí.
-Es gracioso- dijo Eve -como entraba y salía del edificio sin aparecer ni una sola vez en la seguridad.
Vaya, pensó mientras los ojos de Reinhold cambiaron de nuevo -Ah, a veces las cosas no funcionan bien. El portero se supone que debe arreglarla, pero no lo hace. Es perezoso.
-Así que la seguridad en la puerta, mágicamente muestra, que entras la noche del jueves, tarde, y no sales de nuevo hasta la noche del sábado, con maletas a cuestas. Y también, por arte de magia, no aparece Joe entrando o saliendo del edificio.
-Puede pasar.
-Bueno, por lo menos se puede comprobar con él- dijo Peabody dudosa.
-Él sólo mentiría.
-Tú sabes todo acerca de los mentirosos- dijo Eve -Déjame hacerte una pregunta. Algo que me molesta un poco. ¿Cómo conseguiste la identificación falsa y el dinero para alquilar el apartamento elegante?
-Yo... gané algo de dinero en Las Vegas que no le dije a los chicos. Y pagué un tipo que conocí en un bar por la identificación.
-¿Qué hombre, qué bar?, ¿cuánto?
Eve le lanzó las preguntas.
-Un tipo, no lo sé. Sólo un bar. Um, tal vez miles de dólares. Acerca de, um, quinientos dólares, supongo.
-Mierda, mierda, mierda- Eve se inclinó, en su espacio, por lo que él se echó hacia atrás -Perdiste todo en Las Vegas. Tú no conociste a un experto en identificaciones falsas en algún bar, y te aseguro que no recibiste una, con la base de datos adjunta, por quinientos. Tú mientes pedazo de mierda. Tenemos las computadoras que robaste de la Sra. Farnsworth después de que la torturaste, después que la mataste. Enviaste a su droide a llevarlas a una tienda de intercambio. Tenemos los datos sobre ellos.
-¡Ellos fueron eliminados. Limpiados!- con furia, se inclinó hacia ella, empujó su cara hacia la de ella -Tú eres la mentirosa.
-¿Cómo sabes que fueron borrados, Jerry?
-Yo...- Sacudiéndose hacia atrás, se pasó la lengua por los labios -Sólo lo pensé-Joe no es estúpido- Las hubiera secado en primer lugar.
-Deberías haber prestado más atención a la Sra. Farnsworth en Informática, Jerry. Con las tecnologías correctas, el equipamiento correcto, y creeme el NYPSD tiene ambos, puedes recuperar la maldita información. Su identificación fue hecha en sus computadoras.
-Está bien, está bien. Yo no quiero meterla en problemas.
-Ella está muerta, Jerry.
-... Su reputación. Ella hizo la identificación y esas cosas para mí. Me acerqué a ella, le expliqué las cosas, y ella me ayudó a salir. Es por eso que Joe la mató. Después que me fui.
-Pero ella estaba muerta cuando te fuiste, Jerry, cuando te fuiste cargando su nueva bolsa de lona y su maleta, y tomaste un taxi a la clínica porque se las había arreglado para romperte el pie.
-Ese no era yo. Ese era Joe. Siempre fue Joe- Empezó a llorar, lágrimas de terror y la autocompasión -Yo no hice nada ¡Déjeme en paz! Yo no hice nada.
-Tenemos testigos. Te localizamos, estúpida mierda. Sabemos dónde adquiriste el color del pelo, el color de ojos, el bronceador- Ella se impulsó para ponerse en pie de nuevo -Y éstos- Empezó a arrojar evidencia sellada en la mesa -La cinta, la cuerda, el cuchillo. Estos que querías utilizar para cortar a Joe en pedazos, estas bolsas para la eliminación de las partes del cuerpo.
-¡No lo hice!, ¡No lo hice! El droide compró esas cosas.
-Parte de ellas a tus órdenes. El Droide de la Sra. Farnsworth. Y luego está esto.
Eve levantó la bolsa de evidencia que sostenía la madeja de cabello de Lori Nuccio. -¿Cómo conseguiste el pelo de Lori, Jerry?
-Ella me lo dio. Como una prueba de amor.
-¿En serio? ¿Cómo se las arregló para hacerlo, cuando la persona que se lo cortó antes de matarla, lo tomó?. Llevaba el pelo teñido sólo por la tarde, Jerry. Este color.
-Es que... me metí. Me estás mezclando. Joe lo tenía con él. Se lo llevó con él. Me lo mostró para demostrar que mató a Lori.
-Tu mataste a Lori, y te tenemos haciéndolo. Te corriste en los boxers que encontramos en su cuarto de baño, imbécil.
-Joe los plantó. Él me dijo.
Eve se sentó -No va a funcionar, Jerry. Ni siquiera un poco. Por encima de todo lo demás, la señora Farnsworth dejó una declaración en su lecho de muerte, también, en su computadora. Codificada delante de tus narices idiotas mientras la tenías aterrorizada. Tu nombre, Jerry, y todo lo que necesitamos para tenerte.
-¡Eso es una mentira! No lo hizo.
-Ella realmente lo hizo, Jerry- Peabody habló en voz baja, empujando toda la simpatía que pudo en su tono -Todo está allí.
-Lo hizo para vengarse de mí, eso es todo. Ella siempre lo prefirió que a mí.
-Entonces, ¿por qué te hizo la identificación? ¿Por qué te ayudó?
-Yo... me estás confundiendo. Me estás mezclando a propósito. Quiero un abogado. Quiero un abogado, y no voy a hablar con usted.
-Ese es tu derecho- Eve comenzó a guardar a la prueba de nuevo -Peabody, llévalo de nuevo a la celda.
-No voy a volver allí- Gritando, agarró el borde de la mesa, como para asegurarse en el lugar -Quiero un abogado. Tengo un montón de dinero. Puedo contratar al mejor abogado que hay, y va a hacer que lo lamente.
-Tú no tienes ningún dinero, Jerry- corrigió Eve.
-¡Tengo millones!
Ella suspiró -Jerry, Jerry, idiota. El dinero fue robado en la comisión de diversos delitos. Nada de esto es tuyo.
-Todo lo que mis padres tenían es mío. Esa es la ley.
-No, si los mataste.
-Ella tiene razón en eso, Jerry. No puedes utilizar nada de ese dinero- Peabody se levantó también -Voy a notificar a la Oficina del Defensor Público. Con las vacaciones, sin embargo, podría llegar el lunes antes que asignen a alguien.
-No voy a esperar hasta el lunes.
-Si quieres un abogado- Eve se encogió de hombros. -Podría tomar un tiempo conseguir un defensor público.
-Yo quiero uno ahora- Sus ojos se volvieron locos, un escupitajo voló -Quiero utilizar mi dinero para contratar un abogado, perra.
-Mala suerte, Jerry. Vamos a trabajar para conseguirte un abogado de oficio, como es tu derecho.
-¡No te vayas de aquí!. Vuelve aquí, perra estúpida. Vuelve aquí ahora mismo.
-Tú has ejercido tu derecho, pedido un abogado. Esta entrevista no continúa hasta que estés representado. Abre la puerta, ¿quieres, Peabody?
-Vete a la mierda con el montón de abogados. No quiero un abogado. Quiero que vuelvas aquí. Yo quiero irme a casa.
Tranquila como un lago en el exterior, Eve se volvió hacia él -¿estás renunciando a tu derecho a la representación en este momento?
-Vete a la mierda, sí. Le lo estoy diciendo, Joe los mató a todos ellos, y está tratando de culparme. Sólo está enojada porque yo soy más inteligente que usted.
-Oh sí, puedo prometerte que si tú fueras más inteligente que yo, estaría enojada-Eve dejó la caja, se sentó de nuevo -Aquí hay otro- como lo había llamado Roarke, "pequeño palo en la rueda" -Joe tiene coartada para el momento de la muerte de tu madre, el momento de la muerte de tu padre, la muerte de tu ex, y la muerte de la Sra. Farnsworth. ¿Crees que no revisamos estas cosas, Jerry?
-Está mintiendo. Estás mintiendo. Quiero otro policía.
-Ese no es uno de sus derechos. Los mataste, Jerry, a cada uno de ellos. ¿Te gustó? Has encontrado lo que te faltaba en la vida, ¿no es así?. Y te harías rico haciéndolo, conseguirías todo lo que siempre quisiste, todo lo que te mereces. ¿Todos esos pendejos que jodían contigo?. Los tendrías por ello. Y tú estabas contento con eso. Maldito sobresaliente.
-¡Tienes toda la razón!
-Llegó a ti cuando estabas hundiendo el cuchillo en tu madre, ¿no?
Eve mantuvo sus ojos fijos en los suyos, mantuvo su tono tranquilo y suave. Alabar y amenazar, pensó. Mezclar tanto los elogios, las amenazas, y la sacudida de los hechos.
-Ella te molestaba con su mierda. Consigue un trabajo, sal, mueve tu culo. Regañándote esa perra, y habías tenido suficiente. ¿Quién no lo haría? Así que recogiste el cuchillo, allí mismo, en la cocina, donde ella estaba haciendo un sándwich, y se lo clavaste. Y supiste, en ese momento, que encontraste tu vocación.
-No tuve alternativa, me iban a echar. Sólo me querían echar. ¿Qué se supone que debía hacer?
Conseguir un trabajo-pensó Eve -Así que los mataste. A tu madre con el cuchillo. Y esperaste hasta que tu padre llegó a casa del trabajo y lo golpeaste hasta matarlo con tu viejo bate de béisbol”.
-Fue en defensa propia. Tenía que protegerme, ¿no? Me enloquecieron. Es su culpa. Hice lo que tenía que hacer para protegerme.
-Lo que tenías que hacer- dijo Eve, con una inclinación de cabeza -Entonces tomaste su dinero, sus objetos de valor. Te quedaste en el apartamento con sus cuerpos, desde la noche del viernes hasta la noche del sábado.
-Yo no podía quedarme allí para siempre, ¿verdad?
-Cierto. Por supuesto. Porque necesitabas algo de tiempo para hacer toda la transferencia de las cuentas, encontrar todo el dinero que tenían, abrir tus propias cuentas, transferir el dinero utilizando sus claves de acceso.
-Mi dinero- le recordó -Mis padres, mi herencia. Ellos me lo debían.
-Fue muy inteligente- dijo Peabody, y puso cierta admiración en su voz -Quiero decir, la forma en que transferiste el dinero, luego te fuiste tan rápido el lunes pasado a ese bonito hotel, para calcular tu próximo movimiento.
-La gente me subestima. Ese es su problema. Lo he descubierto, y lo hice todo bien. Usted tenía mi nombre y rostro por toda la pantalla, pero no me podía encontrar. Tengo habilidades.
-Y utilizaste esas habilidades con Lori el lunes por la noche.
-"Esa perra no me respetaba. Otra que se queja, queja, queja. Me ha humillado, así que la humillé también. Se lo merecía."
-La desnudaste, cortaste el pelo- dijo Eve -Rompiste sus cosas nuevas. Te desahogaste cuando la estrangulaste, ¿verdad, Jerry? Eran poderosas esas habilidades tuyas. Encontraste tu poder.
-El mejor que he tenido, y yo mismo lo hice. Se merecía lo que le pasó. Esto fue en defensa propia- repitió, señalando con el dedo sobre la mesa -Todo eso. Tuve que ver por mí mismo. Es mi derecho.
-¿Cómo fue lo de la Sra. Farnsworth defensa propia?- Preguntó Eve.
-Ella arruinó mi vida. Me jorobó con las notas, así que suspendí, y tuve que perder todo un verano para mejorar. Mis propios amigos se burlaban de mí. Le hice darme una nueva vida, eso es todo. Le hice darme una nueva vida. Eso es justo.
-Tú la asaltaste, ataste con cuerda y cinta, la forzaste a generar tus nuevos datos e identificación, tarjetas de crédito, transferir sus fondos, su propiedad a cuentas para ti.
-Ella me lo debía. Todos me lo deben. Todos pensaban que yo no era nada. Los hice nada. Es justo- repitió. -Tengo derecho a ver por mí mismo.
Eve miró a Peabody.
-Déjame asegurarnos de que tenemos todo esto claro- dijo Peabody -Mataste a tu madre, tu padre, a Lori Nuccio, y la Sra. Edie Farnsworth; secuestraste, asaltaste, torturaste y planeabas matar a Joe Klein, porque te lo debían, habían tratado de arruinar tu vida. Así que tomar sus vidas era justo. Tomar su dinero y sus propiedades era justo.
-Eso es correcto. Eso es exactamente correcto- Satisfecho con la sumatoria, dio a Peabody un gesto brusco -Todos se jodieron, así que se los devuelvo peor. ¿Has visto mi apartamento?. Eso es lo que soy ahora. Y sé muy bien que va a resultar que estas equivocada con el dinero. Es mío. Está a mi nombre, mis cuentas. La posesión es más de la mitad de algo. Lo he oído que en alguna parte. El dinero está en mi poder, así que mejor me pone un buen abogado aquí y ahora, o me voy a demandar sus culos. Esto fue en defensa propia, y yo no voy a volver a esa celda. Usted no me puede enviar.
En realidad cruzó los brazos sobre el pecho, con la barbilla sobresaliendo. Como un niño haciendo una apuesta.
-Oh, Jerry, Jerry, no puedo comenzar a decirle lo feliz que estoy de desengañarte- Eve dejó escapar un suspiro de felicidad, y una gran, gran sonrisa -Cómo mi corazón realmente canta con gratitud por este momento. Vas por asesinato, idiota. Una cuenta de segundo grado, tres de primer grado, uno de asalto con intención, además de todos los cargos relacionados. No sólo vas de nuevo a esa celda, Jerry. Vas a vivir el resto de tu estúpida, miserable vida, en una pequeña jaula.
-¡No lo haré! No voy a ir a la cárcel.
Dejó que se levantara, lo dejó correr hacia la puerta, y justo disparó su pie hacia él para que cayera. Y sí, hubo un pequeño canto de corazón cuando él aterrizó en la superficie de deslizamiento.
-No, tu no vas a la cárcel- ella estuvo de acuerdo, volviéndose para ponerle las restricciones mientras él lloraba grandes lágrimas de autocompasión y lloraba por su dinero -Se llama prisión. Y apuesto a que va a ser desagradable, una prisión fuera del planeta, donde comen a las pequeñas comadrejas cobardes como tú para el almuerzo.
-Lo llevaré a reserva- dijo Peabody, mientras ayudaba a Eve a levantar a Reinhold.
-No. Vamos a pasar a un par de uniformados la mala suerte. Nosotros vamos a ir a tomar una buena cena de pavo.
-¡Yay!
Juntas, arrastraron al cojeante, sollozante Reinhold a la caja, y por el resto de su vida.