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. [Allí supo que César había sido asesinado y que le había designado heredero; y estuvo dudando durante
algún tiempo si imploraría el socorro de las legiones inmediatas, pero rechazó al fin este paso como imprudente y precipitado. Regresó a Roma, donde entró en posesión de la herencia, a pesar de las vacilaciones de su madre y de las obstinadas observaciones de su padrastro, Marcio Filipo, varón consular. Levantó enseguida ejércitos, gobernando la República, primero con Antonio y Lépido.]