PENSAMIENTOS NOCTURNOS

¡Os compadezco, estrellas desgraciadas.

Aunque brilláis hermosamente,

E ilumináis al caminante

Sin pago alguno de dioses y seres,

Ya que no amáis y amor desconocéis!

Inalterables transcurren vuestras horas.

Eternas, sin pausa en el cielo.

Qué largo viaje habéis cumplido

Mientras yo en brazos de la amada

Me olvido de vosotras en el lecho.