GANIMEDES

Como el resplandor de la mañana

Brillas ante mí,

¡Amada primavera!,

Y tus múltiples encantos

Amorosos oprimen mi corazón

Henchido del sentimiento sagrado

De tu eterna dulzura

Y tu infinita belleza.

¡Oh, si pudiera prenderte

entre mis brazos!

Tendido sobre tu pecho,

¡Ay!, desfallezco,

Pues tus flores y tu verdor

Oprimen mi corazón.

¡Cómo refrescas

La ardiente sed de mi pecho,

Dulce viento matinal!

Me llama el ruiseñor amoroso,

A lo lejos, entre la niebla del valle.

¡Ya voy! ¡Ya voy!

¿A dónde? ¡Ay! ¿A dónde?

¡Arriba! Tiendo a lo alto,

Las nubes se ciernen,

Las nubes se inclinan

Al amoroso anhelo.

¡A mí! ¡A mí!

¡Llevadme en el regazo

Hacia lo alto!

¡Prendedme en vuestro abrazo!

Ya voy hacia tu pecho

Padre amante.